CAPÍTULO 19: INEVITABLE ENCUENTRO

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Natsu no había dicho absolutamente nada y aquello no hacía más que poner nerviosos a Kushina y Minato.

Intentando aparentar más tranquilidad de la que ambos sentían los habían sacado de la comisaría y los habían llevado a su casa. Pero sabían que ahora todo se iba a poner peor. Kushina tan pronto estuvieron en su hogar llamó a Hinata, tenía que avisarle sobre la situación y como se esperó notó el nerviosismo de la chica al otro lado de la línea. Pero no la podía culpar, ya que ella se encontraba igual o peor.

Si Naruto se llegaba a enterar de que ellos le habían escondido lo de su hijo se iba a molestar mucho, temía que no se lo fuera a perdonar, más sabiendo que aún seguía queriendo a Hinata.

Inojin no entendía muy bien que era lo que ocurría, por lo que lo único que pudo hacer fue permanecer al lado de su amigo, sentía que lo necesitaba. Akane también notó el cambio de actitud de su primo y no entendía porque se había vuelto tan serio, había sido muy amable con ella antes.

—¿Estás molesto? —preguntó Akane.

Natsu la miró y soltó un largo suspiro, no tenía nada de ganas de responderle a la niña. Que ahora que la miraba era bastante parecida a él, ambos compartían el mismo color de pelo. Pero sobre todas las cosas tanto su madre como su padrino le había dicho que la educación estaba primero que todo, así que aguantándose toda la incomodidad que sentía y las ganas de ignorarla le respondió.

—Solo estoy cansado—dijo sin más.

Akane la miró preocupada, parecía otra persona y la verdad es que quería insistirle, pero creyó que si hacía eso solo lo incomodaría más, por lo que no le dijo nada más.

Mientras los dos adultos hablaban dentro los tres niños permanecían en el más completo mutismo.

Cuando de pronto el timbre sonó Kushina salió presurosa de la cocina, ya que seguramente se trataba de Hinata y no se equivocó.

Apenas la chica ingresó a la casa del matrimonio Natsu se acercó a ella, con una rápida reverencia se despidió de sus abuelos y de la niña.

—Mamá vamos a casa, ven Inojin. Ya nos vemos hoy en el recital—dijo Natsu con una voz bastante monótona sorprendiendo a sus abuelos, ya que el pequeño siempre era muy cariñoso.

Hinata solo pudo echar un pequeño vistazo a la pequeña para luego despedirse rápidamente con una reverencia y marcharse de allí seguida por Sasuke e Inojin, que aún seguía sin saber muy bien que es lo que había pasado para que su amigo se pudiera así.

Los cuatro subieron al coche, todos notaban lo tenso que se encontraba el ambiente por lo que ninguno osaba decir nada.

Primero pasaron por casa de Inojin, dejando así al menor, que todavía miraba con preocupación a su mejor amigo.

—Si necesitas algo aquí estoy—dijo el pequeño rubio haciendo que Natsu esbozara una pequeña sonrisa y agradeciera internamente por tener un amigo como él, a veces podía ser un poco raro, pero siempre era leal.

Cuando los tres estuvieron solos Sasuke no aguantado más y habló.

—Seguirás con tu derecho a guardar silencio, o nos dirás que es lo que te preocupa—dijo Sasuke serio.

Natsu lo miró, sabía que si permanecía callado ninguna de sus dudas se iba a resolver, pero también una parte de él temía lo que le fueran a decir.

—¿Mi padre tiene otra familia? —dijo Natsu.

Tanto Hinata como Sasuke lo miraron con sorpresa, definitivamente Natsu era mucho más espabilado y listo que cualquier niño de su edad. Ambos sin decir palabra sabían que lo mejor no era engañarlo, pero tampoco podía soltarle toda la verdad de golpe.

—Es complicado—dijo Hinata en un pequeño susurro pero que el menor escuchó.

Natsu en verdad se sentía indignado, quería saber que ocurría, pero al ver como su madre se estaba poniendo tan nerviosa decidió no insistir.

—Tengo mucho tiempo, puedo esperar—dijo él sorprendiendo nuevamente a los dos adultos.

Hinata se volteó y abrazó a Natsu con más fuerza de lo que el niño esperaba, pero no se quejó incluso cuando el abrazo de su madre se volvió ligeramente asfixiante.

Sasuke también lo abrazó y acarició su cabeza.

Estaba bien, no necesitaba a su padre, nunca lo había necesitado. Ahora solo tenía que centrarse en el recital de esa noche, todo iría bien.

oOoOoOoOo

Hinata miraba el reloj con impaciencia, se estaba haciendo tarde y su acompañante aún no aparecía, temía que no pudieran llegar a tiempo a la escuela. Desde que se había enterado sobre el encuentro entre Akane y su hijo sus nervios no habían hecho más que aumentar. Sabía que ninguno de sus amigos ni los padres del chico le dirían nada sobre Natsu, pero aun así no podía evitar que el estrés arremetiera contra ella.

Además, no entendía porque no todos los días justamente hoy debían encontrarse, era el recital de su niño.

Sin poder evitarlo el recuerdo de Akane vino a su mente, parecía que Naruto había hecho su vida y ni siquiera se había vuelto a preocupar por ella. Sintió un pequeño atisbo de ira y rencor hacia la pequeña, pero tan pronto como se dio cuenta de hacia dónde iban sus pensamientos se detuvo.

Mas que nunca necesitaba el apoyo de Sasuke y como siempre el chico le respondía correctamente, se había quedado a su lado todo el tiempo, pero a causa de una junta importante se había tenido que ir, prometiéndole que antes de las ocho estaría para ir a ver el recital de Natsu.

A punto estuvo de llamarle cuando escuchó el timbre, haciendo que se levantara como un resorte y corriera impaciente hacia la entrada. Iba a regañarle por su atraso, pero las palabras se quedaron en su garganta cuando al abrir la puerta se encontró con una persona no esperaba volver a ver.

Aquellos ojos azules como el mar, aquel pelo rubio y esa piel ligeramente bronceada eran una clara muestra que no se trataba de la persona que esperaba.

—Hola Hinata-chan—dijo con aquella brillante y zorruna sonrisa que antaño la había enamorado por completo, logrando descolocarla sin saber que decir, no se esperaba verlo de nuevo, más bien, no quería verlo.

Cuando Naruto fue a recoger a Akane pensó que lo mejor era marcharse antes de alguien lo viera, pero de alguna manera su cuerpo lo había llevado hasta el apartamento de Hinata, que parecía ser el mismo que cuando ellos aún salían.

Además, Sakura ya se encontraba con su niña y una parte de él necesitaba ver a Hinata, saber que era de ella. En ningún momento les había preguntado a sus padres por ella, temía que si se enteraba de algo saldría corriendo a verla, tal como había pasado ahora.

Notas de la autora: Bien, me alegra podido traer el capítulo antes de lo que tenía planeado. En fin, las cosas no hacen más que complicarse para la pobre Hinata. 

Muchas gracias por todo.

Ya nos leemos.

Demasiado tarde [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora