XXVI.

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¡Poof!

Naruto creó un clon que cargó a Gray a su espalda.

- Llévalo a un lugar seguro lejos de aquí- expresó el original.

- No, por favor- pidió Gray mientras era levantado por el clon-. Por favor, déjame ver a Deliora por última vez. Quiero pelear-

- Estás muy herido, no puedes- negó Naruto con la cabeza-. Además, hay que confiar en Natsu. Seguramente detuvo el Goteo de Luna-

- Por favor- volvió a pedir el mago de hielo.

- Yo lo protejo, jefe- mencionó el clon.

Un rugido ensordecedor.

Gray se aferró al clon.

- Ese sonido... Nunca he sido capaz de olvidarlo...- musitó el mago de hielo.

- Deliora- sentenció Naruto.

Gray supo de inmediato lo que tendría que hacer. Ninguno de los que estaban aquí podrían derrotar a Deliora. El demonio podría destruir toda la isla en cuestión de minutos.

El mago de hielo respiró profundamente.

La única opción viable para evitar muertes sería su sacrificio sellando nuevamente a Deliora.

Los rugidos seguían inundando todo el lugar.

- Está bien, pero no hagas nada estúpido- mencionó Naruto.

- Mira quién lo dice- refutó Gray.

Naruto comenzó a reir mientras el mago de hielo ganaba una pequeña sonrisa.

Ambos escucharon un gemido de dolor observando a Lyon.

Naruto volteó a ver a Gray, quien asíntió.

- Si puedes, sácalo de aquí y llévalo con sus camaradas- pidió Gray.

Naruto sonrió.

- Si-

¡Poof!

Un clon más se creo.

La luna llena brillaba en el cielo marcando el inicio de una batalla.

X~X~X

¡Roaaaaar!

¡Crack!

¡Crack!

Naruto se detuvo en la entrada de la catacumba presenciando el momento justo.

¡Roooooar!

Deliora se liberó de sus ataduras.

Gray observaba el hielo hundirse en el agua mientras su pesadilla volvía a caminar en este mundo.

El demonio volvió a rugir moviendo su tren superior mostrando que sus piernas y cintura seguían congeladas.

El mago de hielo se bajó de la espalda del clon hundiendo sus piernas en el agua. Con pesar, pasó su mano derecha por el líquido tomando un poco de este.

- Ur...- susurró dejando escurrir el agua entre sus dedos.

Gray, Lyon.

Naruto vio hacia la derecha, y luego hacia la izquierda buscando a aquella mujer que había hablado. Era la misma voz que le había suplicado por ayuda cuando la luz de la Luna golpeaba a Deliora.

- ¿Acaso...?- se preguntó el ninja tomando el agua entre sus manos.

Gray, Lyon. Mis chicos.

Naruto observó a Deliora, para volver a prestarle atención al líquido en sus manos.

Hada con dientes de sable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora