— Buenos días alumnos y alumnas —saludó el profesor entrando al salón.
— Buenos días —respondimos todos poniéndonos de pie.
— Gracias, tomen asiento —ordenó y obedecimos.
— ¿Están aburridos? —preguntó él.
— Sí.
— Bueno pues, no más... saquen un lápiz, un borrador y los que son inteligentes al cargar todos sus materiales, su calculadora. Hoy habrá una pequeña prueba.
— ¿Qué? No es justo, ni siquiera avisó —reclamamos.
— Ya, silencio. Si no obedecen les quitaré dos puntos en conducta.
— Con chantaje y todo, era de esperarse —musité molesta.
— ¿Qué dijo, Peñaherrera?
— Nada, no se preocupe.
— Más le vale.
— ¿Me está amenazando?
— Si usted quiere verlo así, está bien.
— ¿Disculpe?
— ¿Sabe qué?, haga silencio y concéntrese en su prueba.
— Grosero —murmuré viéndolo a los ojos.
— Lo que usted piense de mí me tiene sin cuidado. —me contestó molesto.
Él empezó a repartir las hojas de la prueba, al llegar a mi puesto me susurró <<Si la veo tratando de copiar se va al rectorado>>.
— Lo que usted haga me tiene sin cuidado —sonreí mientras usaba algunas de las palabras que él había dicho.
— Malcriada —murmuró negando con la cabeza.
Agarré mi lápiz y anoté mi nombre en la hoja, leí el primer ítem que se trataba sobre unas ecuaciones, sé que son fáciles pero cuando estas abarcan casi dos líneas de una hoja me dan nervios y todo lo que tengo en la cabeza empieza a esfumarse dejándome completamente aturdida. Decidí pasar a la siguiente pregunta pero esta decía: "Con la respuesta del primer ítem sume 556-54/3*123,5" era fácil pero no si no tenía la respuesta de la primera. Pasé a la tercera; esta era más fácil, se trataba de Probabilidades así que lo hice en menos de cinco minutos pero sólo valía 1 punto. La cuarta era sobre conversiones de radianes a grados y viceversa, otra de las pocas clases que atendí el año pasado, lastimosamente valía 1½, y la última de todas era sobre hallar el perímetro y el área de 12 diferentes figuras geométricas, fácil pero me tomaría mucho tiempo.
Después de 20 minutos terminé las tres últimas preguntas y apenas llevaba 5 puntos ganados. Esta sería mi primera mala nota y no sé qué pasaría con mi beca.
Traté de calmarme un poco, inhalaba y exhalaba a cada rato, puse mis ojos atentos para concentrarme un poco, empecé a resolver aquel problema y finalmente lo terminé pero me tomó otros 20 minutos, me quedaban 5 ya que la hora duraba sólo 45min. Miré al frente y me di cuenta de que el profesor tenía su mirada fija en mí, un pequeño escalofrío recorrió mi cuerpo, sentí miedo pero no supe por qué. Empecé a escribir lo más rápido que pude, y lo logré, terminé la prueba justo cuando el timbre sonó. En ese momento sentí cómo alguien se paró a mi lado, alcé la mirada y era él sonriendo, me arranchó la hoja y me dijo: <<Buena suerte>>.
Caminó de nuevo hasta el pizarrón.
— Todos, por favor tráiganme las hojas si es que quieren tener calificación —gritó haciéndonos estremecer de miedo a todos.
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Betzabeth.
Teen Fiction- ¿Y la violencia es la mejor forma de resolver las cosas? - Muchas veces sí -respondí fría.