XXIII.

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¡Boom!

Visto desde abajo, las decenas de Rasengan parecían estrellas brillando en el firmamento.

Angelica rugió de dolor.

Aquellos que sufrieron un golpe de la técnica, pueden decirlo sin dudas, era como si te licuaran el punto de impacto. El exterior era herido, pero en el interior es donde el verdadero potencial aparecía.

La explosión fue un espectáculo de luces.

Los clones desaparecieron apenas impactaron la técnica en su objetivo ocasionando que el cielo se llene de una enorme nube de humo eclipsando la vista.

¡Fush!

La enorme rata se precepito a través del caos descendiendo contra el suelo. Acompañando al animal, el trío de villanos seguía el mismo destino.

Sherry y Toby habían perdido la consciencia con el primer ataque.

- (¿Qué demonios es ese mocoso?)- pensó Yuka escupiendo sangre.

En este mundo, habían casos donde el usuario tenía una magia realmente poderosa e interesante, pero no le sacaba su máximo potencial. Yuka, era uno de ellos.

Su magia era capaz de disipar la magia.

Algo aterrador en este mundo donde la magia lo era todo.

Sin embargo, no sacaba todo su potencial. El mago no era bueno en la pelea mano a mano. Ni tampoco poseía un arma para defenderse de cualquier ataque.

- (Atravesó mi magia como si nada...)- Yuka cerró sus párpados recordando el momento exacto dónde puso una barrera contra el ataque de Naruto, pero fue destrozada como si nada-. (Que... Injusta es la vi...da)- expresó cayendo inconsciente.

¡Swiiiish!

¡Pump!

A 400 metros de la explosión...

La enorme rata aterrizó fuertemente contra el suelo llevando en su lomo a los tres magos inconscientes.

Los aldeanos soltaron un grito de victoria abrazándose entre ellos, agitando sus brazos hacia el cielo, sonriendo y riendo.

- Venció a todos de un golpe- expresó sorprendida congelada en su lugar Lucy comenzando a pintar una sonrisa en sus facciones.

Naruto rió extendiendo sus brazos y piernas en medio del aire.

Su figura era alumbrada por la luz de la Luna a sus espaldas.

X~X~X

Prisión de Deliora. Catacumba bajo la isla.

Una pequeña risa salió de su boca.

- ¿Por qué no mataste a Gray Fullbuster?-

Lyon dejó de observar al demonio, su ansiada meta para por fin cumplir su sueño de superar a Ur, para darse media vuelta observando al pequeño hombre enmascarado.

Era pequeño, algo encorvado revelando su edad avanzada. Un bastón lo ayudaba al caminar. Oculto por ropajes en formas de capas, y una máscara que ocultaba su rostro.

- No hay razón- respondió Lyon volviendo con su atención a su objetivo-. Simplemente no me gusta la sangre-

Otra pequeña risa salió del enmascarado.

- Y así y todo, ordenaste asesinar a todo el pueblo- expresó caminando llegando a un lado del mago de hielo-. Parece que aún guardas algo de apego por tu antiguo compañero de entrenamiento-

Hada con dientes de sable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora