Cuando finalmente salí del trance en el que estaba y logre procesar lo que había pasado, me quede sentado en el suelo de mi celda. Uno pensaría que lo más normal sería que intentase escapar, pero sinceramente me sentía vacío, sin ganas de luchar, ciertamente en ese punto y como ya había dicho en mi confesión anterior, no sabía qué hacer y no tenía a donde ir.
Por otro lado, Van Der Wall seguía con su intento de fuga, golpeaba los barrotes creyendo que podría romperlos y eventualmente, aunque no paso mucho tiempo desde que empezó; me harte del sonido que hacía al golpear la reja, así como sus gruñidos.
- ¿QUIERES CALLARTE DE UNA VEZ? – Le grite levantándome y Van Der Wall se detuvo después de un último intento fallido.
- Todo el trabajo que hice durante años, todos los preparativos... ¡¿SABES CUANTO ME TOMO CONSTRUIR TODO LO QUE TENÍA? – Me reclamo, volteando a verme. – TODO LO QUE LOGRE LO PERDI POR TU CULPA. – Se hizo hacia atrás e intento lanzarse contra mí para romper los barrotes sin éxito.
- ¿Lo que perdiste? El único aquí con derecho a decir eso soy yo. – Conteste sin necesidad de gritar, pero con el suficiente veneno en mi voz como para demostrar mi punto. – Me arrebataste mi hogar y mi vida ¡¿De verdad piensas que tú eres la victima aquí?!
Si Tirek no se había metido en la conversación hasta ese momento era por 2 razones:
1. Estaba del otro lado del pasillo, en una plataforma diferente, en su propia celda.
2. Aunque en un principio decidió ignorarnos, los gritos llamaron su atención y prefirió simplemente observar.
Que, por cierto, aunque pareciese que era una mala idea ponernos a Van Der Wall y a mí en una misma plataforma, la verdad es que Celestia pensaba que sería mejor hacer esto y mantenernos alejados del propio Tirek.
Gracias a esta pequeña discusión que estaba teniendo con Van Der Wall me estaba dejando llevar por el odio y la magia negativa se manifestó de nuevo en una pequeña onda de magia morada, cosa que sorprendió a Van Der Wall ya que era la primera vez que pudo verla de cerca sin que lo matara o causara daños colaterales.
Sin embargo, yo también me di cuenta de la manifestación de mi magia y me sentí aliviado ya que había recuperado mis poderes, aunque en realidad fue Celestia quien hizo que pudiera recuperar mi magia. Después de todo, daba por hecho que no podría escapar del tártaro y por esta misma razón no utilizo el hechizo supresor que anulaba mis poderes en el calabozo de su castillo. Aun así, no me fui y me di la vuelta para no tener que ver a Van Der Wall, quien a su vez también se volteó para analizar la situación y se quedó viendo fijamente en dirección a la celda de Tirek.
Al día siguiente nos trajeron comida a cada uno, claro que era comida para ponis y no ponis en sí, de los cuales pudiera extraer amor, y tan pronto como depositaron los platos frente a nuestras celdas los guardias se fueron. No tarde en tomar el plato y empecé a comer, disfruté mi comida en la medida de lo posible, pero mientras estaba comiendo en silencio Van Der Wall decidió hablar.
- ¿Sabes que morirás aquí verdad? – Dijo mirándome fijamente con su plato a un lado, yo simplemente solté un gruñido en respuesta. - ¿De verdad piensas que te sacaran de aquí? ¿Qué te perdonaran por lo que hiciste? No. No lo harán e incluso si lo hicieran, morirías antes de cumplir tu condena.
Para que me dejara comer en paz deje mi plato y voltee a verlo.
- ¿A qué quieres llegar con esto? – Le pregunte.
- Quiero decir que no tendrás los nutrientes necesarios para cumplir tus años de condena en este sitio. Tú mismo lo has vivido, ¿Recuerdas cómo te morías de hambre cuando estabas trabajando para mí? En cuestión de días necesitabas un poco más de amor para sobrevivir.
- Puedo ahorrar energía. – Le dije para que no molestara y pudiera seguir con mis alimentos.
