Capítulo 23

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"Los acuerdos entre lobos y vampiros que se han ido pactando desde 2014 para tratar de lograr la paz absoluta entre ambas razas parecen haberse truncado tras la negativa de la Manada Aullidos. Su líder, Gareth Danton, hijo del gran Astor Danton, ha decidido no continuar participando junto al resto de manadas del noreste de Europa".

Ese Alfa es un sádico,— murmura Leyre al escuchar la noticia a través de la radio del coche.

— Todas las noticias sobre él me aterran,— comento.

— Totalmente de acuerdo,— asiente Leiv.— Estoy cien por cien segura de que él será el culpable de que nos veamos envueltos en una guerra contra los vampiros.

Leyre se apoya sobre el respaldo del asiento trasero y mira melancólica por la ventanilla. Todo lo que tenga que ver con vampiros le recuerda a su mate.

En contra de todo pronóstico, Leiv y yo hemos conseguido que Leyre venga con nosotros a la fiesta de Oliver, mi compañero de piso. Por muy triste que esté, quedarse en casa 24/7 no le hace ningún bien. Nuestras habitaciones son pequeñas, en cambio el salón es bastante amplio para lo que pagamos. Cuando llegamos, ya hay una cuantas personas allí y, aunque sea mi casa, no conozco a nadie más que a mis compañeros. Incluso me siento un poco intrusa.

— ¡Hela, has venido!— Oliver se acerca a saludarnos y hace un gesto a una chica para que venga a donde estamos.— Chicos, os presento a Lucy, mi novia.

Una vez hechas las presentaciones, vamos a la cocina a servirnos unas copas. No se trata de una fiesta loca en donde todos están saltando y cantando. Más bien es una reunión de amigos con música de fondo, pero el ambiente es muy bueno y Oliver hace que nos integremos perfectamente.

— ¿Eres un Lundvic?— pregunta un chico llamando su atención.— En mi manada todos hablan de tu familia.

Leiv se tensa un poco a mi lado, pero lo disimula bien.

— Seguro que solo hablan cosas buenas.

— Rumores y tal... ¿Te puedo preguntar algo?— el chico es un poco impertinente.

— ¿Puedo evitarlo?

— ¿Es verdad eso de la maldición?— pregunta ignorando la molestia de Leiv.

— Como tú mismo has dicho: rumores,— contesta con indiferencia.

Es agotador todo este tema.

— ¿Qué es eso de la maldición?— pregunta Lucy.

— Historias que la gente se inventa,— respondo cansada.

— Sí, pero me da curiosidad.

— ¿Vamos a por otra bebida?— interrumpe Leyre la conversación y se lo agradezco con la mirada.

— ¿La novia de Oliver es una maleducada o me lo parece a mí?— digo cabreada.

— Esto me pasa constantemente, Hela,— dice de forma calmada Leiv.— Te terminas por acostumbrar.

— No me da la gana, Leiv,— al final pagaré mi malhumor con él.— ¿Por qué nos tenemos que callar?

— Porque todo es más fácil así.

— Pues yo no quiero.

— Yo prefiero que sea así,— me dice.

— ¿Por qué?

— Porque no quiero que esto te afecte más de lo que ya lo hace.

Me callo.

¿Le doy esa sensación? Nunca he querido que pensase que su maldición para mí es un problema.

MI MATE ME MATADonde viven las historias. Descúbrelo ahora