V.

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- ¡NO QUIERO! ¡NO QUIERO, MIRA-CHAN!-

Actualmente, el ninja hiperactivo número uno se hallaba sacudiendo su cabeza negando rotundamente. Naruto era sostenido por Mira, Lucy, y Levy, mientras la peliblanca llevaba a la boca del rubio... un pedazo de espinaca.

- ¡Tienes que comer verduras para crecer, Naruto-chan!-

- ¡Ustedes...!- exclamo el ninja viendo a Levy y Lucy-. ¡Les ofrecí mi amistad, y me escupieron en la cara!-

- ¡Es por tu bien!- respondieron ambas al mismo tiempo.

El resto del gremio solo observaba la escena conteniendo la risa.

- ¡Aleja esa cosa horrorosa de mi, o ve-

La oración de Naruto fue interrumpida cuando Mirajane introdujo de lleno la espinaca en su boca.

El rostro del ninja comenzó a ponerse azulado, para luego retomar su color poco a poco. Su mandíbula se movía mostrando que masticaba.

- ¡Está rico!- exclamo Naruto agarrando el tenedor poniéndose a comer por si solo.

Los miembros ganaron una gota de sudor en sus cabezas. Después de tanto escandalo y forcejeo que duró minutos simplemente para que su reacción fuese esa.

- Jajajajajajaja, ¡Naruto es muy divertido!- mencionó Natsu mientras reía y señalaba al nuevo miembro.

- Me recuerda a otro idiota que conozco...- expresó con burla Gray a su lado.

- ¡Ah! ¡¿Dijiste algo, heladera andante!-

- ¡Lo escuchaste bien, horno con patas!-

Ambos chocaron frentes apunto de comenzar otra pelea.

Minutos más tarde.

Naruto dio un bostezo mientras se recargaba sobre la barra en un intento de descansar sus párpados. Estudiar era cansador, y no le gustaba para nada.

Apenas llegaron temprano al gremio, el ninja se dio cuenta de cierto detalle. No podía leer los carteles en el tablero de misiones. Era de esperar que un chico que llegaba a una dimensión no supiera el idioma, por suerte hablaban la misma lengua, extraño.

Y aquello llevo al ninja a ser obligado a tomar clases particulares con Levy.

Naruto dio un suspiro cansador viendo frente a él la cantidad de libros sobre la barra. Lucy y Levy entablaban conversación a un lado del chico haciéndole compañía.

- Ten, Naruto-chan. Por tu esfuerzo en el estudio- exclamo Mira desde el otro lado de la barra dejándole un plato de dangos.

El ninja sonrió de oreja a oreja contagiando un poco a Mirajane, quien sonrió de lado.

- Te sienta realmente bien la nueva ropa, Naruto-chan- elogió Mira removiendo los cabellos rubios del ninja en un gesto maternal.

El rubio solo se sonrojo por la vergüenza.

En menos de 24 horas, dos chicas hermosas, Lucy y Mirajane lo habían elogiado. ¡Maldición! ¿Así se sentía Sasuke cuando las mujeres lo perseguían? Nah, de seguro no. El chico ni reaccionaba ante los cumplidos de las chicas.

En cambio Naruto, se estaba conteniendo en no saltar y bailar sonrojado por todo el lugar.

- Bueno, después de todo lo eligieron Lucy, y tú- expresó Naruto picando una de sus mejillas rojas.

Hoy el ninja había aprendido una lección. Jamás acompañar a comprar ropa a una mujer, peor si eran dos. Lucy y Mira lo habían hecho probarse y detenerse en cada pequeña tienda de ropa en la ciudad, aunque no eran muchas por suerte.

Hada con dientes de sable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora