Changeling rebirth

La nueva división cambiante

Lo que paso en el imperio de cristal con Storm no fue lo único que sucedió aquel día en realidad, pero veamos que paso, una cosa a la vez, empezando por los espectros invisibles conocidos como los seres huecos.

Dichas entidades se reunieron en un viejo y olvidado almacén de una ciudad de Equestria y estaban discutiendo acerca de su situación actual.

- Caballos de colores. Teníamos que terminar en un mundo de putos caballos de colores. – Inició la conversación el más joven.

- Me parece que eso no es lo que te molesta Obedia. – Agrego su hermana.

- Tienes razon Aliha, no es eso lo que me molesta, pero creo que ustedes comparten el motivo de mi descontento. ¡Este mundo es un asco! Es demasiado brillante, lindo y pacífico, me da nauseas ver a todos esos asnos color pastel teniendo una vida tan pacífica, quiero causar caos de una buena vez.

- Bueno yo estoy de su lado, este mundo es asquerosamente lindo, yo digo que busquemos algún político y lo matemos para desatar una guerra. – Respondió el tercer hermano.

- Gracias Faraz, pero creo que me gustaría más ir a un hospital para hacer un doble.

- Aver ustedes 2. ¡Cállense de una puta vez! – Interrumpió el mayor de todos.

- Perdon Lazarus. – Respondieron al unísono.

- Siguen sin ver el panorama completo de toda esta situación por lo que veo. Mientras ustedes 2 estaban concentrados quejándose de lo infame que es este mundo de mulas, ninguno se dio cuenta de la oportunidad que tenemos enfrente: Magia. – A pesar de que no tenían cuerpo y eran invisibles, los seres huecos podían verse los unos a los otros, pero en ese momento estaban dentro de los cuerpos de 4 ponis (que jamás se habían visto en su vida el uno al otro) y ahora todos observaban al mayor de los espectros. – Desde que encontramos al primer caballo con cuerno en ese mundo supimos que existía la magia, pero no sabíamos que alcance tenía o cuales eran sus atributos. Aliha, puedes decirme que notaste.

- Que los unicornios pueden manipular objetos con su magia.

- Eso es un muy buen comienzo, esa es una herramienta ya de por si útil, pero creo que podemos usarla para más y no solo eso. ¿Vieron a esos caballos volando por el cielo?

- Si, ¿Qué tienen? – Obedia no lograba visualizar lo mismo que su hermano.

- ¡Podían controlar el clima! – Exclamo Lazarus. - ¿Tienen idea de lo que podemos hacer con eso?

Los 3 seres huecos entendieron lo que quería decir su hermano y se les dibujo una sonrisa maniaca y psicópata en el rostro.

- Ohhh. Ya lo entiendo. – Agregó Faraz.

- Voy a hacer travesuras con eso. – Admitió Obedia.

- Se lo que están pensando y estoy de acuerdo con ustedes, pero antes, ¿porque no aprendemos un poco más de magia? – Los 4 seres huecos eliminaron a sus huéspedes y una vez que los ponis perdieron la vida una presencia casi invisible salio de cada uno de los cadáveres.

Así, guiados por Lazarus, los seres huecos recorrieron las calles de Yeguadelphia con dirección a la academia Golden Stalion, la máxima casa de estudios de la ciudad. Ya sabían a donde ir, pues antes de que tuvieran aquella charla estuvieron saltando de cuerpo en cuerpo para aprender a controlar a las diferentes clases ponis y en uno de dichos saltos Lazarus husmeo entre los recuerdos de su víctima, hallando dicha academia.

Al igual que muchas instituciones de educación superior, las instalaciones de dicho lugar estaban cargadas con académicos, estudiantes y sus muros llenos de conocimiento. Pero aun con todo esto Obedia y Faraz solo veían potenciales fuentes de sangre, mientras que Lazarus se encargó de mantenerlos a raya en todo el trayecto, y así fue incluso cuando llegaron a la biblioteca.