Chris
Nadie me dijo que esto iba a ser fácil, me han estado enviando indirectas todo el tiempo de que alguna vez iba a ocurrir. ¿Creéis en el karma? Porque yo ahora mismo creo que es tan real como que mi nombre es Chris. No queda otra, esto es alguna especie de venganza por haber herido tantos corazones en mi vida. Porque que esa chica pelirroja no sepa lo que significa la palabra amor y todo lo que conlleva, es un gran problema para mí y realmente me está volviendo loco.
Me abrazó, Sam me abrazó. Y yo la estreché entre mis brazos. Está bien, quizás estuviera un poco tensa, pero me pareció que poco a poco se fue relajando y disfrutó del abrazo. O quizás solo fueron imaginaciones mías porque tengo demasiadas ganas de saber que estamos avanzando en algo. Que ella me abrazara, según Ada, fue un gran avance en nuestra relación, de hecho, no me creyó cuando le dije que lo hizo. Aun así, eso no me garantiza nada, según ella no había forma de agradecerme lo que hice salvo con un abrazo. ¿Para ella fue solo un gesto de agradecimiento?
Estoy hecho un auténtico lío.
Y allí está, en una mesa a solas con sus cosas. No puedo dejar de pensar en aquel momento en el que la tuve pegada a mí por un minuto entero, en silencio, con el suave sonido del aleteo de las mariposas. Toda una escena romántica en puro estado y ojalá repetirla cuanto antes. Sería tan gratificante que lo hiciera cada día, una vez, solo pido que lo haga una vez al día durante cinco segundos. No es mucho pedir, ¿no?
—Chris, si quieres ve con ella, serás un traidor, pero ya estamos acostumbrados —bromea David despertándome del trance.
—Quizás no nos ha visto. —Todos miramos a Chad con una arruga en la frente, entonces se da cuenta de quién estamos hablando—. Oh, ya, se me olvidaba su pequeño detalle.
—Ojalá fuera pequeño. —Agacho la cabeza con desgana por unos segundos, hasta que decido poner al tanto a mi amigo sobre las costumbres de la chica que me gusta—. A veces quiere estar sola y, dadas las circunstancias, es mejor no forzarla, ella es así.
—Llevas casi dos meses a su lado, y quizás un mes siendo Chris el enamorado. Puede que sea hora de que le expliques qué es el amor y luego decirle que te gusta, solo que esta vez procura que lo entienda. —Quizás antes me hubiese molestado la burla de David haciendo referencia a cuando seguía los pasos de la lista, sin embargo, respondo ensanchando una sonrisa.
—Tengo un plan, pero no tengo la menor idea si le ayudará o no. Y por mucho que me cueste decirlo, PJ, necesito que me ayudes. —Desvío la vista para centrarme en la rubia, suplicándole con la mirada.
Ella deja de masticar en cuanto me escucha asimilando lo que acabo de pedirle, después se traga lentamente lo que fuese que tuviese en la boca, bebe agua con tranquilidad y entonces se dirige a mí con una ceja levantada.
—¿He oído bien?
Resoplo.
—Sí, has oído bien. Necesito tu ayuda.
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Enamorando a Sam
Teen FictionTodos en el instituto conocen a Chris Cooper, quien es famoso por dejar una estela de corazones rotos cada semana. Pocos saben quien es Sam, un enigma que deambula descalza por los pasillos. Para Chris, el amor se ha convertido en un juego, un clich...