El timbre resonó por la escuela, callando a los pocos maestros que aún hablaban, y provocando una oleada de murmullos y gritos.
Luka guardó sus cosas con rapidez bajo la mirada de su nuevo compañero de asiento. Luego de su exitosa cita, se habían empezado a sentar juntos, y la decepción de las chicas del salón era patente. El chico más guapo de su clase, Alex, era gay.
- Terminé.- anunció, mientras el otro asentía, y ambos se ponían de pie.
Caminaron juntos, hasta la salida casi en silencio. Intercambiaban algunos susurros, y reían. A pesar de la inicial decepción, todos tenían que admitir que eran una muy buena pareja.
En las escaleras, se sentaron e intercambiaron miradas de reojo.
- Bueno, ¿te gustaría que comiéramos juntos hoy?- preguntó el asiático, levantando levemente una ceja.
- Me encantaría. ¿A dónde iremos?
El chico tomo la mano de su pareja fuertemente, y con una sonrisa dibujada en su atractivo rostro.
- ¿Te parece a las hamburguesas que vimos el otro día? Olían bien.
El peliazul asintió con entusiasmo, mientras se ponía de pie, dispuesto a ir a el lugar, antes de escuchar una risa conocida.
- ¿Es en serio? Dios, mi padre me hubiera asesinado si hubiera hecho algo así.
Se giró con entusiasmo, para saludar a el rubio, cuando vió el otro muchacho que lo acompañaba.
Shade era muy alto, y por su belleza aún seguía atrayendo miradas donde fuera. Y como era igual la situación con el modelo francés, muchas personas miraban a la peculiar pareja de los dos chicos más atractivos del instituto.
- Oh, Luka, ¿saldrás con mi hermano?- ese fue el saludo de el mayor, que sonreía.
Era diferente. Él siempre recalcaba la palabra hermano como si supiera que hacía sentir incómodo a Luka, sin embargo, esta vez lo había dicho sin una pizca de rencor, ni enfado.
Los ojos verdes de Adrien se desviaron desde el coreano, hasta el francés que estaba frente a él. Luka sonrió esquivamente y asintió bruscamente, antes de devolverle la mirada al ojiverde.
- Oh, ¿van a salir? Supongo que llegamos en un mal momento.- sonrió el rubio, mientras revolvía el cabello en su nuca con nerviosismo.
El peliazul no despegó la mirada de él mientras realizaba esta acción, con la morada un poco perdida.
El menor de los hermanos notó casi inmediatamente la mirada constante de su pareja sobre el modelo Agreste. Posó su mano suavemente sobre el hombro de Luka, y suspiró.
- No es un mal momento, no te preocupes. Vamos a ir a comer, ¿quieren venir?
Adrien y Shade intercambiaron miradas, antes de negar con la cabeza y murmurar excusas.
- No, sabes que mi padre...
- No, tengo cosas que hacer y...
- No se preocupen, no es necesario que vengan.- rió Alex.- Iremos solos entonces, ¡pásenlo bien!
Luka se despidió con un gesto, y ambos bajaron las escaleras. La mano de el chico bajó de su hombro hasta tomarlo por la cintura y juntarlo a él.
La acción sorprendió al francés, pero sonrió discretamente.
Caminaron por la acera, y el coreano se fijó si alguien aún los veía. Al notar que no, acorraló a su pareja contra la pared.Luka soltó un poco de aire, sorprendido. Miró su rostro, con un poco de timidez, e intentó eliminar el rubor de sus mejillas y cuello, en vano.
- No dejabas de ver a Agreste, ¿cierto?
La voz de Alex había cambiado, y su mirada se mostraba decidida y completamente diferente a la tímida mirada habitual en él.
Tomó la barbilla del ojiazul entre sus largos dedos, con suavidad. La levantó levemente, obligándolo a verlo. Mientras tanto, Luka sentía que perdía la respiración, pero no de miedo.
- Vamos, responde.
- N-no, no es cierto.- al inicio tartamudeó, pero casi sonreía. Le estaba gustando eso.
- No me mientas. ¿Te gusta? ¿Te gusta Adrien Agreste?
- No, no me gusta él.
El rostro de el coreano se acercó aún más a el de el francés.
- ¿Seguro?
El peliazul asintió, casi con desesperación. Miraba aquellos ojos oscuros, y su mirada bajaba por los demás rasgos de su rostro. Su nariz recta y delgada, y labios gruesos. Quería besarlo con desesperación.
No tuvo que esperar mucho, porque a los pocos segundos, Alex lo atrajo hacia si mismo para besarlo, con la misma desesperación y deseo que el ojiazul había sentido unos momentos antes.
Estuvieron unos momentos así, hasta separarse por falta de aire. El asiático sonreía con suficiencia y se separó de él.
- Vamos, a comer.
Ambos muchachos se precipitaron a la calle, sin notar que estaban bajo una mirada. Un muchacho rubio los había observado desde las escaleras.
- ¿Adrien? ¿Me escuchas?
La voz del mayor lo despertó del estado de shock en el que estaba, y sacudió la cabeza.
- Lo lamento, Shade, no te escuchaba.
- Llámame hyung. No te preocupes, todos nos distraemos a veces.
- ¿Qué significa hyung?
- Lo usamos para llamar a un mayor.- respondió, encogiéndose de hombros.
- Oh, bien. ¿Qué decías?
El mayor sonrió, y negó con la cabeza mientras veía el suelo.
- No es nada importante.
- Okay. ¿Cómo estás después de... lo de la semana pasada?
- Bien, creo. Mi hermano sabe, la desconectarán el mes que viene.
- Ou, bien. Tendrás tiempo para despedirte, ¿cierto?
El acostumbrado claxon sonó en la acera, y el rubio cambió su expresión a una de disculpa.
- Lo lamento, me tengo que...
- No te disculpes. Te acompaño.
Ambos bajaron las escaleras, y el coreano abrió la puerta del auto, e hizo una pequeña reverencia. El ojiverde sonrió ampliamente, y devolviéndole la reverencia, entró al auto, antes de que Shade cerrara la puerta y le guiñara el ojo con diversión.
- ¡Nos vemos, hyung!
El muchacho fuera del auto esbozó una sonrisa radiante, y miró como se alejaba el automóvil.
- Nos vemos, Adrien.
Sonrió de nuevo al recordar al chico llamándole hyung, antes de subir a su propio auto y arrancar en dirección contraria.
Cualquier persona que conociera a Kim Shade, sabría que nunca había estado tan feliz.
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ᴄᴇʟᴏꜱ - Adrien Agreste x Luka Couffaine
FanficCuando recién se conocieron, ninguno de los dos se esperaba el amor que surgió después. Y de ahí en adelante, se preguntaban como habían vivido sin la cercanía del otro. En este fanfic no existen los Miraculous. Contenido Homosexual.