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A medianoche el pronóstico del tiempo de mi teléfono daba una temperatura agradable para el siguiente día, con veintitrés grados centígrados, viento leve y pocas nubes en el cielo azúl.

Se esperaba un día soleado y espectacular en Chuncheon.

Pero todo lo vi sombrío cuando me fui a dormir. J-hope había regresado tiempo después de la escena dramática de la cena. Lo vi pasar de largo por nuestra habitación pero luego regresó y nos dio las buenas noches a mi abuela y a mí y nos pidió disculpas en nombre de su hermana por tratarnos de esa manera.

Quise levantarme e ir corriendo a sus brazos pero mi abuela me detuvo con la mirada. Debía de dejarlo solo. Así que volvimos a dormir separados, como antes.

Por la mañana, muy temprano, subí a hurtadillas los escalones y fui directo a su habitación. Queria hablar con él y saber si estábamos en buenos términos o tendría que pretender en el día de campo que no nos conocíamos. Pero encontré su cama vacía y con las sábanas intactas. Quizás ya se había ido directo a recoger a Suga.

Así que bajé a la cocina con el estómago revuelto y una mochila ya cargada a mi espalda para un día en el campo con los demás integrantes.

Había invitado a mi abuela de último momento pero ella no quería ser una carga para los jóvenes. Le dije que no dijera eso que ella no era nada de eso, que al contrario me vendría bien tenerla junto a mí. Pero ella se opuso rotundamente. Además quería descansar y hacerle una videollamada al tío Benjen, pues hacía tiempo que no sabíamos nada de él y nuestra casa en América.

Estábamos hablando de eso cuando Jungkook dió un brinco en la entrada de la cocina. Su sonrisa apareció al vernos reaccionar con un susto.

-No pretendía asustarlas, damas -levantó sus manos cubiertas con guantes negros- me disculpo. Pero ya es un poco tarde -miró su reloj deportivo de su muñeca izquierda- ya los otros nos estarán esperando señorita Kim Sun-Hee.

-Ah, sí -me levanté del banquito de la isla y le di un beso de despedida a mi abuelita- vendré más tarde abuelita ¿Segura que estarás bien aquí?

-Aaaamm, al parecer nos quedaremos hasta por la tarde de mañana -anunció Jungkook.

Fue entonces que me percaté que llevaba una gran mochila negra en su espalda, de ella colgaba un casco de motociclista y llevaba otro en una mano. Se dio cuenta de mi inspección y me tendió el casco.

-Ue, ue ¿Por qué me das esto? -le di vueltas para verlo mejor- ¿No se suponía que iríamos en tu automóvil?

-Un ligero cambio de planes, ayer me dieron un permiso único y especial... y un tanto ilegal para conducir mi nueva motocicleta -JK, me sonreía mientras me guiñaba un ojo- Espero y no sea un inconveniente para usted. Igual irá un escolta detrás de nosotros por nuestra seguridad.

Escuché la risita de mi abuelita a mis espaldas. Cuando me giré ella se escondió bebiendo su taza de café.

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El gran motor rugía cómo un animal salvaje al fin liberado en su hábitat natural.

Traté de no gritar de emoción cuando JK aceleró una vez alejados de las avenidas de la ciudad y liberados en la carretera, el viento no era frío, era cálido y pude sentir su corazón latir a través de su chamarra de cuero.

El paisaje iba cambiando con suavidad en cada curva que dábamos. Los árboles verdes y los pastizales con pequeñas flores silvestres eran dignos de pintarse en un lienzo blanco. Las montañas a lo lejos nos esperaban y mi corazón dolió al descubrir que quería que Jungkook fuera más de prisa. Necesitaba con urgencia ver los ojos y sonrisa de Jung Hoseok para despejar mi tristeza.

Behind The Sun | J Hope y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora