Era noche de luna llena y Lisa, una chica blanca como la nieve con larga cabellera negra y unos exorbitantes ojos color avellana, disfrutaba sentada en la capota de su auto que estaba estacionado en la cima de una colina, con árboles moviéndose a su alrededor y la fría brisa acechándola.
Frotó sus manos de forma enérgica para luego guardarlas dentro de su chaqueta de cuero negra.
Mientras observaba la luna, por su mente pasaba cosas y agradecía tanto al tiempo por haber curado sus más profundas heridas y fracasos vividos en el pasado, las horas pasaban hasta que la luna estaba en todo su esplendor.
—¿Por qué no me había dado cuenta lo hermoso que es estar aquí? —decía para sí misma.
Por un instante miró la luna y no supo cuánto tiempo pasó, solo sabía que sería agradable disfrutarlo en compañía, por los momentos lo haría sola. El frío se intensificaba cada vez más, sintió curiosidad por saber la hora, ya que no podría quedarse hasta tarde, al día siguiente debía cumplir con sus compromisos.
—¡Mierda es tarde! —dijo de forma alentadora al ver que en su móvil marcaba alrededor de las tres de la mañana. Bajó de un salto, al entrar a su auto hizo rugir su motor y emprendió la travesía hasta su hogar.
En el trayecto pudo divisar a una chica de mediana estatura con un hermoso vestido amarillo que, a su parecer, estaba ebria y a punto de salirse de la acera, conduciendo con cuidado con temor de no atropellarla.
—Oye, ten más cuidado, procura no acercarte tanto a la acera — dijo sacado la cabeza por la ventana, la desconocida ni se inmuto en responderle. Lisa bajó la velocidad, al llegar a una esquina miró por el retrovisor y vió a lo lejos como la chica se tambaleaba de un lado a otro. Soltó una risita, ya que le parecía gracioso lo que estaba viendo, pero en fracción de segundos su rostro se endureció al ver a un hombre salir de la nada abordando a aquella chica ebria e indefensa.
Retrocedió su auto a una velocidad impresionante, el hombre al darse cuenta huyó llevándose consigo el bolso de la chica.
—¡Idiota, devuélveme mi bolso! —le gritaba la castaña a aquel ladrón.
—No grites que no te hará caso, por suerte no te pasó nada —dijo la tailandesa al bajar de su auto.
—Hubiese preferido que se llevara lo que siento justo ahora —dijo en un susurro audible para ella misma.
—Perdón, ¿qué dijiste? —interrumpió.
—¡Nada! Solo estoy algo mareada y acaban de robarme, quién quiera que seas gracias por lo que acabas de hacer, si me disculpas debo llegar a casa —dijo sin expresión alguna.
—¿Te irás caminando exponiéndote a tal peligro? No permitiré que te vayas así, ven te llevaré a casa.
La castaña intentó mantenerse en pie sosteniéndose de una pared.
—¿Eres una pervertida que intenta violarme? —Soltó sin remordimiento alguno.
Lisa agrandó sus ojos, soltó una risa y negó con la cabeza mientras la castaña trataba de mantener su postura.
—¿Crees que lo soy? Acabo de liberarte de lo que pudo haber sido una desgracia.
—Buen punto, supongo que no me queda más de otra que aceptar
—Finalizó dando suaves pasos hacia el coche.—No lo digas de forma resignada, ven te ayudo a entrar en el auto. —Dijo al acercarse para tomarla por la cintura de forma delicada pegándola a su cuerpo, como reacción la chica desconocida paso su mano por los hombros de Lisa con sus rostros muy cerca, ambas conectaron miradas, fue una conexión que les generó una pequeña electricidad en todo el cuerpo.
El sonido de un móvil hizo que salieran del trance en la que se encontraban
—Disculpa un segundo —Dijo una apenada Lisa al sacar su móvil y divisando que era un mensaje de Rosé, su amiga de la infancia. No se molestó en revisar dicho mensaje.
—Qué suerte que en casa se preocupen por ti.
—¡Si! —Dijo con un bufido a la vez que le abría la puerta del copiloto.
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Ready For Love (JENLISA)
FanfictionJennie nunca estuvo más lista para el amor hasta que conoció a Lisa.