Ready For Love (JENLISA)

Capítulo 18

—Rosé puedes servirme una taza de café,por favor— Dijo Jennie adentrándose en la cocina.

—Sí,claro no hay problema—Dijo la Neozelandesa quién tenía una tostada en su boca, sirviéndole una taza de café a Jennie.

—Amor, sírveme una taza para mi también—Agregó Jisoo.

—A ver si entiendo—Se detuvo Jisoo colocándose el dedo pulgar e índice en el puente de su nariz— Me dices que te casaras con Lisa y no quieres una fiesta de bodas, Jendukie al menos considera una pequeña reunión—Intento razonar.

Jennie se había sentado en unos de los taburetes en la cocina.

—Sí, Chu fué una decisión entre Lisa y yo.

—A caso hablaban de mi—Preguntó Lisa uniéndose a la conversación yendo directamente a abrazar a su prometida.

—Realmente estamos hablando del ¿pórque no quieren fiesta?— se quejo Jisoo.

—Con su permiso aquí traigo dos tazas de café, Lisa ¿Quieres una taza?—Intervino Rosé.

—Oh, gracias rosie—Asintió Lisa.

Entre tostadas y café había un debate entre Jisoo y Jennie, por una lado la mayor quería una pequeña fiesta de celebración por lo que la menor no lo deseaba ni un poco. Porque no queria ser el foco de la prensa amarillista, que de por sí la noticia de su compromiso con Lisa fué el encabezado de todos los periódicos locales y ni hablar de los programas de farándula, no quería verse envuelta en nada de eso, solo quería ser feliz con la mujer que amaba.  A veces odiaba ser dueña de un emporio construido con su mejor amiga y colega, quería vivir y ser una mujer común y corriente.

—Esta bien, me doy por vencida tienes muy buenos argumentos y no puedo contra eso.—Bufó Jisoo derrotada.

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—No puedo creer que vayas a casarte, unos de mis deseos más grandes es verte feliz y lo sabes Lis y me llena de alegría y orgullo que sea Jennie la mujer con la compartirás tus días—Dijo rosé casi al borde de las lágrimas abrazando a su mejor amiga.

—¡Shh, no  llores porque me harás llorar a mi también y arruinaremos nuestros maquillajes—Dijo Lisa quién abrazo fuertemente a su amiga con los ojos aguados.

Al abrazo se unieron Jennie y Jisoo fué un abrazo grupal sin que pudiera evitarlo a las tres se les había escapado una lágrima de felicidad.

—Buenas tardes, señoritas disculpen la demora iniciamos con la unión que se celebrará el día de hoy— Anunció el prefecto.

Tanto Jennie como Lisa colocaron una al lado de la otra, lucían radiantes con un vestido blanco ceñido al cuerpo, ambas tenían poco maquillaje por su parte Jennie estaba con su Cabello completamente alisado y Lisa con el cabello ondulado atado a una coleta y su flequillo perfectamente peinado.

Mientras el prefecto hablaba Lisa le dio una mirada a rosé quién capto rápido el mensaje sacando de su cartera de mano la pequeña cajita de terciopelo con las alianzas entregándoselas a la tailandesa.

—Jennie, este anillo significa nuestra unión, prometo serte fiel estar contigo en cada momento en cada instante de mi vida a tu lado. Gracias por permitirme y permitirte iniciar una vida   a tu lado. ¡Te amo! —Finalizó Lisa Colocándole el anillo en su dedo anular llevando su mano derecha libre tapándose la boca y soltando un sollozo para luego abanicarse intentando detener las lágrimas que amenazaban con salir.

—Yo, Jennie Kim me entrego a ti Lalisa Manobal en esta unión prometo ser fiel, cuidarte en la salud y en la enfermedad, amarte y respetarte hasta el fin de mis días—Dijo Colocándole el anillo en el dedo anular mirando a los ojos a su ahora esposa quien tenía una amplia sonrisa y un brillo en sus ojos. Lisa se acercó suavemente tomando con ambas manos el rostro de Jennie y darle un beso lento y suave como sello de su unión.

—¡Cof,cof! Uh! Disculpen, Señoras deben colocar sus firmas justo aquí—Señalo el prefecto entregándole un bolígrafo a cada una quién no perdieron tiempo y plasmaron sus firmas.

—¡Felicidades Sra De Kim y Sra De Manobal! Hemos consumado el acto y por el poder que me otorga el Estado están oficialmente casadas—Finalizó el prefecto entrelazando sus manos y haciendo una pequeña reverencia con una amplia sonrisa en el rostro.

—Ya que no abra fiesta al menos déjenme celebrar su condena en matricidio ¡Vivan las novias!—Dijo con efusividad Jisoo quién agitó una botella de Champagne destapandola y dándole un gran trago a la botella.

—¡Mi amor! Compórtate, por favor—reprendió rosé dándole con el codo en las costillas.

Todos allí explotaron de la risa.

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