Al despertar por la mañana, a causa de los rayos del sol en mi rostro, me giré a la derecha y ahí estaba recostado mi pequeño zorrito en posición fetal, aun portando esas lindas pero chistosas orejitas de zorro. Sonreí, pues me parecía tan tierno e inocente... Aunque si lo pienso dos veces, ayer por la noche no lo fue tanto y eso definitivamente me sorprendió bastante.
Supongo que cada día lo conozco aun mejor y ahora como mi pareja, descubro cada faceta en él y eso me agrada.
Acarició una de sus mejillas, en la cual se marcan aquellas pecas lindas que posee en su suave rostro y de pronto, un suspiro suena desde su nariz, para luego abrir poco a poco sus hermosos ojos azules.
- Hola, buenos días. - le sonrió mientras observo como comienza a pestañear lentamente.
- Buenos días, melenudo. He, he, he... Tu cabello es un desastre, me encanta... - me toma de la frente y hace algunos mechones de cabello hacia atrás, provocando en mi besar su mano cariñosamente...
- ¿No tienes hambre? Por que yo si *Rawr*. - muerdo tiernamente su dedo pulgar y él me lanza una tierna sonrisa.
- Si, de ti... - abro los ojos impresionado. Y aquí es donde aparece de nuevo mi zorrito caliente.
- Creo que alguien se está volviendo insaciable... - digo jugando, pero entonces parece que Fritz lo toma enserio y cambia su rostro a uno preocupado y avergonzado.
- Bueno, yo solo... - lo interrumpo riendo mientras lo tomo entre mis brazos.
- Tranquilo, esta bien, solo lo dije por joder. - comienzo a reír, para luego besarlo en la frente.
- Pues ahora por ello, te convertirás en mi desayuno.
Se safa entonces de mis brazos y luego comienza a descender poco a poco, besando mi cuello, para después pasarse al pecho y abdomen, hasta llegar a mi pene y sostenerlo con lujuria pura, pues lo veo en sus ojos.
- Así que... ¿No tengo alternativa? - digo ya un poco jadeante mientras observo como comienza a mover su mano de arriba hacia abajo, poniéndolo duro.
- En lo absoluto... Quiero beber hasta llenarme de ti... - da una larga lamida desde abajo hasta la punta de mi falo haciéndome jadear.
- Entonces hazme tuyo como desees pequeño... - coloco mis manos relajadamente detrás de mi cabeza y Fritz empieza a lamerlo sensualmente por todos lados, provocandome mas jadeos.
Sin dejar de observarlo, lo veo meter mi pene en su boca por completo, cosa que hace poco no podía y hoy al parecer lo logró, dejándome más que excitado y tentado a jadear fuerte. No estoy seguro de cuánto tiempo pasa, pero me hace gozar como nunca, poniendome totalmente duro y con las venas exaltadas.
De pronto lo veo bajar, para después meter uno de mis testículos a su deliciosa y salivante boca. Carajo, qué suerte que retire todo vello posible de mi entrepierna. Luego comienza a chuparlo mientras continúa con su mano masturbandome, lo cual provoca que eche hacia atrás mi cabeza, disfrutando aquel momento de gloria, pues nunca había sentido tal placer.
Su magnífica boca parece no conformarse con meterse solo uno a la boca, si no que deja ese y mete el otro, empezando a chuparlo también. Inconscientemente comienzo a gemir e incontrolablemente elevo la pelvis, pues estoy por venirme y él lo sabe, ya que me toma con sus manos del trasero, dejando mis testículos, para meter por completo mi pene en su boca y seguirlo chupando.
Como es de esperar, me vengo por completo dentro de su boca. Entre mis guturales, alcanzó a escuchar el sonido que hace Fritz con su garganta al beberlos, volviéndome loco por aquel acto tan delicioso y morboso.
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¿Te portarias mal conmigo?
Teen Fiction¿Que tan bajo se tiene que caer, para poder ver la redención de nuestros actos? ¿Hasta donde se tiene que llegar para ser perdonado y quedar libre de pecados?... Sobre todo cuando sigues cometiendo más y más... Pero eso no importa, por que en mis pa...