Capítulo 33

652 47 1
                                    

Laura Slim

Siempre he puesto a todos delante de mí, siempre protegí y cuide a quienes amaba, me gusta hacer cosas buenas por otros, pero... en el fondo siempre me he sentido atraída por la oscuridad, quizás por eso incité a mis amigas a meterse a un club de stripers en último año de secundaria, quizás por eso me acosté con el hijo de mí sirvienta cuando tenía quince años y quizás... solo quizás por el mismo motivo me atrae el cabecilla del crimen organizado del sur de Europa. Y ahora que estoy junto a la milicia planeando su captura no puedo evitar la emoción que eso me causa, yo realmente quiero capturar a ese hombre y probar mi valor frente a los altos mandos, estoy segura que lo lograré.

—¿Eso todo? —Me burlo del chico sobre mí.

Él sonríe y presiona su cuerpo contra el mío provocando que un quejido salga de mi boca.

Como siempre las manos de los chicos tocan de más, y en esta posición sobre el piso del campo de entrenamiento con muchas personas viéndonos luchar yo realmente quiero ganar y darle una lección. Muevo mis caderas y el chico de cabello castaño contrae su expresión haciéndome reír.

—Respeta tu lugar, cadete —digo enredando mis piernas en las suyas e invirtiendo la situación quedando sobre él.

—¡Tiempo!

La voz de Ihsan da por terminado el entrenamiento

—Cambia tu estrategia, cada vez es más obvio que seduces a los chicos para hacerlos perder.

—No es lo que hago, no es mi culpa ser encantadora por naturaleza —digo jugando.

Él voltea los ojos.

—Hablo en serio, puedes ganar sin usar esos trucos.

No lo dudo, pero me gusta coquetear.

Más tarde estamos en la sala de inteligencia intentando averiguar los últimos movimientos de los que tenemos registros acerca de Erlik Blair.

Hemos volado hasta BlairWest, creo que se abrirá un operativo dentro de unos días, no me dan demasiada información ya que es confidencial, pero sin duda se trata sobre capturar a Erlik Blair.

—Él acaba de viajar en su jet privado hacia Sicilia —dice la comandante luego de colgar su teléfono.

—Pero se supone que debería estar aquí, tenemos un plan —digo y Ihsan me hace un gesto de silencio.

Sé que no debería opinar, aún no estoy en esa posición pero no puede escapar tan fácil como agua en nuestras manos.

Los superiores proponen posponer el plan y esperar que el sujeto regrese y aunque otras personas tienen mejores ideas como ir tras él, finalmente optan por esperar.

Regreso a mi camarote en el área de mujeres, estoy molesta. Me frustra no poder llevar a cabo la misión. Luego de un rato decido darme una ducha y al salir se nos informa que nos han autorizado a salir a la ciudad como civiles, muchos somos de aquí y los superiores al mando encontraron prudente el dejarnos visitar a nuestras familias hasta el lunes. Esa noticia me sienta de maravilla, llamo a mi madre a su celular para hacerle saber que iré a visitarlos y cuando llego al anochecer me reciben con una cena y muchos abrazos de añoranza.

Mis pequeños hermanos gemelos han crecido bastante estos meses y ahora sus abrazos son más fuertes, al menos para niños de primaria. Mi madre y padre están felices también.

Dulzura Disfrazada [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora