—No vayas a gritar —le advertí riendo una vez que tenía la cera pegada justo en su pantorrilla izquierda.
Me lanzó una mirada cargada de preocupación que me hizo estallar a carcajadas una vez más—. No te rías me pones de puntas —pronunció con ligera preocupación.
Reí más.
—Eres una nena —me quejé rodando los ojos y tomando el borde de la manta donde se había adherido la cera con los vellos de su piel.
Lo jale sin piedad, Shane soltó un fuerte grito desgarrador que de seguro despertó a cada miembro de las fraternidades.
—¡Cállate! —exclamé y me tiré sobre él.
—¡Me duele! —exclamó apretando los músculos y la mandíbula.
—Sh —monté sobre él a horcajadas y en la boca le metí uno de sus calcetines que estaba esparcido por su cama. Quería cagarme de risa, pero lo importante ahora era que no nos dieran un buen castigo por el escándalo de Shane.
—¿Támara, todo está en orden? —preguntó el Sr. Jackson. Del otro lado de la puerta.
Hice una mueca y miré a Shane debajo de mí, nerviosa y con el corazón al mil, respondí:
—¡Si, todo excelente!
Lo escuché pronunciar un "um" un tanto vacilante—. No mataste a Shane, ¿verdad?
¿Me cree capaz?
—Sigue vivo —reí.
Pude escuchar cómo se alejaba. Y soltaba todo el aire retenido, pero obvio Shane, no se podía mantener callado.
—Mis...
—¡Sh! —lo silencie.
Se tranquilizó un poco, me miró y arqueó una ceja.
—¿Qué? —fruncí el ceño mientras le quitaba el calcetín de la boca.
Liberó sus brazos y las posó en mis caderas—. Me gusta la posición en la que estamos —me sonrió pícaro.
Le abofeteé las manos y las alejó rápidamente—. A mí no —espeté y me bajé de él.
***
Estaba en mi casillero, sacaba y metía libros. Era un desorden total, tengo que dedicarle un fin de semana a mi casillero. Unas manos apretaron mi cintura haciéndome dar un respingo por el impacto. Con el libro que tenía me volteé y lo golpeé con fuerza.
—¡Auch! —se quejó Shane mientras se cubría de mis golpes.
—¡Agh!, si hubieras sido otro te juro que te saco sangre —espeté molesta y dejé de golpearlo.
Se acomodó el uniforme y pasó la mano por su lindo pelo claro—. ¿Y por qué no lo haces?, ¿ya te enamoraste de mí? —sonrió.
Me reí con ironía—. Quiero hacerlo, pero Jackson se daría cuenta de que falta uno de sus vagabundos —arqueé ambas cejas.
Y mi comentario pareció causarle tanta gracia porqué rio a carcajadas.
—¡Shane! —exclamó Nathan llegando hasta nosotros con una sonrisa de oreja a oreja.
—¡Nathan! —chocaron manos en un acto de total amistad.
Ora, ¿de qué me perdí?
—Vamos amigo —le dio un leve golpe en el hombro.
Fruncí el ceño confundida. ¿Desde cuándo son amigos?
—¿De qué me perdí? —preguntó Ben llegando con ellos de la misma manera animada que solo me hacía desconfiar.
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Mi inmaduro favorito. ✔
Teen FictionESTA HISTORIA CONTIENE ERRORES ORTOGRÁFICOS Támara Collins era el tipo de chica que parecía encantarle estar en problemas. Vivía su dia a día en una fraternidad juntó a sus mejores amigos. Pero... todo cambió cuando llegó su nuevo compañero de habi...