Capítulo 16.

1.8K 157 2
                                    

Juliana

La arena bajó mis pies me tranquilizaba mientras mantenía los ojos cerrándose y aspiraba profundamente la brisa marina de aquel atardecer. Aún no sabía exactamente qué estábamos haciendo en aquel lugar, pero no me quejaba en absoluto, era uno de mis lugares favoritos. Me gire para ver a Macario a la distancia sentado alrededor de una mesa de jardín en el patio trasero de aquella casa playera junto a otros tres hombres. Al notar que lo observaba me dio una sonrisa y alzó su mano para saludarme.

Llevaba dos semanas junto a él y de alguna manera estaba logrando ganarse mi confianza con su sinceridad y esfuerzo. No sabía nada de Ethan no tampoco de Valentina. Al menos no desde la última vez que la vi en aquella fábrica de pinturas, y la verdad es que no podía mentir la extrañaba. Su mirada y carácter habían provocado algo en mí que me hacían pensarla a cada maldito segundo.

El oleaje suave llegó hasta la orilla y mojó mis pies retirándose con aquel delicioso zumbido que provocaba el efecto de la sal en el agua. Sentí algo de alboroto a mis espaldas y me giré para devolver mi mirada a la distancia sorprendiéndome de inmediato al ver a Ethan encarando a papá. Parecían estar discutiendo. La mirada del castaño Se cruzó con la mía y ambos comenzamos a movernos al encuentro del otro.

―Dios, que bueno que estés bien. ―Susurró mi hermano en cuanto estuve entre sus brazos.

Mantuve mi rostro contra su pecho mientras apretaba mis brazos alrededores él con fuerza demostrándole cuanto lo había extrañado desde la última vez que nos vimos. Me aparté de él para poder mirarlo mejor.

―¿Cómo supiste que estaba con él? ―Pregunté frunciendo el ceño.

―Valentina me lo dijo. Ella me busco para decirme lo que habías hecho, parecía bastante preocupada, a decir verdad. ―Dijo Ethan dejándome con una cómoda sensación instalada en el pecho después de tantos días, ―nos iremos a casa Juliana. Ya no tendrás que estar cerca de este hombre.

―Pero quiero hacerlo. ―Ante mis palabras su ceño de frunció de inmediato sin entender ―Ethan las cosas no son como las creemos, Macario no nos abandonó por qué así lo quisiese él...

―¿De qué está hablando Juliana? Él se marchó dejándonos solos y nuestra suerte. Mamá estuvo allí hasta el día de su muerte. ―Su rabia y rencor salieron a la luz con aquellas palabras.

―Lo sé, pero todo tiene una explicación. ―Dije y él permaneció en silencio. ―Una explicación que mamá nos dejó.

Ethan seguía sin entender. Bueno eso hasta que le enseñé la carta de mamá y logré convencerlo de escuchar la versión de Macario lo cual fue una tarea difícil. Aunque pareció comprender la situación, de todos modos, decidió empacar lo poco que yo tenía en aquel lugar y llevarme de regreso a casa de una vez.

―Adiós. ―Dije despidiéndome de mi padre con un tímido abrazo por parte de ambos.

―Espero verlos pronto ―respondió el hombre y Ethan sólo asintió. ―De verdad me gustaría conocer a tu familia hijo.

―No lo creo Valdés. Puede que no seas un completo patán como yo creía, pero sigues siendo un prófugo y no quiero este tipo de cosas cerca de mi familia. ―Y con esas palabras se dio la vuelta para montarse en el coche aguardando a que yo hiciese lo mismo.

¿A dónde me dirijo? De regreso a mi vida.

...

―¡Eres tú! ¡Estás aquí! ―Exclamó Lexa mientras me abrazaba con fuerza como si no quisiese soltarme.

―No sabes cuanto te extrañamos Juli. ―Esta vez fue el turno de Ally quien ya soltaba lágrimas mientras permanecía junto a Ethan, ―vamos Bea, ¿no quieres darle un abrazo a Juliana?

Mafia | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora