CAPÍTULO 23: SENTIMIENTOS AMARGOS

842 97 31
                                    

Sasuke salió cabreado del departamento de Hinata, se sentía tan tonto y estúpido. Parecía que todo ese tiempo que había estado a su lado no importaba ahora que Naruto había aparecido.

Sus esfuerzos, sus sentimientos...

Todos tirados a la basura.

Necesitaba desahogarse, quitar de su cabeza cualquier pensamiento que le recordara a Hinata así que sin pensarlo mucho más fue al primer bar que encontró. No era una persona que le gustara beber, o solucionara sus problemas con el alcohol, pero con todo el despecho que sentía fue la única salida que encontró.

Al principio solo tomó un par de copas, pero rápidamente fueron en aumento. Llegó un momento que dejó de contarlas, bebiendo casi todo lo que había en la carta y cuando se despertó se percató de lo que había hecho.

Miró a su alrededor, se encontraba desnudo, su traje estaba regado por toda la habitación. Seguramente estaba en algún hotel, tomó sus ropas y se las puso.

Para su sorpresa no había ninguna chica a su lado, aunque debía admitir que lo agradecía, no quería tener que lidiar con alguna molestia más explicándole que él no estaba interesado en que algo pasara entre ellos.

No quería ni llantos ni reclamos.

Además, había esto tan ebrio que ni siquiera recordaba la cara de la chica con la que había pasado la noche.

Así que, sin más demora salió de allí y fue a la empresa.

Cuando llegó sentía que varias miradas lo perseguían, seguramente se debía a que estaba usando el mismo traje que ayer. Apretó un botón del intercomunicar y le pidió a su secretaria que le trajera un nuevo traje.

Notó como la siempre eficiente chica se estaba demorando más de lo normal en responderle, pero después de un rato con voz suave habló.

—Entendido Uchiha-san.

Había pasado más de una hora y medias desde que le había pedido su traje y aún no había respuesta de su secretaria. No era la primera vez que él salía con una solicitud de ese estado.

Antes que llevara algunos trajes a la casa de Hinata había días que tenía que dormir allí y partir con el mismo traje por lo que su secretaria en esas dos ocasiones había conseguido un traje de su gusto en menos de media hora.

No entendía porque ahora estaba demorando tanto.

Irritado iba a abrir la puerta, pero para su Kin Tsushi apareció con un atraje azul marino.

Sasuke le dio un seco gracias y la chica presurosa salió de la habitación, él sin más demoras se lo puso y centró toda su atención en la pila de trabajo que tenía acumulado en su mesa.

Afuera de la oficina del chico la secretaria dio un respiro de alivio, temía que le dijera algo.

Así, cada uno centrándose en su trabajo comenzaron a pasar las horas.

Cuando Kin se percató en el reloj se dio cuenta que habían pasado un poco más de las dos de la tarde y se extrañó. Desde que ella trabaja allí Sasuke siempre a las dos de la tarde salía de su oficina para ir a comer con Hinata Hyuga.

Eran raras las veces que ambos no compartían una comida juntos.

No quería entrar en la oficina de su jefe, no podía enfrentarlo, pero su preocupación y cariño por él pudo más y tocó su puerta.

—Ya es la hora de comer. ¿Aviso para que tengan listo su coche? —dijo su secretaria.

—Comeré aquí—habló para nuevamente centrar su atención a la pila de papeles que tenía sorprendiendo a la chica.

Demasiado tarde [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora