Esta semana de exámenes ha sido grandiosa, se escucha raro pero parece que la relación que tengo con Fritz ha sido bastante buena al igual que nuestro humor. También mis alucinaciones se han desvanecido poco a poco, con esto no digo que ya no las tenga, pero cada vez que duermo junto a él, estas no se presentan y eso definitivamente es un gran alivio y realmente espero que este fin de semana sea aún mejor estando con él.
Noto también que Kano y Tyra han estado saliendo más y eso me reconforta, por mucho que la odiase por sus acciones, estoy feliz por ella, por encontrar la paz en alguien a quien si la ama de verdad y sé muy bien que él no podría dañarla aunque quisiera.
Kano Sakurai.
No puedo creer que mi padre me obligue aún a hacer esto... Yo no quiero pertenecer a un clan de asesinos para toda la vida ¿Por qué debería? "La situación y la familia lo demanda", es todo lo que siempre lo he escuchado decir... Ya estoy harto.
- ¡Volverás aquí a medianoche, si no lo haces Kano, te juro que te vas a arrepentir! – dice mi furioso padre con una bata de millones de dólares y un vaso de vidrio con uno de los mejores Sakes del mundo, mientras camino molesto hacia la salida de la residencia. Ya estoy harto de escucharlo.
- ¡¿Qué me harás, acaso me matarás?! – me coloco la chaqueta que llevo en la mano y enciendo la motocicleta.
- Tú sabes muy bien lo que debes de hacer, no me hagas repetirlo o te vas ha arrepentir Kano... - me alcanza y me toma de la quijada, para después retirar su mano con fuerza.
Rápidamente enciendo la motocicleta y me marcho furioso, dejando a mi padre con la duda de si volveré o no. Nunca fui un ser espiritual y las maldiciones no eran exactamente algo en lo que yo creyera, más sin embargo últimamente creo en el Karma y en la justicia divina, "Jamás le he deseado el mal a nadie, pero en ocasiones se agradece que las cosas caigan por su propio peso". Una gran frase que se convierte en una de las mejores leyes de Newton. aunque la desesperación podría ocasionar que quiera hacer justicia por mi propia mano...
Ojalá pudiera evitar lo que soy y tener otra familia, es decir... amo a mi madre y a mi hermana Akira, pero detesto pertenecer a un clan al cual ni siquiera me siento fiel a su servicio, no creo poder tener las agallas para suplir a mi padre cuando él muera...
Mientras estoy cavilando y la lluvia no deja de caer en mí cabello y rostro, pienso en qué demonios hacer con el clan al que pertenezco y sin darme cuenta llego a la residencia de Tyra. Supongo que mi subconsciente piensa en un cálido abrazo de la chica a quien amo. Ojalá ella también lo sintiera...
Aún no somos novios... Quisiera, pero parece que ambos vamos en una línea trazada diferente por el destino, nunca se dará cuenta de que en verdad me importa, yo la protegería de cualquier adversidad en el mundo, no sé qué fue lo que ella me ha entregado, pero tan solo con saber que respira me hace sentir tranquilo y olvidarme de mis problemas.
Recuerdo la primera vez que la vi y fue como ver a un ángel haciendo acto de presencia, en un mundo de soledad y tristeza.
26 de julio del 2010
Mis días no habían cambiado mucho, incluso eran muy parecidos a los actuales, pero cuando ella apareció todo dio un giro de 360 grados, del cual no quería soltarme. Mi madre y hermana y yo, nos encontrábamos sentados en la oficina del director Howard, hablando sobre la universidad y las grandes oportunidades que tenían para mi.
- Bueno Sr. Sakurai ¿Que es lo que le parece?
- Muy buena universidad, me gusta.
- Pues bienvenido sea a Humboldt, hogar de la sabiduría y conocimiento.
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¿Te portarias mal conmigo?
Novela Juvenil¿Que tan bajo se tiene que caer, para poder ver la redención de nuestros actos? ¿Hasta donde se tiene que llegar para ser perdonado y quedar libre de pecados?... Sobre todo cuando sigues cometiendo más y más... Pero eso no importa, por que en mis pa...