|𝙏𝙧𝙚𝙨 𝙋𝙚𝙧𝙧𝙖𝙨 𝙎𝙞𝙣 𝘾𝙤𝙧𝙧𝙚𝙖|

4

NARRADOR 

El grupo de amigos se marchó de la fiesta de una manera poco convencional pero si efectiva, aunque eso lo costara a Naruto un par de pantalones limpios. 

—Muy bien, ahora suban a bordo.— Dijo Ino mientras se paraba orgullosa en frente de una lancha algo grande y se notaba que era de las caras. 

—¿Esto es tuyo?— Preguntó Tenten. 

—Así es mi querida amiga de adorables moñitos. 

—Y a donde nos vas a llevar?— Preguntó Naruto mientras se subía a la lancha y casi se le sale el alma de nuevo cuando vió la silueta oscura de  alguien parado al frente de él. 

—¡Mierda!— Gritó asustado para luego tropezarse y caerse de espaldas.

—¡¡Por el poder de cristo te ordeno que te regreses al infierno maldito espectro diabólico!!

El rubio fue callado por el zape que Ino le dio en la cabeza. —No pedazo de anormal, no es ningún espectro diabólico, si quieres ver uno, échale un vistazo a Kiba. 

—Te escuché.— Dijo Kiba 

—Esa era la idea— Respondió Ino con voltear a verlo. —Como sea, él es Sai, la persona que nos llevará a nuestro destino. 

—Mucho gusto, como la señorita Ino lo dijo, mi nombre es Sai, y soy el ayudante personal de ella.— Se presentó aquel hombre de piel extremadamente pálida, ojos negro al igual que su cabello corto y muy alto de contextura delgada pero que se notaba que se ejercitaba un poco. 

Vestía con una camisa negra que dejaba al descubierto sus brazos con masa muscular notoria. Unos pantalones del mismo color de tela y unos mocasines de tela gris. 

—Entonces, ¿vendrás con nosotros a donde sea que esta loca nos va a llevar?— Preguntó Naruto, quien seguía con su trasero contra el suelo. 

—Así es, como su ayudante personal es mi deber permanecer a su lado— Explicó Sai son quitar esa sonrisa de su rostro. —Además... para eso me paga. 

—¡Idiota!— Le gritó Ino mientras le daba un golpe en el hombro para luego sentarse en uno de los asientos acolchados de brazos cruzados. 

Sai soltó una risilla —Es broma, la señorita también es muy buena compañía, disfruto mi trabajo... ella me hace hacerlo. 

Todos voltearon a ver a Ino y la rubia apartó la mirada, escondiendo un leve sonrojo que se había pintado en sus mejillas. 

Pasaron al rededor de unos 40 minutos y ellas ya habían sacado cervezas y empezaron a beber y comer bocadillos mientras hablaban de diversos temas y las risas por parte de todos no faltaron. 

—Y esa es la historia de como perdí la virginidad.

Todos se quedaron en silencio con cara de perturbación y asombro mirando a Kiba, hasta Sai, quien manejaba. 

—Haber, haber, déjame ver si entendí la historia sacada del culo que nos acabas de contar.— Dijo Sakura mientras se inclinaba hacia delante desde su asiento para luego tomar un trago de la cerveza que tenia en la mano. 

—Tenias 16 años y pasó en la cocina de la casa de tu abuela... ¡mientras ella estaba ahí!

—Ya te dije que ella era ciega y sorda— Le respondió Kiba con toda la tranquilidad del mundo. 

—Y que en el transcurso la chica se desmayó porque se golpeó la cabeza contra la ventana de la cocina y no solo rompió la ventana, si no que también se cayó por ésta.— Dijo Shikamaru incrédulo mirando a Kiba.