26: ¿Qué ha de pasar?

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Que papá haya llegado fue bueno, demasiado bueno para ser verdad. Mi familia completa podía ser lo mejor que me pudiera estar pasando en momentos. Lo extrañaba tanto.

—No recuerdo que mi hija fuera pelirroja —frunció el ceño.

Suspiré—. Larga historia señor Collins —di unas palmadas en su pecho.

—La quiero escuchar después —dijo con entusiasmo.

Le regalé una sonrisa grande. Los cinco nos dirigimos a la sala de estar. Estuvimos platicando sobre lo que habíamos vivido. Claro, no me salve de contar la historia de lo que le pasó a mi cabello con lujo de detalle.

—¿Y ese tal Shane, es tu novio? —preguntó papá mientras daba un sorbo a su refresco.

Hice una mueca de asco—. Claro que no, es mi molestó roomie —arrugue la nariz.

—¿Un hombre es tu compañero de habitación? —abrió grande los ojos y volteó a ver a mi mamá.

Mi mamá le lanzó una mirada tranquilizadora—. Amor, no te preocupes. Ya les di la plática a ambos y claro el kit de prevención —le dijo posando su mano en el pecho de papá.

—Me hubiera encantado estar aquí para ver sus caras —suspiró—. ¿Recuerdas la cara que hizo Joe cuando trajo a su primera novia? —le preguntó a mi mamá y ambos rieron a carcajadas.

—No es gracioso —resopló Joe cruzando sus brazos sobre su pecho.

Mi mamá sacó su celular y nos mostró el video de la expresión de Joe al recibir esa incómoda plática. Todos explotamos de risa hasta que nos salieran lágrimas.

Momentos como éste valen oro.

El timbre sonó, pero nosotros seguíamos riendo. Me levanté secando mis lágrimas de risa. Abrí la puerta ahí estaba Jason, me miró confundido después miró dentro de mi casa y vio a mi papá.

—¡No puede ser! —exclamó adentrándose a la casa, detrás de él venía Summer—. ¡Tío Charles! —exclamaron al unísono lanzándose sobre él dándose un fuerte abrazo.

Si así es, mis amigos de toda la vida aman a mi papá. No los culpo, él es genial. Cuando se separaron de papá y un poco después de charlar un poco se acercaron a mí.

—Vamos a la playa —dijeron emocionados.

—¿A qué? —fruncí el ceño.

—Son vacaciones de semana santa, duh —dijo Summer como si fuera lo más obvio del mundo.

Lo había olvidado por completo. Eran vacaciones de semana santa, lo que significa playa, arena, océano, un millón de capas de protector solar, trajes de baño, genial.

Miré mi reloj y eran las 3 de la tarde.

—¿A qué hora iremos?

—Ya tonta, Aidan viene en camino —dijo Summer.

Me dirigí a mis papás para pedir permiso. Ambos accedieron, decidí invitar a mi hermano Joe.

***

Íbamos en caminó a la playa en el auto de mi hermano, íbamos Summer, Amber, Aidan, Jason y yo. Claro no pudo faltar la conquista de mi hermano.

—Joe, ¿puedes parar? Me estoy orinando y no creo que quieras que orine tu precioso Jeep traga combustible —dijo Jason. Carcajeé.

Mi amigo tuvo un buen punto, este auto traga combustible a lo bruto.
Se detuvo en medía carretera alrededor de prácticamente árboles y bosque. Jason bajó de un salto y se adentró un poco al bosque para orinar.

Mi inmaduro favorito. ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora