Capítulo 30

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Ambos adolescentes llegaron al hotel, exhaustos. Nadie les habló o preguntó nada, puesto que al ver sus rostros llenos de cansancio, los demás estudiantes los evitaban. Subieron a la habitación que compartían, para tirarse en la cama.

Luka soltó un sonoro suspiro, antes de girarse hacia Adrien, quien simplemente estaba boca arriba con los ojos cerrados. Tocó su mejilla con el pulgar, para retirarla casi inmediatamente. El rubio le dirigió la mirada por fin.

  - Perdona, tenías una pestaña.- se excusó, mientras su pareja sonreía.

  - Puedes hacer eso incluso si no tengo una pestaña, ¿sabes?- respondió, girándose hacia él.- ¿Quieres hacer algo?

El peliazul fingió pensarlo, para luego inclinarse sobre él para darle un beso corto.

  - Lo que tú quieras.- repuso, con una sonrisa tranquila.

El ojiverde se sentó en la cama, para colocarse sobre el mayor, que lo miraba en silencio. Una vez sobre él, acercó sus labios hacia los suyos, para devolverle el beso, esta vez largo, y más apasionado que amoroso. Luka no puso reparos, simplemente lo besó mientras colocaba sus manos en la cintura de el menor.

Adrien sonrió ante el tacto, y comenzó a mover sus caderas en movimientos circulares. El otro siguió sus movimientos, hasta detenerse y apartar sus labios de los de el rubio.

  - Tenemos que detenernos, ¿sabes?

Él lo miró, con súplica.

  - Vamos, no ahora.

El muchacho sonrió, antes de darle un beso corto al ojiverde, y abrazarlo de manera cariñosa, antes de murmurar en su oído.

  - Sabes que si empezamos, no vamos a parar.

Adrien suspiró, antes de abrazarlo también.

  - De acuerdo. Buenas noches, entonces.

  - Buenas noches.- susurró el mayor, cerrando los ojos.


.     .     . 


El viaje de regreso a Francia fue mucho más aburrido que el viaje de ida. Los adolescentes iban cansados, y la mayoría de ellos habían dormido durante todo el camino. Luka había caído rendido al cabo de 1 hora de vuelo, para dormirse sobre el hombro de su pareja, bajo la mirada de Nathalie, quien los miraba con una sonrisa discreta. 

Al momento de aterrizar, varios bajaron tan rápido como pudieron, ansiosos de llegar a sus casas y dormir tanto tiempo como pudieran. 

Mientras, Adrien y Luka se despidieron con un abrazo largo.

  - ¿Nos vemos el lunes?- preguntó el rubio.

  - Claro.

Por fin se separaron, y Adrien se marchó, seguido por Nathalie y Félix, que tenía una mueca de desdén impresa en el rostro.

El ojiazul siguió a su hermano por todo el aeropuerto, y se detuvo un momento para mirar la pastilla que tenía que haber tomado hacía unos 30 minutos.

No la necesito, pensó, antes de guardarla en su bolsillo con tedio.

Fingió no recordar que era la medicación más importante.








ᴄᴇʟᴏꜱ     -    Adrien Agreste x Luka CouffaineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora