ᴄᴇʟᴏꜱ - Adrien Agreste x Luka Couffaine

Capítulo 6

Luka Couffaine salió del aula al cabo de una hora, satisfecho con el resultado. La mayoría de ellos ya podían tocar casi sin problemas, sólo había un par que necesitaban aprender desde cero, lo cual facilitaba un poco más las cosas.

Mientras muchachos tanto menores como mayores que él salían de el salón también y se despedían, él desvió su mirada al lugar donde los esgrimistas practicaban, pero ya habían terminado. Empezaban a irse, algunos incluso sin cambiarse.

Él simplemente caminó hasta la salida, cuando la vibración de su celular lo detuvo. Lo sacó de su bolsillo y se hizo a un lado para evitar ser un estorbo para quienes querían salir. Un mensaje recién llegado estaba en la pantalla, de su padre.

"Hey, ¿tienes tiempo, hijo? Quiero que cenemos juntos con Juleka a las 6, ¿qué dices?"

Sonrió levantando levemente las comisuras, antes de soltar una tos. Tecleó su respuesta positiva, y llamó a su hermana. Ella respondió al poco tiempo después.

  - ¿Sí?

  - Papá nos invitó a cenar. ¿Te dijo?- preguntó.

  - Sí, me acaba de mandar mensaje. ¿Irás?- respondió, a su vez con una pregunta.

  - Sí, ¿por qué no iría?- cuestionó, confundido.

  - No es nada, está bien. Iré también, te veo ahí.

  - Espera, ¿te dijo dónde cenaremos?

  - Va a ser en su habitación de hotel, con servicio al cuarto.

  - Bien, nos vemos en un rato.

Después de despedirse, Luka guardó de nuevo su celular, y caminó por las escaleras y miró el lugar donde su bicicleta había estado encadenada. Había, porque ya no estaba ahí. La cadena estaba en el suelo, la habían forzado.

  - Mierda, mierda.- murmuró, agitado.

Inhaló y exhaló un par de veces, calmándose. ¿Hace cuanto que fue esto? Si había sido apenas, quizá alguien habría visto. Prendió su celular de nuevo, y llamó a Marinette. Respondió enseguida, con el sonido de una máquina de coser en funcionamiento de fondo.

  - Hola, Luka. ¿Qué pasa?- preguntó tranquilamente.

  - Hola Mari, oye, una pequeña duda.- el sonido de la máquina de coser pausó por unos momentos.- ¿Mi bicicleta estaba aquí cuando saliste?

  - ¿Venías en tu bicicleta? No, no había ninguna. Creí que venías en metro o algo así. ¿La robaron? Te puedo ayudar a...

  - No creo que funcione, pero gracias. Fue hace más de una hora, ya debe estar muy lejos. Gracias por todo, te veo mañana.

  - Nos vemos. Lamento lo de tu bicicleta.- se disculpó ella.

Ambos colgaron, Marinette preocupada y él resignado. Soltó un par de maldiciones extra, y sacudió su cabello. No valía la pena enojarse por lo perdido, no ayudaría en nada. Tomó la cadena del suelo, estaba bien. Lo que había sido forzado era el candado. La guardó en su mochila, cuando una mano se posó en su hombro.

Giró la cabeza, y unos ojos verdes analizaban su rostro con una expresión de preocupación.

  - Hey, ¿estás bien? Te escuché maldecir hace unos segundos.- admitió.

  - Estoy bien, no te preocupes.- respondió, intentando sonreír.- Sólo me robaron mi bicicleta.

  - Oh, lo lamento mucho. ¿Te puedo ayudar en algo?