Hada con dientes de sable.

XIX.

Extraño.

Aquella era la sensación que recorría su cuerpo de pies a cabeza. Las cadenas que salían de su espalda baja parecían tener vida propia, y al mismo tiempo, seguían sus órdenes.

Era como si fueran extremidades extras que reaccionaban a sus pensamientos.

Las cadenas empezaron a moverse nuevamente escalando por el barranco cargando a su usuario y al par de rescatados. La escena parecía como si fuera una araña viajando en sus telas.

- ¿Que es esto, Naruto?- interrogó Lucy asombrada por la escena.

Los ojos de Happy solo mostraban estrellas de admiración en ellos. ¡Cosas de ninjas!

- No tengo ni idea- expresó confundido el ninja de la hoja, y miembro de Fairy Tail-. Lo único que se es que no sé cómo controlarlo, es más, siento que van a desaparecer en cualquier momento, dattebayo- nervioso Naruto miraba las cadenas rezando internamente a que no se esfumaran.

¡Fush!

Con un último empujón, las cadenas impulsaron al mismo tiempo que desaparecian, a los magos que cayeron en tierra firme siendo recibidos por Natsu y Gray.

La enorme rata permanecía noqueada a metros de ellos hace ya tiempo. Un ataque en conjunto del mago de fuego y hielo había sido suficiente. No querían admitirlo, y jamás lo haría, pero aquellos dos hacían buen equipo.

- ¿Que fue eso? ¿Tienes otra magia?- preguntó Lucy.

La muchacha era la más despabilada en cuanto a reunir información. No por nada llevaba años escribiendo con el sueño de hacer una historia conocida por el mundo.

¿Cuántas magias poseía Naruto? Primero pegarse a las paredes, transformarse, clones, aquella esfera giratoria que nombró como Rasengan, y ahora estas cadenas.

Era oficial.

Uzumaki Naruto escondía algo.

- Ni yo tengo idea- expresó el ninja viéndose las palmas de las manos.

El muchacho cerraba sus manos y las abría en un intento de activar nuevamente aquellas cadenas doradas, sin éxito alguno. Sus párpados se cerraron buscando si podía sentir alguna minúscula pista en su interior, pero fue un fiasco. Era como si las cadenas no existieran.

- Ni siquiera sé cómo invocarlas- mencionó Naruto negando.

- Un nuevo poder despertado- expresó Gray.

- Cosas de ninjas, nin nin- habló Natsu como un niño.

X~X~X

Al mismo tiempo. Magnolia. Gremio Fairy Tail.

Naruto asentía reiteradas veces con su pecho inflado de orgullo ante los elogios.

El ninja se hallaba de pie frente al maestro del gremio, y detrás suyo, Natsu, Gray, Happy, y Lucy, atados incapaces de moverse.

- ¡Anciano! Los traje devuelta- exclamo el rubio picando una de sus mejillas con superioridad-. Los detuve a mitad de camino apunto de ir a la Isla Garuna-

Los aplausos de los demás miembros no se hicieron esperar. Detener a Gray y Natsu no era nada fácil de lograr.

Makarov entrecerró la mirada juzgando la escena.

- ¿Cómo lo hiciste?- dejó caer la pregunta el anciano.

- Secreto estatal, o nacional. Cómo se diga- exclamo Naruto moviendo sus dedos de forma espeluznante junto a una expresión que no ayudaba a mejorar su imagen-. Cosas ninjas-