CAPÍTULO 6: NOTICIA INESPERADA

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Sasuke era orgulloso y altanero, pero su ego no se debía solo a su gran autoestima, sino también a lo observador que era. Él sabía cuándo alguien lo consideraba importante, no le era difícil interpretar las señales, pero con Hinata todo cambiaba.

Sí, no negaba que para la chica se había ganado un puesto en su vida, el problema radicaba en que no sabía si lo veía de la misma manera que a Kiba, Neji o Shino y justamente eso era lo que más le martirizaba.

Después de media vida de amor no correspondido sabía que no cambiaría por nada la cercanía que ahora tenía con Hinata, pero al volverse más cercanos parecía que en vez de conformarse, cosa con la que nunca había sido bueno, solo quería más.

Sabía que con el paso del tiempo acabaría haciendo que Hinata se enamorase de él, era Uchiha Sasuke, pero con solo una semana por delante no tenía tiempo para nada.

Además, no estaba solo el hecho de que estuviera lejos de Hinata, sino lo que eso significaba. Sí, sabía que no iba a estar sola durante su embarazo, que esos tres no lo permitirían, pero él quería participar también en todo ese proceso. Y no solo por la chica, que ya de por sí era una razón de peso, sino también por la vida que ella estaba gestando. De alguna manera se preocupaba por ese pequeño que aún ni siquiera había nacido.

—Maldición—susurró algo frustrado.

En un momento creyó que irse a Kioto arreglaría todos sus problemas, pero ahora parecía que a causa de esa repentina decisión todo su progreso con Hinata se iba a venir abajo. No tenía mucho tiempo, debía decirle cuanto antes lo de su partida, muy a su pesar.

Con decisión entró a la cafetería donde habían quedado, pero para su sorpresa la chica no se encontraba sola.

Al ver a las dos personas que hablaban con la chica se acercó presuroso a ella ya que sabía lo nerviosa que estaría de su cercanía.

Desde que ella se había enterado de su estado había estado dando vueltas sobre decirle a los padres de Naruto acerca de su embarazo, después de todo, ellos serían los abuelos de ese pequeño.

—Sasuke-kun—dijo Hinata llena de alivio cuando vislumbró la imagen del chico.

Antes no habría tenido ningún problema por estar a solas con Minato y Kushina, incluso después de lo que Naruto le había hecho todavía los apreciaba. Pero dada la situación en la que se encontraba no estaba para nada a gusto con su cercanía. Lo que más le disgustaba era mentir y al estar escondiéndoles lo de su embarazo de alguna manera sentía que los estaba engañando y su conciencia la estaba carcomiendo por dentro.

Con su bolso tenía oculto su vientre, aunque no estaba tan abultado temía que con lo perceptiva que era Kushina se diera cuenta de su estado.

Los padres de Naruto giraron sorprendidos a encarar al Uchiha, que ellos supieran Hinata y Sasuke nunca habían sido cercanos, pero ninguno de los dos dijo nada al respecto y solo saludaron amablemente al chico, después de todo lo había visto crecer desde pequeño, por lo que le tenían una gran estima. Además, se trataba del mejor amigo de su hijo.

Cuando recordaron a su vástago sus rostros adquieran un tono taciturno, lo extrañaban demasiado, no sabían nada de él y comenzaban a estar preocupados.

Tanto Hinata como Sasuke notaron ese cambio en su estado de ánimo, pero prefirieron no decir nada.

Hinata les explicó que había quedado a tomar allí algo con Sasuke y les pidió que se quedaran a lo que ellos aceptaron, hablaron un poco más sobre cosas no muy relevantes. Ahora que Sasuke estaba al lado de Hinata se sentía mucho más protegida y tranquila.

Pero de alguna manera la conversación acabó dirigiéndose a la desconocida ubicación Naruto y el ambiente comenzó a tensarse.

—Lo siento—dijo Kushina arrepentida por haber nombrado a su hijo.

—No se disculpe, por favor—pidió Hinata. —Él es su hijo, es normal que se encuentre preocupada por él—dijo suavemente. "Como madre la entiendo" dijo en su cabeza.

Sasuke vio de reojo a Hinata, no sabía si era bueno decir que él sabía dónde se encontraba Naruto, de alguna manera temía que fuera a su encuentro si supiera su ubicación. Así que como un cobarde solo se calló.

Hinata se sentía nerviosa, tomó ligeramente su vientre y con decisión miró a Kushina y Minato. Ambos siempre habían sido muy buenos con ella, merecían saber la verdad.

—Yo soy la que debería disculparme —dijo de pronto Hinata extraño a los demás presentes, incluso a Sasuke, pero rápidamente cayó en cuenta de lo que iba a hacer y el porqué de su disculpa.

Y justo como él pensaba reveló lo de su embarazo, dejando de piedra al matrimonio.

Kushina parpadeó un par de veces para luego correr a abrazarla, mientras Minato aún trataba de procesar lo ocurrido. Pero el rostro de la mujer poco a poco fue cambiando al ver la gravedad de la situación.

Su hijo había huido con otra mujer y había dejado a Hinata. Con este hecho estaba claro que la chica jamás lo perdonaría. Sobretodo cuando la había dejado sola con un bebé.

—¿Naruto lo sabía? —dijo temerosa.

No quería creer que su hijo hubiera dejado a Hinata si supiera de su estado, pero después de lo que había hecho el día de su boda ya no podía estar tan segura.

Para alivio de la Uzumaki Hinata negó.

—Si él vuelve... Por favor, no le digan nada—pidió ella.

Kushina y Minato intercambiaron miradas. No quería ser injustos con su propio hijo, pero había dañado demasiado a Hinata como para negarle aquel favor.

—Lo prometemos—dijeron ambos a la vez trayendo paz a la chica.

—Solo... permítenos formar parte de la vida de este bebé—pidió Kushina y Hinata la abrazó.

—Por supuesto—respondió trayendo un poco de consuelo a su corazón.

Cuando terminaron de hablar se despidieron, no sin antes prometerle al matrimonio que estarían siempre enterados de cualquier cosa relacionado a su futuro nieto.

—¿Ya has pensado un nombre? —dijo Kushina justo antes de irse.

Hinata dirigió una mirada a Sasuke y sonrió.

—Natsume—respondió haciendo que el matrimonio sonriera, parecía un bonito nombre para su futuro nieto.

Cuando se encontraron solos Sasuke no podía evitar la sonrisa que tenía en su rostro. Hinata había acabado escogiendo el nombre que él había pensado y eso no hacía más que generar todavía más cariño por aquel niño.

Sentía que ahora, de alguna manera él también estaba conectado al pequeño.

—Como yo le puse el nombre, supongo que seré su padrino—dijo él de pronto sorprendiéndola.

—Lo pensaré—dijo con una pequeña sonrisa traviesa que le enterneció. Hinata era toda una caja de sorpresas.

La simple idea de que ahora iba a tener que estar lejos de ella le cabreaba, encontraría la manera de aumentar las ganancias en menos tiempo, un año alejado de Hinata se iba a convertir en una verdadera tortura.

Notas de la autora: Holis, bien aquí estoy. Perdón por mi desaparición, sí, sé que el capítulo es algo corto, pero el próximo capítulo no tardaré demasiado en publicarlo, así que espero de alguna manera poder compensar por dejarlos abandonados tanto tiempo. 

Gracias por su apoyo, ya nos leemos.

Espero que les guste.

Demasiado tarde [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora