𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓓𝓸𝓬𝓮

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¡𝓓𝓮 𝓒𝓸𝓶𝓹𝓻𝓪𝓼!

Los días pasaron con mayor normalidad; Joyce intentaba recuperarse de la perdida de Bob, Jonathan y Nancy comenzaban a descubrir bien lo que sentían entre ellos y los niños volvieron a ser más unidos que antes. Eleven era la que aún no aceptaba a Max, pero había prometido intentar darle una oportunidad.

También la relación de Steve y Amaris comenzó a crecer, ya eran amigos en verdad, incluso se podría decir que mejores amigos. Él la acompañaba cuando salía con los chicos; antes eran ella y Jonathan pero él la había dejado un poco de lado por su nueva relación, y Steve se sentía solitario, ya había terminado la preparatoria y no tenía a nadie a su lado. Así que ambos se convirtieron en el apoyo del otro, creando una bonita y creciente amistad.

Pero la de ellos no fue la única amistad nueva, sino que Dustin y Steve se habían vuelto un dúo inseparable, incluso a veces se complotaban para sacar de sus casillas a la pobre de Amaris, claro que luego al verla realmente enojada hacían lo que podían para que los perdonara.

Ese día, Amaris se encontraba en frente de la máquina de coser de su cuarto dando los últimos detalles a un vestido; tenía la esperanza de que Hopper dejara ir a Eleven al baile de invierno que sucedería en una semana más, y sabía que la niña no tenía nada para usar para esa ocasión así que se lo iba a confeccionar como regalo.

Había girado la prenda para coser del otro lado, cuando escuchó como llamaban a su puerta. Dejó todo como estaba para bajar y abrir para saber quién llamaba.

— ¿Sí? — Se sorprendió a ver a Steve y Dustin frente a ella. — ¿Qué hacen aquí? ¿Qué pasó?

— Él. — Señaló el mayor al niño.

— Quiero que me acompañen ambos a buscar el traje para el baile de invierno.

— ¿Por qué los dos? Steve puede solo. — Amaris se hizo a un lado para que entraran y discutir en el calor de su hogar.

— Es que Steve puede dar consejos de chico y tú tienes mejor ojo crítico que él. — Respondió Dustin encogiéndose de hombros.

— Cree que lo haré vestir horrible. — Dijo Steve de manera resumida.

— Pero estaba ocupada, ¿tiene que ser ahora? — Inquirió la chica mirando su pijama, no estaba como para salir. — Además tuviste mucho tiempo para buscar, y lo harás a último minuto... Como siempre.

— Ri, no me regañes, por favor. — Pidió el niño en forma de súplica. — Haré lo que quieras, solo ayúdame.

Amaris lo miró con sus ojos entrecerrados; no tenía problema alguno de acompañarlo, además el vestido y su máquina no se irían a ningún lado, pero se tardaba en responderle por pura malicia nada más.

— Bien. — Escuchó como el pequeño gritaba de alegría. — Me cambiaré y nos vamos.

— Te esperamos aquí.

Ella simplemente negó mientras se dirigía a las escaleras para ir a su habitación; se abrigó bien y tomó algo de dinero por si lo necesitaban. Después bajó y se encontró con los chicos que murmuraban algo pero pronto se callaron al verla llegar. Los miró con el ceño fruncido pero prefirió ignorarlo.

Los tres salieron de su casa para subirse en el automóvil de Steve y encaminarse al centro.

— ¿Se enteraron de que posiblemente abran un centro comercial? — Les preguntó Dustin, inclinándose en medio de los asientos delanteros.

— ¿En verdad? — Amaris se giró un poco para mirarlo.

— Así es, dicen que será enorme y que para el verano ya estará abierto.

𝓟𝓻𝓮𝓭𝓲𝓬𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼 «𝑺𝒕𝒆𝒗𝒆 𝑯𝒂𝒓𝒓𝒊𝒏𝒈𝒕𝒐𝒏»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora