Levy había puesto una expresión asombrada ante la nueva información dada por Naruto.
Era algo increíble realmente. Cada cosa que aprendía un clon, luego tras desaparecer, volvía al original.
¿Quién lo diría? Incluso alguien experto como Naruto en su técnica insignia, el clon de sombra, aún tenia trucos por aprender sobre ella.
Lo que cualquier persona normal aprendía en una semana, con un par de clones, el proceso podía acortarse. Si ya de por si era algo aterrador en manos de Naruto, ¿que tan peligroso sería en propiedad de alguien más... inteligente y manipulador?
Aquello solo produjo escalofríos en la muchacha.
La muchedumbre dentro del gremio entablaba conversación entre ellos ignorando por completo la escena algo inusual en la barra. Bah, no la ignoraban, ya se les hacía común ver algo de ese estilo con Naruto entre ellos.
En medio de la barra, un grupo de quince clones del ninja rubio leía en silencio un libro aprendiendo más sobre el lenguaje de esta dimensión. El silencio era producto de la amenaza de Mirajane. La camarera había amenazado al ninja con sacarle el ramen por dos meses si se quejaba sobre el estudio.
Así que, ya se sabia. Querías poner a hacer algo a Uzumaki Naruto, pues tan solo debes amenazarlo con quitarle el ramen.
- Aquí tienes, Naruto-chan- mencionó Mirajane depositando al lado del ninja un plato de cereal.
- ¡Gracias, Mira-chan!- contestó siguiendo con sus garabatos.
La chica sonrió para despeinar el pelo del chico. Había transcurrido casi dos meses desde la llegada de Uzumaki Naruto al gremio. Se podía observar un pequeño, pero presente cambio en él.
Parecía que la dieta de verduras, proteínas, y agua funcionaba. La contextura física de Naruto parecía estar cambiando poco a poco. Si a aquello se le sumaba entrenamiento físico, no había ninguna duda que aquel ninja con grasa de bebé se esfumaria con el pasar de los meses.
- ¿Qué haces?- interrogó curiosa Mira observando los dibujos del chico.
- Planeando mi venganza contra Erza- sonrió Naruto de forma zorruna.
El ninja desde pequeño era algo bromista. Llevándolo con el pasar de los años a convertirse en un maestro en aquel arte.
¿Le cortaría el cabello a Erza? ¿Se lo pintaría? ¿Le pondría laxante a su pastel de fresas? Nadie sabia con aquel ninja en la ecuación, después de todo, era el número uno en sorprender a la gente.
- Ellos se llevaron toda la diversión. Yo podría haber estado allá si esa tomate no eliminaba a mi clon- expresó un Naruto chibi con un pequeño mohín.
Por la mañana, las noticias del día habían llegado a todas partes de Fiore gracias a los periódicos.
El grupo formado por Erza, Natsu, Gray, y Lucy, habían salvado a los maestros de los gremios de las sucias manos de Erigor, el dios de la muerte, la cabeza principal del gremio oscuro Eisenwald. No sin antes, claro, dejar la marca insignia de Fairy Tail. La destrucción.
El edificio de reuniones había acabado hecho escombros.
Más fama ganaban, más deudas generaban. Así eran las hadas.
- Puede ser, pero...- mencionó Mira volviendo a despeinar el cabello de Naruto-. Si no fuese por aquel inconveniente, jamás hubieras descubierto el secreto de tus clones-
Naruto desvió la mirada hacía el suelo, para soltar un "Hmp" imitando el típico sonido de su antiguo compañero de equipo, Sasuke.
- No pienso darle las gracias a aquel tomate- habló el rubio volviendo a sus planes de venganza en búsqueda de la broma perfecta.
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Hada con dientes de sable.
FanficNaruto x Fairy Tail. El ninja cabeza hueca número uno llega a Fiore. ¿Qué tanto cambiara la historia con el presente?