Capítulo 10

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Fue una de las tantas noches que salieron a divertirse poco a poco, cada una entraba en la vida de la otra, pasaban las semanas,siendo inocentes de lo que comenzarían a sentir una hacía la otra, ninguna se atrevía a hablar por miedo de estropear la amistad que habían entrelazado.

Jennie quería sorprender a Lisa y allí estaba parada en frente del consultorio veterinario, se detuvo en la pequeña recepción, topándose con Lisa, quién firmaba unos documentos y le daba indicaciones a otras personas.

Ver la silueta de la tailandesa  con el uniforme negro y su cabello recogido en una coleta era la imagen más hermosa que podía ver, se tomó su tiempo notando cada gesto que hacía y como tenía la atención de los demás y primordialmente la de ella, era algo fascinante, sonrió ampliamente al ver que Lisa había notado su presencia y se acercaba a ella a pasos ligeros.

—¡Hola! Nini, ¿cómo has estado?Vaya sorpresa, tú aquí —dijo para abrazarla calurosamente, no sin antes darle un sonoro beso en la mejilla.

—¡Extrañandote! Lili, es que no te haces una idea —dijo Haciendo un puchero.

—Aww... bebé, aquí estoy para ti —dijo Lisa con tono de voz de niña pequeña, acunando el rostro de Jennie con ambas manos y frotando sus narices con los ojos cerrados.

La voz de un tercero interrumpió la interacción, Lisa abrió los ojos al igual que Jennie, quién soltó una risita nasal al ver como Lisa rodaba los ojos en blanco.

—Ella es la razón por la que declinas todas mi invitaciones, ¡eh! Manobal.

—No empieces Jong–in —bufó Lisa al encararlo

Kim Jong–in es colega de profesión de Lisa, quién desde los últimos semestres de la carrera ha estado muy interesado en la tailandesa. No se puede negar que tiene un atractivo físico que cualquier chica podría caer rendida a sus pies, ni hablar de su seductora sonrisa. Lisa realmente pasaba de eso, porque no era como las otras chicas, anteriormente le había dejado claro a Jong–in que solo quería su amistad o al menos llevarse bien dentro del ámbito laboral.

Jennie entro en cólera en la forma en la que hizo referencia sobre ella y el tono que usó dirigiéndose a su amiga. Le dio un fuerte apretón llamando la atención de Lisa, quién la miró a los ojos, se entendían muy bien, ya que no eran necesarias las palabras.

—Mucho gusto —dijo haciéndole una señal de saludo con su mano—, es un placer conocer al hombre que ha intentando galantear a Lisa de forma fallida. ¿Sabes? ¿No te parece que ya es tiempo de que desistas? Cuidar de la estabilidad emocional es muy importante ante cualquier cosa —espetó dejándolo en el sitio sin habla.

—Espero que este incómodo momento no se vuelva a repetir, al menos sé un poco amable y conserva a Lisa como compañera, así que si nos disculpas nosotras nos retiramos —dijo sin más, entrelazando sus dedos con los de Lisa, quién siguió sus pasos.

Al llegar al estacionamiento, Lisa  dentro del auto de Jennie.

—¿Qué ha sido todo eso? —preguntó un tanto asombrada.

—Ese tal Jong–in es un pesado, realmente te admiro, no sé cómo puedes aguantarlo —dijo Jennie soltando un bufido.

—Exacto, porque es un idiota y es mi compañero —acompañó Lisa.

Habían llegado a casa de Lisa, quien fue recibida por Kai moviendo su cola a toda velocidad de una lado a otro al ver a su dueña. Lisa se colocó de rodillas para abrazar a su perro y acariciarle las orejas. Jennie era testigo de esa tierna escena.

—¿Tienes hambre? —preguntó Lisa, quién se incorporó abriéndose camino a la cocina.

Jennie le siguió los pasos sentándose en uno de los taburetes en la mesa de la cocina.

Ready For Love (JENLISA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora