Always in my head »Penniro«

Capítulo 25

Hiro estrechó con fuerza el cuerpo de Penny. No sabía que había ocurrido para que se pusiera a llorar de ese modo, pero no le preguntaría en ese momento. Esperaría a que se tranquilizara primero. Acarició su cabeza suavemente mientras susurraba.

—Tranquila, ya llegué. ¿Están bien? —preguntó haciendo referencia tanto a ella como su padre.

—S-Si, estamos bien, pero papá no puede caminar.

—Llamaré a Baymax —presionó un botón en su traje inmediatamente después de decir eso. 

Penny recordó que no estaban solos cuando una tos se escuchó a sus espaldas. El hombre en silla de ruedas había logrado maniobrarla hacia ellos. Miró a su hija y luego a Hiro y después de vuelta a su hija logrando que ambos adolescentes se separasen de golpe como si la piel del otro quemase. Hiro se puso completamente rígido y trató de mirar a otro lado para esconder su sonrojo mientras que Penny trataba de articular palabras para explicar la escena.

—Papá, el es Hiro Hamada, un... —dudó en revelar la verdad debido a que se encontraban en una situación poco favorable para presentarle a su novio. Por suerte Hiro encontró su voz y respondió por ella:

—Amigo —exclamó él con una voz claramente mas aguda que de costumbre producto de los nervios de tener a su suegro enfrente.

—Si, de la universidad.

La mención de esa palabra desvió el tema, su padre se mostró bastante sorprendido, incluso una suave sonrisa se formó en sus labios.

—¿Universidad?

—Oh, olvidé decírtelo. Entré al ITSF.

—¡Vaya, eso es sensacional! —dijo en voz baja, pero muy entusiasmado— sabía que podrías hacerlo, ¿en que especialidad estás?

—Robótica, obviamente.

—Esa es mi niña.

Un ruido desde afuera interrumpió el tierno momento padre e hija, pero Hiro los tranquilizó diciéndoles que era Baymax. El enorme robot tuvo dificultades para ingresar por la puerta asi que tuvieron que arrastrar la silla hacia el robot. Lo difícil era tomar una decisión pues aunque Hiro había programado a Baymax para volar por si solo no podía dejar al señor Forrester en cualquier lugar. Penny lo pensó, y lo más lógico era que Hiro volase con su padre en los brazos de Baymax y dejarlo en casa con Tía Cass  hasta que resolviesen todo ese problema.

—Hiro, debes ir con mi padre —decidió Penny después de unos minutos pensando— Llama a la tía Cass y explícale la situación, por el momento no podemos llevarlo a mi casa ni a un hospital o Uyeda podría ir por él...

—¡No! —respondieron a la par mirándola con el ceño fruncido. Ella parpadeó sorprendida ante la coincidencia y rapidez de su negativa.

Estaba lista para protestar cuando Hiro la tomó suavemente del brazo y le hizo una seña para que hablasen en privado. Su intensa mirada le decía que no estaba muy feliz con la opción que ella había dado. A pesar de la situación es tensa no puede evitar mirar esos ojos castaños con una mezcla de admiración y cariño, y sonríe ya que él la mira de la misma forma sin importar la circunstancia en la que se encuentren en ese momento.

—No te quedarás sola aquí —dice firme, pero suavemente. No puede evitar soltar un pequeño suspiro, si no tuviesen compañía se habría lanzado a besar esos labios que formaban un puchero enfadado.

—Pero nadie vendrá aquí, todos esos guardias están peleando con los chicos. Hace mas de media hora que no se oye nada aquí.

Para comprobarlo ambos dejaron de hablar y escucharon atentamente algún ruido proveniente de afuera. Nada. Solo se oía un suave sonido metálico parecido a las botas de Gogo y los característicos ruidos de una pelea a lo lejos. Penny no tenía ni idea de en que parte de la empresa se estaba llevando a cabo la pelea, pero se escuchaba bastante lejos