Capítulo 7

851 84 9
                                    

Todo el incidente de su identidad había sido hace un mes atrás por lo cual Penny se sentía más libre y tranquila, en general.

Muchos de los alumnos del ITSF la empezaron a reconocer y pidieron autógrafos, hasta ahí todo normal. El problema fue cuando algunos fanáticos mas osados intentaron seguirla hasta su casa. Habría sido desastroso de no ser por que Gogo la encontró escapando y la ayudó llevándola en su bici. Durante este mes, Hiro y Penny se volvieron mucho más unidos que al principio, también se hizo muy amiga de Honey, Gogo, Wasabi y Fred. Este último era con quien mas hablaba pues era un gran fanático de la serie, tenía desde las novelas graficas a unos peluches de edición limitada. Cuando le dijo que Bolt estaba en su casa el chico casi se desmaya, le prometió que podría conocerlo durante las vacaciones.

Ese día, Penny salía de su taller después de un largo y agotador día. Caminó hacia el laboratorio principal para despedirse de los chicos que estaban reunidos en una ronda viendo unas fórmulas químicas de Honey Lemon con sonrisas nerviosas ante el entusiasmo de la rubia. Normalmente se quedaría, pero le prometió a Tessa que la ayudaría a fingir ser su paciente mientras practicaba algunos procedimientos de enfermería.

—Ya me voy chicos —se despidió con la mano. Ellos le dijeron adiós y antes de voltear, pudo ver a Gogo darle un codazo a Hiro.

—¡Penny, espera! —volteó y vio a Hiro algo nervioso.

—¿Si?

—Me preguntaba, —empezó a rascarse el cuello como siempre hacia cuando estaba inquieto, Gogo golpeó su hombro ahora mas despacio— ¿te gustaría acompañarme a comer algo? 

Penny nunca había salido con alguien a comer por lo cual no pudo negarse.

—¡Claro! ¿ahora mismo?

—¡Si! —respondió entusiasmado— Quiero decir, si, ahora —dijo algo más calmado.

—Bien, solo dejame enviar un mensaje a mi hermana antes de irnos.

Hiro tomó su mochila de una silla y caminaron juntos a la salida. Fueron hablando de temas aleatorios por todo el camino. Penny no preguntó hacia donde iban, y él debía de conocer bien la dirección porque caminó sin detenerse a mirar alguna señalética.

—Llegamos —se detuvo frente a un edificio. Ella se fijó que el letrero de la entrada decía cerrado.

—Hiro, creo que te equivocaste, el letrero dice... —no terminó la frase ya que sacó una llave de su bolsillo y abrió la puerta.

 —no terminó la frase ya que sacó una llave de su bolsillo y abrió la puerta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Bienvenida al Lucky Cat Café —dijo mientras entraban. 

Era un lugar muy bonito y no lo decía sólo por la temática de gatos, se notaba un ambiente muy agradable dentro. Olía a café y chocolate, se le hizo agua la boca de inmediato.

—¿Por qué tienes la llave de este lugar? —preguntó curiosa.

—Bueno, aquí vivo. En el segundo piso —apuntó hacia unas escaleras— ¡Tía Cass, ya estoy aquí! —al instante, una mujer guapa bajó por las escaleras y abrazó a Hiro.

—Mi niño ¿qué tal las clases? —Hiro estaba rojo como un tomate tratando de liberarse del abrazo— ¿tienes hambre? prepararé algo ahora.

La mujer al fin lo soltó y reparo en su presencia. Penny sonrió con amabilidad y la mujer abrió los ojos en grande viéndola a ella y luego a Hiro.

—Hola, soy Penny, mucho gusto —estiró la mano para estrecharla pero en vez de eso fue atraída a un fuerte abrazo.

—Al fin te conozco querida, me da mucho gusto —la soltó un poco y tomó su rostro para verlo— eres muy linda, al como Hiro te describió.

—¿Gracias? —dijo sin saber que mas decir.

—¡T-Tía Cass! —gruñó Hiro, estaba sonrojado hasta las orejas pero su tía lo ignoró.

—Por favor dime tía Cass, —la soltó del abrazo— seguro tienen hambre, siéntense y les llevaré algo.

—Seguro, tía Cass. Gracias-

Los llevó a una mesa cercana y se fue a la cocina. Penny miró a Hiro quien se tapaba la cara avergonzado. Era algo gracioso si lo pensaba, ver a Hiro tan sonrojado era tierno y chistoso. 

—Lo siento por eso, mi tía es algo entusiasta —rio incómodo evitando mirarla a los ojos.

—Descuida, creo que es muy simpática —le dijo ella tratando de calmarlo, luego recordó lo que ella había dicho— Hiro, ¿crees que soy linda? —la pregunta lo tomo por sorpresa y enrojeció más de lo que ya estaba.

—B-Bueno, yo no... q-quiero decir si, no —finalmente tapó su boca y se golpeó la cabeza contra la mesa mientras ella reía. 

—Tranquilo no te atormentes, de hecho tú también me pareces lindo... —dijo sin pensar, luego se dio cuenta y se sonrojó igual que él— olvida eso.

Hiro la miraba de reojo, casi dudoso. Como el pobre ya había pasado por mucha vergüenza en tan poco tiempo decidió darle un empujoncito.

—¿Sucede algo? —preguntó.

—No, nada —Hiro negó de inmediato. 

Después se puso a mirar por la ventana sin dirigirle alguna otra palabra. La situación era algo incómoda y no sabía como romper el silencio sin parecer irritante. Pasó su mirada por todo el lugar divisando algunas fotos y un gato durmiendo en la escalera. 

—¿Por qué me invitaste solo a mi? —preguntó, tenía algo de curiosidad ya que los chicos no los habían acompañado.

—Bueno, eres la única que nunca ha venido aquí, así que creí que sería bueno que observarás todo con calma y no con el bullicio habitual, —explicó— además, quería preguntarte algo.

—Aquí tienen, tesoros. —interrumpió la Tía Cass— Una malteada de chocolate y otra de fresas más dos trozos de pastel de chocolate.

—Muchas gracias, tía Cass —le agradeció Penny. 

Miró a Hiro quien al mismo tiempo miraba a su tía quien seguía parada junto a ellos.

—Tía Cass —la llamó Hiro suavemente tratando de decirle algo con la mirada.

—¿Interrumpo? Lo siento, ya me voy. Disfruta la comida Penny —seguido a eso subió corriendo las escaleras con la bandeja en la mano.

—¿Preguntarme que cosa? —retomó el tema después de darle un sorbo a la malteada. Estaba deliciosa al igual que el pastel.

—El sábado habrá un festival camino al santuario ¿te gustaría ir conmigo?

Ella se esperaba cualquier cosa menos una invitación a salir. Sabía que Hiro era un chico mas bien introvertido y que rara vez salía de casa a menos que fuese al instituto, por eso no pudo evitar soltar un sonido de confusión.

—¿Eh?

Eso solo pareció poner ms nervioso al chico.

—Lo siento, es que me tomaste desprevenida. No sabía que habría un festival, y según sé, tu apenas sales de casa.

—Bueno, crei que sería una buena experiencia para ti. Ver un festival en San Fransokyo es único. —exclamó— Hay comida deliciosa, juegos, decoraciones con linternas y fuegos artificiales.

Penny no recordaba haber asistido a algún festival antes. Solo a algunas ferias cuando era pequeña, asi que aceptó sin dudarlo.

—Claro, vayamos juntos.

Always in my head »Penniro«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora