Ya se había acabado el fin de semana, a excepción del viernes, el resto de los días habían sido una mierda. Sin salir de casa tan solo para comprar si necesitaba algo.
-hola nena- susurro una voz que ya conocía muy bien en mi oído, y yo por impulso solté mi codo hacia atrás dandole en el estomago, lo que hizo que se doblara en dos.
-Hola Jackson, estas muy doblado esta mañana.-Eres muy graciosa, gatita- solté me puño hacia su estómago otra vez pero el me la cogió y la puso en mi espalda, ahora me encontraba con mi espalda y mi mano contra las taquillas, y mi pecho contra el de Jackson.
-Mira Sam...- me dijo haciendo énfasis en mi nombre- no me gusta que me peguen y ya van unas cuantas veces, puedo hacerte la estancia en el instituto un infierno.- pero ¿que le pasa?
- Y a mi me gusta que me llamen por mi nombre, y no por motes cariñosos... No eres nada mío.- le dije. Aunque la voz me salió quebrada.
No me di cuenta de que no había nadie en los pasillos que estábamos solos. Le intente empujar con mi pecho pero no pude el me volvió a empujar contra las taquillas.-No me vuelvas a pegar o a intentarlo porque si no te haré lo que queda de curso.- estoy flipando, este tío es bipolar
- ¿Me estas amenazando?-
- Valla a vuelto tu sordera-.
- Eres un estúpido, engreído-
- Y tu una niñita mal educada-
-y me lo dices tú que me acabas de amenazar- le afirmé- no se quien es aquí el mal educado.- empuje a Jackson y esta vez si conseguí moverlo, ya que no se lo debía de esperar.
-Mierda- susurre-grité al ver la hora llegaba 10 minutos tarde a Literatura.
Salí corriendo de allí hacia la clase.
Llame a la puerta y la abrí.-¿A que se debe estos 13 minutos de retraso?-
-L...lo siento , me quedé dormida.
- Pase y siéntese- me dijo extendiendo un papel azul en el que se leía la palabra "CASTIGADO". Lo que me faltaba.
Este día no iba a acabar nunca.
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Prometo conseguirte
Teen FictionUnos brazos pasan por mis lados, una mano se apoya al lado de la mía y otra en la mano con la que sujeto el cuchillo. No necesito mirar para saber quien es. -Dámelo, tranquila. No lo necesitas.- Jackson intenta transmitirme calma, pero su respiraci...