Merlín y Arturo (+18)©

Capítulo 19: Merlín

Maestros

De repente, Merlín se vio obligado a regresar a sus viejos libros de magia. Cuando no trabajaba, se dedicaba a estudiarlos y buscar hasta el más mínimo detalle en ellos. En las ocasiones en que salía al mercado, también se detenía a observar a los magos callejeros, ya fueran falsos o actores, el los analizaba y se preguntaba si existía algo que pudiese aprender de ellos, ya sea un truco, o que no hacer para evitar ser rechazado.

Luego de semana y media, Merlín aun batallaba por llevarle el ritmo en la casa del mago Aldous. Al cumplir un mes allí, poco a poco comenzaba a acostumbrarse a despertar tan temprano, incluso si cada día era más frío que el anterior, y realizaba sus labores con mayor rapidez y eficiencia. Aldous no le daba elogios ni comentarios, pero se notaba más que satisfecho con los resultados. Su relación con Edmund iba bastante bien, en general; incluso si de vez en cuando sus diferentes ideales salían a relucir. Frecuentemente, sacaba el tema de la diferencia entre magos y brujos, esto debido a que se encontraban con el monje anti-magos y sus seguidores cada que salían, pero Merlín no aceptaba ni negaba nada, prefería quedarse callado en lugar de buscar problemas. Quizás debido a que, cada vez se sentía un poco más atraído físicamente por Edmund, hasta el punto en que necesito desahogarse durante la hora del baño en un par de ocasiones, aunque también escucharlo hablar acerca de la mediocridad que podría realizar un brujo con su magia lo hacía sentir menos atraído por él.

En todo caso, Edmund estaba feliz y encantado todo el tiempo, gracias a que Amice visitaba con mucha más frecuencia a su padre. Era una chica agradable, amable y atenta, incluso ayudaba a Merlín con sus labores como agradecimiento por cuidar de su padre y les llevaba verduras y frutas en ocasiones para compensar las molestias; pero Merlín igualmente evitaba su presencia. No es que estuviese celoso ni nada por el estilo; pero cada vez que ella llegaba, iba acompañada por su madre, quien trataba a Merlín de manera seca. Pero no solo ella, su esposo también era un poco agresivo con Merlín a la hora de limpiar el cuarto donde estaba. Merlín supuso que quizá era por la manera en que reacciono en la ocasión que lo descubrió en la cocina, lo que causo que Aldous lo reprendiera. No estaba seguro y tampoco le importaba. Afortunadamente, solo lo visitaban unas dos veces a la semana.

En cuanto a su presentación, estaba indeciso y solo repasaba lo que sabía sin construir nada realmente. Aldous le dio su permiso para poder revisar entre sus libros algo que le fuera de utilidad, pero estaba seguro de que no encontraría nada. Aun así, Merlín supo aprovechar la situación para aprender todo lo que pudo con tanta rapidez. Encontró desde mejores hechizos para tratar heridas como cortes profundos, hasta hechizos para curar la tos, resfriados, comezón y el mareo. Entre aquellos libros, descubrió un hechizo particularmente interesante, que permitía salvar a los moribundos de la muerte, pero requería de mucha experiencia, magia y concentración, el hechizo se consideraba en extremo peligroso y en extremo complicado, aquello solo incentivo más su curiosidad y se dedicó a estudiar la teoría cada que podía.

Pero ya no debía seguir retrasándolo, el mago podía incluso decidir no aceptar a nadie en lo absoluto mientras él se preparaba para la visita. Así que todos los días salía al patio y practicaba los diversos hechizos elementales que conocía: invocaba fuego en sus manos que depositaba en una pila de madera, llenaba un cubo de agua, hacía que dos diferentes rocas se fundieran en una sola, y desataba un vendaval sobre una pila de hojas secas. "Es bastante patético" pensó. Incluso si no era tan fácil de hacer, tampoco resultaba muy atractivo, pero con eso debía de bastar.

El mago al que iba a ver se trataba de uno bastante grande, no era muy conocido, pero instruyo a otros magos bastante bien reconocidos y talentosos, era un buen candidato a maestro, de hecho, era una opción bastante ambiciosa para su primer intento.