12 de mayo, siete años atrás.
Suena el teléfono de la casa. Penny está sentada haciendo sus deberes de matemáticas mientras ve a su madre salir de la cocina para contestar.
—¿Diga?... Hola cariño —saluda ella sonriendo -Si, Tessa sigue en la escuela y Penny está terminando sus deberes...
Penny deja de prestar atención a su madre y continúa con su labor. Solo le queda un ejercicio.
—Ya terminé mamá —avisa, levantándose con el cuaderno en las manos para que su mamá se asegure de que todos los ejercicios hayan sido resueltos.
—Bien hecho cariño, ya puedes ver tus caricaturas —dijo haciendo el teléfono a un lado por un momento.
Penny guardó sus cosas en su mochila y luego corrió a encender la televisión mientras su mamá terminaba de hablar por teléfono con su papá.
Unos minutos después colgó el teléfono y salió de la habitación por unos momentos. Volvió con unos sobres sellados y una memoria USB que guardó en una de las maletas de seguridad que su padre había creado para llevar artículos importantes.
—Cariño, debo llevarle esto a tu padre pero ya sabes lo grande que es la compañía y tú la conoces como la palma de tu mano ¿me acompañas? —le preguntó.
Penny no de hizo de rogar. Saltó del sofá y apagó la televisión inmediatamente.
—¡Vamos! —dijo corriendo hacia el garaje dónde estaba el auto.
El viaje a la empresa donde su padre trabaja no tomaba más de quince minutos. Al llegar, su madre nota que el estacionamiento está lleno así que decide estacionarse en el supermercado que está a unas cuadras de ahí y así aprovecha de comprar los ingredientes para la cena y un pastel para el cumpleaños de Penny, que había sido el día anterior pero como era viernes, ósea día de clases, decidieron celebrarlo el sábado.
—Ve y llévale esto a tu padre. Si llegas aquí y aún estoy dentro me esperas en la entrada junto al guardia de seguridad, ¿entendido?
—Si mamá, conozco tu protocolo. He hecho esto muchas veces después de clases —dice guardando el maletín en su mochila.
Su madre entra al supermercado y ella emprende camino hacia la empresa. Las veces que ella podía ir era porque su padre le enviaba un mensaje preguntándole si le apetecía pasar un momento y ver los proyectos en progreso o para comer pastel en la cafetería. Ella incluso tenía un pase especial autorizado por el fundador de la empresa pero Penny jamás lo había visto, solo sabía que era buen amigo de su padre y que al notar el talento en robótica que ella poseía decidió darle ese pase.
Llegó a la entrada y se dirigió al guardia en la caseta.
—Hola señor Tamotsu, ¿qué tal está? —saludó desde afuera al hombre de mediana edad que se ocupaba de vigilar las cámaras del exterior.
—Hola Penny, me encuentro bien, gracias. Supongo que vienes a ver a tu padre- dijo el abriendo la reja un poco para que ella entrase.
—Si, debo entregarle algo —dijo sujetando las correas de su mochila.
—Bueno, ya sabes el procedimiento, adelante.
Ella se despidió y caminó hacia las grandes puertas de vidrio custodiadas por dos guardias que la saludaron como si no la hubiesen visto en días. Las puertas se abrieron automáticamente dejando a la vista el escritorio de la recepcionista. Juliet era una mujer de cincuenta años pero que no los aparentaba y siempre le daba galletas de vainilla y dulces a escondidas de su padre.
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Always in my head »Penniro«
FanfictionPenny acaba de ingresar al instituto de sus sueños luego de renunciar a su carrera de actriz. Desde pequeña su padre le había inculcado el amor por la mecánica, pasión que olvidó luego de audicionar para una nueva serie llamada Bolt. 3 temporadas...