Conociendo a la familia katainen

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La semana de exámenes por fin termina y un puente en fin de semana se atraviesa de 4 días, empezando desde el día jueves 14 de noviembre hasta el domingo 17. Fritz me menciona que su familia viajará a Finlandia y él obviamente se encuentra emocionado por aquella noticia, pues verá de nuevo a sus amigos y familiares más queridos.

- Oletko tosissasi, isoäiti? Okei, nähdään pian, rakastan sinua. (¿Estás hablando en serio, abuela? Ok, te veré después, te quiero.) – cuando Fritz termina de hablar, pone una tremenda sonrisa que ni siquiera puede con ella.

- ¿Todo bien? – pregunto sonriendo al igual que él.

- Mejor que bien, no puedo creer que mi abuela piense en darme una de sus cabañas en Oulunkylä...

- ¡Woow, ¿una cabaña? ¡Qué genial!

- Es más que genial, así podré irme a vivir allá. – escuchar eso de pronto me pone a pensar en que tanto podría seguir a Fritz, sé que en algún momento llegué a pensar en que estaríamos juntos un largo tiempo, pero irme a vivir a Finlandia... no lo sé.

De pronto parece ser que Fritz nota mi incomodidad y su sonrisa se apaga mientras se acerca a mí.

- Creo que hable muy rápido ¿Cierto? - pregunta temeroso.

- Estás emocionado, eso es obvio y no es novedad que quieras irte a vivir allá, ya me lo habías comentado.

- De hecho, es mucho más allá que ver a mis abuelos, tíos o amigos... es, estar contigo en un lugar donde no habrá ningún tipo de prejuicio como mi padre.

- Fritz, no podemos ocultarlo para siempre, tarde o temprano él se dará cuenta.

- Lo sé... Pero necesito tiempo y mucho valor para decírselo en la cara. – lo tomo del rostro y después lo beso con cariño.

- Yo estaré ahí para apoyarte, no te dejaré solo, lo prometo. – Fritz me da una media sonrisa y después me abraza fuertemente.

Fritz sonríe y comenzamos a empacar, pues era miércoles por la noche y a la una de la mañana teníamos que estar en casa de Fritz.

A las 12:55 de la madrugada, nos encontramos sentados tomando una taza de té junto con Louna, ella amablemente nos ofreció té de menta con limón. Muy rico, aunque para mi gusto este sabría mejor frío, pero la temporada demanda que sea caliente. Por fin llega el indeseable general de las fuerzas aéreas alemanas, se presenta como siempre y todos parecen temerle, yo no, yo simplemente lo saludo con fuerza y lo miró penetrantemente como se lo merece.

- Me alegra que pueda a acompañarnos en el viaje Leon. - su actitud de pronto se hace pesada e incluso noto algo de enojo, pero no le doy tanta importancia y contestó.

- Agradezco la invitación de Fritz, de no ser así seguramente haría que mis días fueran aburridos y tediosos.

- No sabía que mi hijo fuera tan importante en su día a día.

- Como no tiene idea... - tomó a Fritz de la espalda y Fritz solo sonríe apenado. Espero no estarme pasando...

- Bueno, pues vámonos, que se hace tarde y un avión nos espera. – el general da marcha a su tropa.

Al parecer contrató a uno de los pilotos de la base aérea e iremos en un reservado para 10 personas, obviamente solo seremos el piloto, el general, Louna, James, Fritz y yo, por lo que habrá 6 asientos totalmente solos.

- Esto es genial, ¡tendré dos asientos para mí solo! – dice James colocando una de sus mochilas como almohada y recargándose en ella.

- James con cuidado ¿Qué llevas ahí? – dice Louna nerviosa.

¿Te portarias mal conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora