Mi inmaduro favorito. ✔

17: Pequeño idiota, me las pagarás.

—¡Hora de levantarse! —gritó el supervisor Jackson desde la planta baja y puedo asegurar que su gritó llegó hasta el tercer piso. Claro, gracias a su megáfono.

Gruñí.

—Arriba —dijo Shane intentando levantarme, pero puse resistencia.

Bufó. Abrazó mi cintura e intento arrastrarme para que mis pies hicieran contacto con el piso helado y despertará.

El aún acababa de despertar digamos que no tenía sus cinco sentidos, yo menos.

Cuando intento bajarme el perdió fuerzas, caí sobre su pecho lo abracé, juro que estaba soñando con Zac Efron.

Es mi amor platónico.

—Támara, ¿podrías?... —dijo Shane.

Gruñí como protesta a que se callara.

Oí su cabeza estrellarse con el suelo.

—¡Julia Tamara Collins! —exclamó Aidan. No sé cómo, ni cuando entro, tampoco me interesa estoy besándome con Zac Efron, imbécil.

Me aferre más a Zac, digo Shane.

—Bueno, no me haces caso a mí, yo sé a quién si —dijo.

Se fue por un momento después regresó.

—¿Támara, puedes despertar? —escuché a Jason.

—Por favor —oí a Aidan.

—Tam —susurró Shane en mí oído.

Abrí los ojos de a golpe, pero sin captar la situación. Aún sigo dormida.

—Buenos días flojita —me sonrió.

—Sí, son súper buenos, pero si sigue sobre Shane, le hará creer que está sumando puntos, así que —me levantó por la cintura—. Shane se la tiene que ganar, no sumar nada —dijo Jason.

—Támara, llevas tu... —dijo Summer y no sé por qué, pero sus palabras fueron suspendidas y sustituidas por—: ¿Ya me la drogaron? —preguntó.

—No despierta —bufó Aidan.

—Mi secreto y el de su mamá es viejo, lo aprendes cuando eres su mejor amiga desde los cuatro años y siempre vas a su casa.

—Hazlo —suplicó Aidan.

SHANE

Sentamos a Támara en una silla, su cuerpo delicado y dormido iba de ub lado a otro, Summer tenía una cubeta de agua con hielo.

—Sigo pensando que es mala idea —dije observando la situación.

Los tres me miraron, pero decidieron ignorarme.

—A las tres —dijo Summer—. Una, dos, ¡tres!

El agua impactó con el cuerpo de Támara, Támara despertó de golpe con los ojos saliendo de órbita.

—¡Está frío! —gritó.

Reímos.

—Yay, despertó —dijo Jason.

La puerta se abrió de golpe apareciendo en ella Alex—. Chicos, tienen que... —nos miró y frunció el ceño alternando miradas entre todos—. Wow, ¿Qué le hicieron a mi Tami? —preguntó Alex.

—Era emergencia —dijo Summer.

Envolví a Támara en una toalla.

TÁMARA

—¿Ya te sientes mejor? —me preguntó Shane.

Asentí y lo miré—. Si, ¿y tú?, digo por tu...