- ¿Por cuánto tiempo? ¿Una semana, un mes? Te quedaras sin energía antes de que siquiera pase la mitad de un año y dudo que quieran sacrificar a uno de los suyos para alimentarte.
- No me dejarían morir. – Ciertamente tenía un punto, pero tenía la esperanza de que no me matarían de hambre.
- ¿Ah no? Hasta donde se no eres más que un monstruo para las mocosas allá afuera y nadie querría alimentar a una alimaña que básicamente destruyo su hogar y muy probablemente mato a sus seres queridos. Nadie va a ayudarte.
No quise seguir escuchándolo así que me acomodé en el rincón más alejado de Van Der Wall de mi celda y seguí con mis asuntos.
El día después de eso fue bastante aburrido por lo que me entretuve abriendo desgarros y jugando con lo que trajeran desde otros universos, no quería creerle a Van Der Wall y jugar con esas brechas dimensionales me permitieron olvidarlo, pero ciertamente la duda calo en mi mente y le temía a la idea de morir realmente.
Así pasaron los días y aunque no quise creer que Van Der Wall tenía razón, ver que nunca me traían algo de amor para alimentarme (ni siquiera un guardia), solo me demostró que estaba en lo correcto. Entonces un día como cualquier otro me transforme en el dr. Strange.
- Si algo he de reconocer Van Der Wall, es que tienes un poco de razón. – Decir esto llamo su atención. – Celestia comete muchos errores y no aprende mucho de ellos, mira este lugar, por ejemplo, ella confía plenamente en que el tártaro nos contendrá sin problemas y que basta con Cerbero para mantenernos a raya, pero la verdad es que es una prisión muy mal hecha, después de todo... - Abrí un portal y salí de mi celda. – Aun podemos usar magia y eso es una negligencia terrible si hablamos de cosas como Tirek, pero eso no importa, lo que importa es que no moriré aquí como tu dijiste y tú te quedaras aquí.
- Si claro, en cuanto los guardias vengan mañana se darán cuenta de que no estas y te buscaran otra vez. – Cuando dijo eso yo termine de conjurar un hechizo y una copia mía (una ilusión) apareció en la celda vacía.
- Ahora ya no. – Y tratando de seguir siendo un obstáculo en mi camino pensó en decirles la verdad sobre la ilusión a los guardias a cambio de libertad. – Y para asegurarme de que nunca se enteren... - Como precaución y justicia poética hechicé a Van Der Wall con una copia del sello de esclavitud que me puso y le di una orden. – No le dirás a nadie sobre esto y no les pedirás ayuda para que te quiten el sello.
Acto seguido y solo por el placer de hacerlo, abrí un portal a la celda de Van Der Wall y empecé al golpearlo hasta que me cansé y salí, cerrando el portal para no dejar que Zane se fuera.
Cuando no deje cabos sueltos (hasta donde sabía) abrí un portal hacia el exterior, pero cuando estuve por irme escuche un gutural gruñido detrás de mí. Al darme la vuelta Cerbero nos estaba viendo y se lanzó hacia mí, claro que basto con abrir un par de portales en el suelo para ponerlo en un bucle y detenerlo.
- No me pregunto porque Tirek pudo escapar. – Dije ya caminando hacia el portal.
- ¿Crees que nadie notara el señuelo? Tarde o temprano lo sabrán, además llamaras la atención muy rápido una vez que empieces a cazar tu comida, no tienes a donde ir. – Llegados a este punto Van Der Wall se conformaba con hacerme miserable e insultarme.
- Bueno, podría usarte a ti como fuente de alimento, pero no necesito llevarte conmigo, se dónde encontrarte.
Y sin decir nada más cruce el portal, apareciendo en medio de la nada y comencé a caminar sin rumbo, pues no me importaba a donde fuera siempre y cuando estuviera lejos de todo y no causara más problemas.

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Changeling rebirth
FanfictionY si un día despertaras siendo un cambiante, una criatura ficticia de una caricatura? ¿Qué harías con el poder de transformarte en lo que sea y adquirir las habilidades de lo que copies? Bueno esas son preguntas que me hacia a mi mismo, pero que ah...