Un bello atardecer

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Mierda, como me duele la cabeza, siento que todo se mueve ¿Estaré aun ebrio aun? Abro los ojos y parece que estoy en los asientos de atrás de mi camioneta y no solo eso, sino que esta está en movimiento, por lo que volteo a mi derecha y me encuentro con la cabellera de Tyra dándome en la cara.

- ¿Tyra? ¿Pero qué carajos haces manejando mi jodido auto?

- Uy... Parece que alguien se levantó de malas.

- No estoy bromeando, contéstame lo que te pregunte.

- Rayos... Sabía que esto pasaría. – de pronto frena en seco y eso hace que me golpee en el asiento del copiloto.

- ¡Maldita sea Tyra ¿Por qué hiciste eso?! – me tomo de la cabeza, pues estoy que estallo.

- ¿No recuerdas absolutamente nada sobre lo que pasó ayer por la noche, cierto?

Cierro los ojos y de pronto comienzo a recordarlo todo, veo como Fritz y Kelly se besan, algunas imágenes más donde estoy a oscuras con Dalia y por último veo el rostro de Tyra sonrojado, mientras ella gime enfrente de mí al estarme montando ¡Mierda!, maldigo. Abro los ojos y vuelvo a verla mientras ella me mira molesta desde el lugar del conductor.

- ¿Ya lo recordaste?

- Si...

- ¿Y qué piensas sobre nosotros?

- Tyra, no hay un nosotros, creí haberte dicho todo aquella vez en tu casa. Además... ¿Cómo puedes decirme esto?, si estaba ebrio. Sea lo que sea que te haya dicho ayer no lo dije enserio... y lo sabes. – volteo hacia abajo y tengo los pantalones y el bóxer hasta las rodillas, mientras el saco lo tengo solamente por encima.

- Leon ¡¿Es que acaso eres tonto?! Kelly y Fritz jugaron contigo, ella nunca te quiso.

- ¡Carajo Tyra, Kelly no me importa!, me importa... Fritz. – diablos lo dije por fin... Sentí un alivio de inmediato, aunque sigo dolido.

- Ya lo sé, pero tú no le importaste en lo absoluto, él sabía lo que ambos tenían y no le importo.

- Espera... ¿Tú lo sabías?

- Pues si ¿Enserio creías que lo ibas a esconder para siempre?

- Entonces sabrás por qué no podía estar contigo.

- ¡Oh! ¿Entonces dirás que ayer me aproveche de ti? Carajo, Leon, ¡entiéndelo! Él te engañó, haciéndote creer algo que no es. – me quedo callado no sé qué decir, supongo que tiene razón. – Además dijiste que vendrías hacia mí en caso de que no funcionara tu relación... Y eso fue lo que hiciste.

- ¿Yo te busqué?

- No exactamente, es solo que tu estabas por irte y yo también porque no me sentía bien y entonces me subiste al auto, hablamos, sacamos lo que teníamos y entonces terminamos haciéndolo.

Tal vez sea cierto lo que dice, recuerdo que llegué al auto, lo encendí y después tengo imágenes donde ella está en la ventana diciéndome algo.

- Esta bien, te creo ¿Pero adónde me llevas?

- Al aeropuerto, recuerda que tenemos un viaje a Bora Bora.

- ¿Qué? No regresa, no pienso ir a ese viaje.

- Vamos Leon te hará bien. – ya no se ni si quiera que decirle, es tan testaruda.

- ¿Y Kano?

- No te preocupes por él, él estará allá con los lobos más pronto que nosotros.

- Supongo que algo debiste de haberle dicho para que se fuera tan tranquilo con ellos.

- Le dije que hablaría con mis padres sobre el viaje, ya que ellos no pensaban dejarme ir.

¿Te portarias mal conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora