Capítulo 22

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Jason vio con nerviosismo como el mismo guardia tomaba a Penny en brazos y la llevaba a algún lugar del ala derecha, iba a seguirlo cuando el otro guardia le puso la mano en el hombro con fuerza.

—Tu padre quiere verte.

Tragó grueso mientras era arrastrado otra vez. La última vez que había estado a solas con aquel hombre había recibido un golpe en la mejilla. Sin embargo, las cosas salían bien ya no tendría que preocuparse por eso. 

Sentía las piernas más pesadas a medida que se acercaba a las enormes puertas que conducían a la oficina de su progenitor. Cuando estas se abrieron fue empujado bruscamente dentro para después oír el golpe que indicaba que estas se habían cerrado.

—Hijo, muy bien hecho.

Su padre estaba parado viendo las cámaras de vigilancia con una tenebrosa sonrisa. Pudo fijarse que Penny había sido llevada a una habitación vacía en donde yacía en el piso.

—Ya hice mi parte, déjame ir. Prometiste que me dejarías ir si lograba traerla aquí —murmuró con los dientes apretados sabiendo se antemano la respuesta del hombre.

—¿Y que vayas a la policía? No, cambié de opinión. Nunca saldrás de aquí —sentenció. Jason sinceramente se lo esperaba, pero aun así no pudo evitar que sus ojos picasen.

—¿Qué vas a hacer con Penny?

—¿Qué?, ¿ahora te preocupas por ella? —preguntó con ironía. Dejó de observar las cámaras y se sentó en su enorme silla de cuero— Trataré de convencerla, ella es inteligente y sabrá lo que es bueno.

—Le hiciste creer a ella y a su familia que su padre había muerto. —le recordó— ¿Aun así crees que te ayudará?

—Si le digo que es la única manera de salvarlo, si.

Jason no podía entender como el hombre frente a él había cambiado tanto. El padre que solía contarle cuentos antes de dormir y llevarlo a jugar al parque parecía haber desaparecido para siempre como si nunca hubiese existido.

—¿Eso quiere decir que jamás me dejarás ir?

—Jason, estás desperdiciando tu talento. Tu deber es seguir mis pasos y heredar la empresa —su padre se levantó, los ojos brillándole de manera casi lunática, y abrió los brazos— ¡Es una gran oportunidad!

—L-Lo pensaré —dijo temeroso e impaciente por salir de ahí— ¿puedo ir a dormir?

—Adelante, ve. Mañana hablaremos con calma.

Jason salió inmediatamente y corrió a su habitación. Se decepcionó al ver a un guardia vigilando su puerta como siempre. El hombre se encogió de hombros con pena.

—Lo siento, ordenes de arriba —susurró. Mark era el único guardia que le agradaba y por suerte era el encargado de vigilarlo ese día.

—La verdad es que no me sorprende, aunque creí que seria distinto esta vez.

Sacudió la cabeza  y simplemente entró a la habitación. Al menos no habían cámaras ahí, pero aún así puso música lo suficientemente alto como para ocultar su voz. Sacó una vieja laptop que su padre no había logrado detectar y se ocultó bajo las mantas. Sacó del bolsillo de su pantalón un pequeño auricular.

—Hey, ¿siguen ahí? —preguntó con nerviosismo.

Un ruido de interferencia se escuchó por algunos tensos segundos antes de que la señal aclarase.

—Si, ¿todo bien?

—Si, Penny fue llevada a unas habitaciones en el piso diez. Uyeda tratará de convencerla usando a su padre de por medio, está en el piso quince —se puso a teclear buscando las cámaras— Estoy en el sistema, pero no puedo hacer nada aun.

Always in my head »Penniro«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora