Always in my head »Penniro«

Capítulo 17

Penny apenas terminó de hablar cuando fue rodeada por sus brazos y sintió como le daban vueltas. No pudo evitar reír mientras se aferraba a él completamente abrumada por toda la situación. Hiro se detuvo lentamente y la dejó con cuidado en el suelo, al parecer la vergüenza había regresado a su sistema ya que tenía la cara muy roja y evitaba mirarla a los ojos.

—Así que, ¿ahora que? —preguntó Penny riendo nerviosa.

—Ahora será mejor que te lleve de vuelta a tu casa.

—¡Oh no, deje a Tessa en la puerta y corrí hacia aquí! —recordó de pronto— debe estar preocupada, o enfadada —se lamentó poniendo una sonrisa temerosa.

—Entonces corramos —sugirió .

Corrieron tomados de la mano hasta que llegaron a la casa de Penny. Una muchacha pelirroja estaba en las escaleras de la entrada sentada de brazos cruzados, se levantó apenas los vio llegar.

—Enana malcriada, ¿a dónde demonios fuiste? —exclamó enfadada hasta que vio a ambos jóvenes tomados de la mano y con las mejillas rojas. Se rio en voz baja y negó con la cabeza— ¿Sabes? lo dejaré pasar por ahora —dijo mientras se daba la vuelta y entraba dejando la puerta entreabierta.

—Esa es mi hermana mayor —le aclaró penny a Hiro cuando él volteo a verla— y será mejor que entre.

—Si, y yo ya debería irme. —dijo él, aunque no tenía nada de ganas de marcharse ni ella quería que él se fuera— Buenas noches.

—Buenas noches —Penny se dio la vuelta y subió las escaleras.

—Penny —la llamó Hiro, ella volteó de inmediato— ¿serías mi novia? —preguntó con las mejillas sonrojadas. Penny se quedó muda por un segundo pero luego sonrió.

—Claro que si —respondió.

Bajó las escaleras hasta llegar en frente de Hiro. Con la poca valentía que tenia se puso de puntillas y dejó un pequeño beso en sus labios. Apenas un toque suave e imperceptible. Se separó con vergüenza pero se rio al ver a Hiro paralizado con la cara muy roja. 

Cuando ella se empezó a alejar, él le tomó el rostro con delicadeza y la besó. Fue un beso corto pero mas duradero que el primero, solo sus labios unidos sin moverse, justo con la torpeza de quienes dan su primer beso. Hiro se separó y le besó la mejilla unos segundos.

—Ya entra, creo que tendrás muchas explicaciones que dar —comentó apuntando a la ventana donde su hermana y su madre los estaban mirando. Cuando ella volteó ellas cerraron la cortina de golpe.

—No me dejarán en paz —se quejó, apoyando la cabeza en el hombro de Hiro. Él le acarició el cabello y sonrió— Ahora si, adiós —se despidió dándole un beso en la mejilla antes de entrar corriendo a la casa.

—Adiós —susurró el embobado. Dio la vuelta y volvió a casa mas feliz de lo que había estado hace tiempo.

Cuando Penny entró, su madre y su hermana estaban de brazos cruzados en el sofá tratando de parecer serias pero sabía que solo fingían. Se sentó en el sofá individual frente a ellas.

—Hablen ya, mañana tengo clases —dijo. Escuchó a ambas mujeres gritar y hablar al mismo tiempo con entusiasmo sin entender nada de lo que decían— Una a la vez —pidió tratando de no rodar los ojos ante su madre.

—¿Dónde esta mi pastel? —reclamó Tessa.

—Mañana te lo traeré, ¿mamá, algo que decir? —preguntó a la mujer, que trataba de mantenerse quieta.

—¿Quién es él?, ¿es de tu instituto?, ¿qué estudia? ¡¿cuándo planeabas decirme que tenias novio jovencita?! —habló tan rápido que su cara se puso roja y tuvo que detenerse a tomar aire.

—Primero, su nombre es Hiro Hamada y estudiamos lo mismo, segundo, acabamos de hacernos novios hace menos de cinco minutos mamá —respondió con calma. Su mamá hizo un puchero algo infantil.

—Nunca me hablaste de él —le reclamó— No sabía que te gustaba alguien cariño.

—Oh mamá, lo siento. —se disculpó apenada— Aún estaba confundida respecto a si me gustaba o no y olvidé mencionártelo. —se excusó, sentándose en el sofá junto a ella— ¿Estás molesta? —preguntó poniendo cara de perrito regañado.

—Claro que no, cielo —dijo ella abrazándola— solo sorprendida, haz crecido tanto hija. Sabes que quiero conocerlo ¿verdad? invítalo a cenar un día de estos.

—De acuerdo, siempre y cuando ustedes dos se comporten. —les advirtió. Ellas asintieron con inocencia— Me voy a la cama, buenas noches.

—Hermanita, voy contigo —dijo Tessa pasándole un brazo por los hombros— Mas te vale que ese pastel sea de triple chocolate —le susurro al oído— y vas a contarme todo en este mismo instante, con detalles.

Hiro llegó a su casa con una inmensa sonrisa y las mejillas rojas. Inmediatamente su tía lo detuvo en la sala.

—¿Qué ha pasado que te tiene tan feliz?, ¿no estarás metido en drogas o si? ¡porque si es así te sacaré la adicción a golpes jovencito! —amenazó sacándose un zapato.

—¡No, tía Cass, detente!, ¡no me estoy drogando! —exclamó, parándose y escondiéndose detrás del sofá. Su tía se detuvo y se sentó.

—Explícame entonces que es lo que te tiene con esa cara —Hiro se sentó a su lado y suspiró feliz.

—Le dije a Penny lo que sentía por ella, —explicó. Trató de no reír al escuchar un grito ahogado de su tía— y me dijo que sentía lo mismo por mi así que ahora es mi novia —luego de decir eso su tía empezó a saltar por la sala celebrando.

—¡Mi bebé tiene novia!, ¡jamás creí que este día llegaría! —dijo abrazándolo con fuerza, casi ahogándolo.

—¡Hey! ¿que quieres decir con eso? —preguntó ofendido.

—Seamos honestos Hiro, lo único en tu vida era la robótica hasta que llegó Penny —su tía lo soltó, aún sonriente— Pero tienes suerte de que ella sea igual, creo que será buena influencia para ti.

—Y yo espero ser bueno para ella —suspiró enamorado— Iré a dormir, quiero pasar por Penny mañana. Buenas noches tía —se despidió besando su mejilla.

—Buenas noches Hiro —el adolescente subió hasta su recamara mientras su tía veía las fotos en la pared con nostalgia.

—Se está convirtiendo en un gran chico. —comentó para si misma mirando la foto familiar donde salían los padres de Hiro, abrazándolo a él y Tadashi cuando pequeños— Espero que estén orgullosos de el como yo lo estoy —se alejó de la foto y caminó hasta la habitación del menor, quien dormía plácidamente con una sonrisa en los labios.

Ella sonrió también y se fue a dormir.