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SAKURA HARUNO

—¡Corran si no quieren recibir una bala en el culo!— Le gritó Ino a Sasuke y Naruto que venían atrás de nosotras. 

Los cuatro corríamos los más rápido que nuestros pies nos lo permitían, nuestras respiraciones aceleradas y el cansancio notorio en nuestros cuerpos. Sentía leves punzadas en mis piernas ya que estas estaban golpeadas y raspadas, ligeros hilos de sangre resbalando sobre ellas. Hacia bastante frio y estaba oscuro debido a que era tarde. Aquellos tipos trajeados de negro nos venían persiguiendo apuntándonos sus armas. Ese tipo de cosas no pasan todos los días. 

—¡Por ahí!— Grité, apuntando hacía un tren que estaba a punto de salir en las vías de la estación que estaba a unos cuantos metros de nosotros. 

—¡Alto ahí!— Nos gritó uno de esos tipos. 

—¡Chúpamela!— Le gritó Naruto. 

Cuando al fin llegamos a la estación, notamos que no había nadie. Observé mi alrededor buscando una forma de entrar. Pero los niervos me ganaban y no podía pensar con claridad. De repente sentí como alguien me tomó de la mano, volteé y resultó ser Sasuke. 

Me empezó a jalar en dirección a unos de los vagones que parecía ser de carga ya que estaba abierto a un costado. Genial, podremos escapar con vida... Bueno, al menos eso pensé hasta que el estruendoso sonido emitido por el tren, dando la señal de partida resonó y este comenzó a andar. 

Sentí mis esperanzas de vida derrumbarse. El tres se estaba yendo y esos tipos ya están respirándonos en la nuca. Mierda... 

—¡Aún no! 

El grito de Sasuke me sacó de mis pensamientos. Sus piernas no habían dejado de correr, su respiración acelerada no se había detenido aún. Corrimos aún más rápido y cuando íbamos par a par con el vagón, él me tomó en sus brazos y mi corazón se aceleró, pero se aceleró aún más cuando el loco me lanzó dentro del vagón. 

Me llevé tremendo putazo pero me reincorporé rápidamente para ayudar a los demás. 

Me asomé y vi como Sasuke tomó a Ino como un saco de papas y corrió con ella a cuentas. 

—¡¿Que mierda estás haciendo?!

—¡Salvando nuestro pellejo, ahora cállate sujétate! 

Extendí mi brazo e Ino lo tomó. Como  pudimos logramos subir. El tren avanzaba cada vez más rápido y los chicos no habían subido aún, lo cual me ponía aun más nerviosa. 

—¡TEMEEEEE!— Gritó Naruto, quien venía hasta atrás, disminuyendo velocidad. 

—¡Corre!— Le grito Sasuke mientras le hacía señas con la mano para que llegara a donde él. 

—N-no puedo más... 

De repente, los tipos doblaron en una esquina, topando con nosotros cara cara a cara. Apuntaron sus armas hacía Naruto y Sasuke, el tiempo se detuvo por un momento, el pánico invadiendo el ambiente.

Naruto no puede morir, aún no ha dado su primer beso, aprobado un examen de matemáticas, le falta mucho por vivir, aun es solo un mocoso que escucha la vaca Lola cuando se baña. 

El sonido de un disparo hizo eso y...

¡MOMENTO!

Creo que me estoy adelantando demasiado. 

Si quieren saber como terminamos siendo perseguidos por unos tipos de la mafia, tendré que contarlo desde el principio. 

¿Cuál es ese principio? Bueno, se podría decir que empezó con todos nosotros en un bar cinco estrellas donde fuimos luego de que Hinata se orinara sobre aquellas personas y tuviésemos que salir del lugar por las malas. 

|𝙏𝙧𝙚𝙨 𝙋𝙚𝙧𝙧𝙖𝙨 𝙎𝙞𝙣 𝘾𝙤𝙧𝙧𝙚𝙖|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora