Capítulo 23

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Nos sentamos en el sofá y Nancy le pone una venda en la mano a mi hermano, mientras que él se la pone a ella.

-Ahora solo hay que esperar- dice Jonathan.

-¿A qué?- pregunta Nancy- ¿Cómo sabemos cuándo está aquí?

-Por las luces- respondo- Parpadeaban cuándo mi madre se comunicaba con Will, así que supongo que será lo mismo con el demogorgon

Alguien toca tan fuerte la puerta que los tres brincamos del susto, al menos hasta que escuchamos la voz de Steve al otro lado.

-Jonathan- dice el nombre de mi hermano, y los tres nos quedamos pasmados.

-¿Steve?- pregunta Nancy, diciendo justo lo que quería decir yo.

-Jonathan, vamos a hablar tranquilos- dice Steve, Nancy va a la puerta y abre- ¿Nancy?

-Steve, tienes que irte- dice Nancy.

-Eh, he venido a hablar con Jonathan. ¿Qué te ha pasado en la mano?- pregunta preocupado.

-No, en serio Steve, tienes que irte, ahora- dice Nancy nerviosa.

-¿Qué pasa ahí adentro que no quieres que vea?- dice empujando la puerta para entrar, se queda pasmado cuando ve la decoración.

-Steve, tienes que irte- digo levantándome en seguida del sofá.

-¿Lydia?- ¿Por qué se sorprende de verme? Vivo aquí.

-Steve, no puedes estar aquí ahora- le dice Nancy, pero yo no la escucho porque las luces de nuestro alrededor empiezan a parpadear.

-Nancy- decimos mi hermano y yo al unísono, pero la nombrada no nos escucha- Nancy- repetimos más fuerte, esta vez se da la vuelta y ve lo mismo que nosotros.

-¿Qué está pasando?- pregunta Steve.

-Mierda. ¡Ya está aquí!- dice Nancy, los tres nos pegamos espalda con espalda y levantamos nuestras armas mirando a todos lados.

-¿Dónde está? ¿Por dónde va a salir?- pregunto mirando a todos los lados a la vez.

Es entonces cuando el demogorgon, según le han llamado los niños, empieza a abrir un agujero en el techo.

-¿Qué cojones?- grita Steve.

-¡Vamos!- grita Jonathan yendo hacia el dormitorio de Will, pasando por encima de la trampa para osos que hemos colocado en el pasillo.

Nancy le sigue, pero Steve se queda quieto.

-Vamos- digo tirando de su muñeca para que se mueva.

Los cuatro nos metemos en la habitación de Will y esperamos, las luces siguen parpadeando.

-¿Qué cojones era eso?- grita Steve.

-Shhh- le mando callar.

-¿Qué está haciendo?- pregunta Jonathan ignorando lo que ha dicho Steve.

-No lo sé- dice Nancy.

Las luces dejan de parpadear y nosotros salimos de la habitación sigilosamente y con las armas en alto.

Cuando llegamos al salón, nos relajamos al ver que se ha ido, pero no bajamos la guardia porque sabemos que va a volver.

-Esto es una locura, es una locura, es una locura. ¡Es una locura!- grita Steve al punto del colapso.

Corre hacia el teléfono y marca un número, seguramente de la policía, pero yo se lo arrebato y lo tiro al suelo.

-Esto es peligroso, tienes que irte. ¡Ya! Si no vas a ayudar y a estar calladito, vete- le digo sin ningún tacto, no se me olvida lo que me dijo la última vez.

Steve sale corriendo de la casa y nosotros nos preparamos cuando las luces empiezan a parpadear de nuevo.

-Ha vuelto- anuncio, el demogorgon sale de alguna parte y gritamos.

-¡Jonathan!- gritamos Nancy y yo a la vez, el demogorgon se pone encima de mi hermano haciendo que su bate de clavos acabe lejos de su alcance, Nancy y yo empezamos a disparar a la vez, pero a ella se le acaban las balas.

-Recárgala, yo me encargo- le digo a Nancy, ella me hace caso.

Vuelvo a disparar y el demogorgon se da la vuelta para mirarme, mi mente solo puede proyectar imágenes de lo que este bicho le ha hecho a la pobre e indefensa Vivian.

-Hijo de puta- murmuro enfadada mientras sigo disparando y él avanza hacia mí, pero se me acaban las balas- Nancy

-Estoy en ello- de lo nerviosa que está apenas atina a meter las balas en los agujeros correspondientes.

Tiro la pistola al suelo mientras retrocedo y el demogorgon avanza hacia mí, me va a atrapar contra la pared. Pero entonces, como si fuera un salvador, Steve entra de nuevo en la casa, coge el bate de mi hermano y le da al demogorgon en la cara, dejándole desconcertado.

Sigue dándole golpes en la cara hasta que el bicho retrocede por el pasillo y se queda atrapado en la trampa para osos.

-Jonathan- le llamo, haciéndole saber que es su turno.

Los cuatro nos asomamos al pasillo y mi hermano tira el mechero encendido hacia delante, ya que lo hemos rociado con gasolina para que el demogorgon arda en llamas.

El bicho sale ardiendo y sus sonidos agonizantes rebotan por las paredes, me tapo los oídos con dolor. Jonathan apaga el fuego con un extintor y vemos que no hay rastro de la criatura, que ha desaparecido.

-Está muerto, tiene que estar muerto- me digo a mí misma, Jonathan asiente a mi lado dándome la razón.

Entonces las luces se encienden encima de nosotros, una por una, como si nos estuviesen enseñando un camino. Seguimos las luces hasta la puerta principal, y yo siento algo en el corazón que me dice que es mi madre.

-¿Mamá?- pregunto con lágrimas en los ojos, si está en el Mundo del Revés, está expuesta a muchos peligros mientras busca a Will, y no quiero que la pase nada, tampoco a Hopper.

Me parece escuchar la voz de mi madre decir mi nombre, miro a Jonathan para ver si él también lo ha escuchado y por las lágrimas en sus ojos, sé que sí.

Las luces nos llevan hacia fuera.

-No es el bicho- asegura Jonathan.

-Es mamá- digo esperanzada.

-Le van a encontrar, Lydia- me dice Nancy poniendo su mano en mi hombro, me abraza y apoyo mi cabeza en su hombro mientras miro a Steve, tiene una expresión triste cuando me mira.

Quiero darle las gracias por haberme salvado, pero soy una cabezota y sigo enfadada con él por haberse metido con mi familia y por las horribles palabras que me dijo, así que no lo hago.

(1) Insecurities (Steve Harrington) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora