CAPÍTULO 1

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Chris

—Chris... —murmura la chica acercándose lentamente a mi rostro. Sus ojos se van tornando en el proceso y, de un movimiento, comienza a inclinarse mientras su boca se entreabre con intención de chocar con la mía.

—Un momento, preciosa —interrumpo su acción. Coloco mis dos manos sobre sus hombros, empujándola hacia atrás con delicadeza—. ¿De verdad piensas que yo voy a querer besar a alguien como tú? —Se aleja un poco más y su semblante muestra cada vez más confusión.

—¿Cómo dices? —cuestiona con una voz chillona, entornando los ojos y cruzándose de brazos.

Me reafirmo sobre mi asiento, alejándome un poco más de ella. No es la primera vez que hago esto y tampoco será la última, por lo que no me resulta difícil encontrar las palabras.

—Mira, la verdad es que no me interesas en absoluto, solo quería divertirme contigo unos días —respondo con simpleza.

El timbre del instituto comienza a sonar y es la señal que esperaba para poder dar por finalizada la conversación. Cojo mi mochila y me levanto del banco sin siquiera despedirme. No esperaba que ella fuese a sentarse; yo siempre suelo esperar a mis amigos ahí sentado, y mucho menos que ocurriera la parte del beso tan pronto.

—¿Es una broma, no? —la escucho decir a mis espaldas. Pero lamentablemente decide imitar mi acción, obligándome a girar para mirarla de nuevo.

—No. Un chico tan popular como yo no va a querer estar con una chica tan... —Hago un chequeo completo de su cuerpo y vuelvo a mirarla a los ojos—. Como tú. Seamos realistas —digo de forma tajante e intento seguir andando, pero vuelve a pararme.

—Pero... ¿y todo lo que me has dicho estos días? ¿Todo lo que hemos pasado? —Agita las manos como una loca y lágrimas comienzan a brotar de sus ojos; sabía que era de las que tienen lágrima fácil.

—Lo pasé bien, pero no siento nada de lo que te dije que sentía, todo es mentira. La vida es así, asúmelo. ¡Ah! Y, sobre todo, no te fíes de nadie.

Sigo caminando para alcanzar a mis amigos, quienes ya se encuentran en la puerta esperándome. Los saludo con la mano y nos disponemos a entrar.

—¡ERES UN HIJO DE PUTA, CHRIS COOPER! ¡TE ODIO! —grita la chica desde donde la dejé. Su chillido resuena por toda la entrada, lo que hace que todo el mundo mire la escena, pero no se sorprenden; de hecho, se están riendo de ella desde su intimidad.

Bufo y sigo caminando hasta llegar a la entrada del Easton High.

Vivo en Astoria, Queens desde que nací y actualmente curso el último año de instituto; dentro de un año estaré estudiando en una de las universidades más importantes de Norteamérica. Aún no tengo claro qué estudiar, pero eso es problema para el Chris del futuro y tengo unos meses por delante para decidirlo.

Enamorando a SamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora