𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓒𝓲𝓷𝓬𝓸

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𝓐𝓺𝓾í 𝓥𝓪𝓶𝓸𝓼 𝓓𝓮 𝓝𝓾𝓮𝓿𝓸

Amaris acompañó a cada niño a su casa, siendo Max la última. Sabía que no tenía mucha confianza en ellos, pero ella trató de transmitirle lo más que podía para que confíe en ella.

— Así que California. — Musitó viéndola andar en su skate.

— Ajá.

— ¿Y qué tal Hawkins por ahora?

— Bien, salvo eso que pasó hoy en la escuela.

— Lo siento por eso. — Amaris hizo una mueca. — Y dime, ¿tienes hermanos?

— Soy hija única en realidad. — Contestó Max encogiéndose de hombros.

— Bueno, somos dos. — Ella le sonrió cuando vio que la miraba. — Dustin es como mi hermanito desde hace cuatro años.

— Suena genial. — Asintió la pequeña. — Bueno, en realidad tengo un hermanastro, pero es un idiota.

— ¿Tan malo es?

— Es un completo idiota. — Repitió la niña.

— ¿Acaso te molesta? — Preguntó Amaris con preocupación.

— Quizá...

La chica la detuvo para mirarla a los ojos, pero esta los esquivó, sabía que algo estaba mal con ella y su familia.

— ¿Sabes? Mi mamá prácticamente trabaja todo el día, por lo tanto cuando no estoy trabajando estoy sola...— Pudo ver como Max le fruncía el ceño. — Si un día quieres o necesitas puedes venir. — Se quitó su mochila para buscar un papel y un bolígrafo, allí anotó su dirección y número de teléfono. — Sé que apenas me conoces, pero puedes confiar en mí.

— Gracias. — La pelirroja agradecía que alguien se preocupara por ella, así que aceptó el papel.

Ambas continuaron caminando hasta que llegaron a la casa de la niña, se detuvieron para hablar un poco más hasta que pudieron ver cómo se abría la puerta.

— ¿Dónde estabas? — Preguntó alguien saliendo de allí.

— Ella estaba con...— Al percatarse de quien se trataba, Amaris se puso nerviosa.

— Con Amaris, es mi nueva amiga... Y tutora. — Mintió Max al ver el cuerpo tenso de la chica. — Me acompañaba a casa, pero ya se iba, ¿verdad?

— S-sí.

— Puedes pasar. — Billy comenzó a acercarse a ambas.

— No puede.

— Nadie te está hablando a ti, Maxine. — Bufó el rubio sin quitar su vista de la chica.

— Yo no puedo. — Negó Amaris intentando no seguir nerviosa. — Debo trabajar.

— ¿Segura?

— Sí. — La chica dio otro paso atrás. — Adiós Max. — Le sonrió a la pequeña, luego posó su vista en el chico. — Billy.

Sin esperar una respuesta de ellos, comenzó a caminar de prisa lejos de allí.

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La práctica había sido desastrosa para Steve, esperaba que la ducha fuera más amena. Claro que el nuevo no se lo iba a dejar pasar; Billy lo molestaba nuevamente, hasta que Tommy se le sumó al rubio.

— La princesa y tú rompen por un día y ya te deja por el hermano del raro.

Ante la mención de Nancy y Jonathan puso atención, pero decidió no decirles nada para no caer en sus provocaciones.

𝓟𝓻𝓮𝓭𝓲𝓬𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼 «𝑺𝒕𝒆𝒗𝒆 𝑯𝒂𝒓𝒓𝒊𝒏𝒈𝒕𝒐𝒏»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora