Always in my head »Penniro«

Capítulo 9

Ambos decidieron juntarse fuera de la entrada del festival a las siete en punto, pero en su ataque de nervios el chico terminó llegando media hora antes de lo acordado.  

Tía Cass lo había ayudado a elegir ropa decente y a arreglar su cabello, habían decidido cortarlo un poco. Llevaba unos jeans negros rasgados en las rodillas, sus zapatillas rojas, una camisa y una chaqueta encima; según tía Cass se veía como alguien diferente, casi se parecía a Tadashi. Ese comentario instantáneamente lo alegró un poco y abrazándola le dio gracias por la ayuda para luego tomar su celular, dinero e irse.

Ahora que lo pensaba, debió revisar la hora antes de salir. Penny no llegaría hasta dentro de 20 minutos aproximadamente por lo que no le quedaba más remedio que sentarse en una banca y esperarla.

—Hiro, has llegado antes.

Volteo al reconocer su voz quedando congelado al verla. Se veía muy linda. 

Llevaba una yukata con patrón de flores, el cabello recogido en un pequeño moño del cual quedaban libres su flequillo y algunos mechones en las orejas, usaba unos pequeños aretes en forma de perlas, pero lo que me dejó sin aliento fue su rostro, estaba maquillada se manera sutil pero le quedaba perfecto.

—Wow.

—¿Me veo rara?

—No, para nada —dijo rápidamente— te ves... linda.

—Oh, gracias. Recibí un poco de ayuda

Veinte minutos antes, luego de constantes amenazas y regaños de Honey, la rubia se alejó de ella y la contempló un momento.

—Perfecto —aplaudió complacida— ¡Gogo ya puedes pasar! —avisó asomándose fuera del  cuarto. 

La recién nombrada entró mirando su celular hasta que Honey se lo quitó y la hizo mirar a Penny quien no tenía ni idea de como lucia el maquillaje que le habían aplicado. 

—Wow —exclamo sorprendida— tienes talento, lo admito. 

—¿Acabas de darme un cumplido? ¡Tengo que grabarlo! —sacó su celular y puso la grabadora— adelante, dilo de nuevo —Gogo se acercó al aparato con una sonrisa malvada.

—Tu vestido está horrible.

Honey la miró enfadada pero no sorprendida por sus palabras, guardó el teléfono y se volteó hacia la cama tomando un espejo de mano dándoselo a Penny quien miró su rostro asombrada.  

—Tengo que admitirlo, haz hecho un gran trabajo Honey —habló contemplando la sombra brillante en sus ojos— vaya, apenas y me reconozco. —le sonrió— Gracias, eres muy buena en esto. 

—De nada, es bueno que alguien reconozca mi trabajo —recalcó fulminando a Gogo con la mirada, quien ni se inmutó, al contrario, la ignoró y miró a Penny.

—Son las seis, ¿a qué hora quedaron de juntarse? —le preguntó mientras miraba su reloj. 

—A las siete en la entrada —contestó mientras guardaba su celular y dinero en una bolsa a juego con la ropa— ya debería irme, no me gusta ser impuntual, o mejor dicho me obligaban a no ser impuntual —murmuró la última frase mientras recordaba los regaños por llegar tarde al set de grabación. 

Ellas parecieron notar de que hablaba pero no preguntaron nada lo cual agradeció mentalmente. Al bajar las escaleras, un flash la cegó momentáneamente.

 —¿Pero que diablos? ¡Tess, casi me dejas ciega! —reclamó— un momento ¿tú no tenías una cita —su hermana sostenía su cámara instantánea mientras veía como la foto recién tomada se imprimía.