XV.

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El puerto ni siquiera se podía ver a la distancia.

Hace rato, Naruto y compañía habían zarpado a la isla Garuna.

Los ojos color zafiro del chico observaban maravillados las aves sobrevolando sobre la embarcación. Aquello solo le recordaba que realmente... Estaba en otro mundo.

- (Son diferentes)- pensó el ninja ante la hermosa y colorida gama de colores de aquellas aves comparadas con las de su tierra.

Natsu vomitaba a un costado de la nave, Gray refunfuñaba por lo bajo al estar atado, Lucy padecía un pequeño tembleque ante la idea de enfrentarse a la furia de Erza.

Naruto y Happy, como niños pequeños, se divertían en la punta de la canoa extendiendo sus brazos intentando atrapar peces con sus manos.

- Comienzo a estresarme más y más...- mencionó Lucy nerviosa y temblando.

- ¿Me arrastran con ustedes y ahora hablas así?- le recriminó Gray peleando contra sus ataduras-. Y tú viejo, ¿por qué nos dejó subir?- preguntó el mago de hielo desviando su atención al marinero.

- Mi nombre es Bobo, y viví allí un tiempo...- reveló y se presentó el marinero sin dejar de lado su tarea de guiar el viaje ante la marea inestable-. Pero escapé de ese lugar maldito-

- ¿Y de que maldición se trata?- preguntó Happy.

Bobo ensombreció su expresión alertando a Lucy.

- Si pisan tierra, la maldición también pasará a ustedes. Realmente, ¿pueden liberar la oscuridad y tinieblas que acechan aquella isla?- habló Bobo dejando la pregunta al aire.

Naruto esbozo una pequeña sonrisa, para pronto, cambiar a una de oreja a oreja. Sus mechones de cabello, libres ahora debido al cambio de lugar de su bandana, se mecían suavemente gracias a una tenue brisa. Aquella imagen solo mejoró gracias a la luz del Sol a su espalda.

- ¡Tranquilo, anciano! ¡Vamos a barrer el suelo con cualquier maldición! Es un promesa, de veras- mencionó riendo.

Bobo pareció contagiarse de aquella alegría imitando la carcajada del ninja.

Los demás solo observaban la situación sin saber que decir.

- (Capaz seas tú, la persona que mi pueblo espera...)- pensó Bobo viendo a Naruto reír.

Fiuuuuus

Otra brisa más fuerte azotó abanicando la capa que cubría al marinero dejando a la vista todo su tren superior.

Su brazo derecho no era humano. Se trataba de una extremidad fuera de los rasgos humanos. Piel violeta con verrugas y relieves por toda su piel como si hubieran piercings metidos debajo de su brazo. Uñas en vez de garras.

- ¿Seguro que podrás, chico?- preguntó Bobo levantando su extremidad para mayor vista e impresión.

Todos menos Natsu, quien se hallaba más ocupado lanzando su desayuno por la borda, quedaron conmocionados ante la imagen.

- Ese brazo...- expresó Gray casi con recuerdos aflorando cada poro de su piel.

A sus espaldas, una isla se podía ver a lo lejos, y sobre ella, a pesar de ser mediodía, la Luna hacía presencia tiñendo con su luz la tierra.

- Allí está...- mencionó el marinero haciendo que todos se den media vuelta-. La isla Garuna-

Sus palabras fueron arrastradas por el viento.

La tierra prometida se podía visualizar a lo lejos en el horizonte rodeada de una fina niebla.

Lucy tragó saliva nerviosa. Su primera misión clase-s.

Hada con dientes de sable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora