Luna Rosa

XXXII

Mitsuri estaba dentro del agua con un paño húmedo en la cabeza.-Esto es muy relajante.-Volteando hacia la pared de madera que separa las aguas termales de hombres y mujeres.

La peli-rosa se acerca a la pared.-El agua está muy bien, verdad Senjuro.-

Del otro lado está el chico recargada en la pared este tenía recogido su cabello en un despeinado chongo que la hacía hacer varios mechones, el calor de las aguas lo tenía con las mejillas rojas.-Sí.-

La chica se recarga en la pared igual.-Ya hablaste con ese chico peli-rojo.-Le pregunta la mayor.

Se avergüenza.-No.-Hundiendo medio rostro en el agua.

-Porque que pasa.-Se sorprende ante su respuesta

Saca la cabeza para hablar.-No he podido hablar bien con él.-Baja la cabeza.-Ademas creo que el me está evitando, quizás el ya no gusta de mi.-Dice eso último con algo de tristeza.

-Como puedes estar tan seguro, si tampoco le has hablado tu.-Le responde.

-Lo siento, prometo aclarar todo cuando lo vuelva a ver.-Junta las palmas el menor.

-Te perdono, salgamos ya se aquí y vayamos a comer algo. Quizás eso te anime.-Sonrie la chica juntando las palmas.

-No es mala idea.-Recibe como respuesta.

Ambos salieron de las aguas termales, para vestirse e ir a comer algo.

Tanjiro no había hecho nada  comunicación con el Tokito. El cual sólo se limitó a encerrarse en su habitación, azotando la puerta detrás del peli-rojo.

El peli-rojo sin nada más que hacer, fue a explorar el lugar, dejó sus cosas en su habitación asignada para salir en bata a probar las aguas termales.

Al entrar al lado de los hombres este divisa en el agua una cabeza rapada.

El chico rapado nota su presencia volteando hacia el.

El peli-rojo corre hacia el agua se quita la bata para saltar. Haciando que el otro se cubra del agua que le salpica.

-¿Cuál es tu maldito problema?-Se enoja Genya.

Tanjiro sale del agua.-Tu eres el chico que vi con Senjuro el otro día.-Le comenta.

-Tss y eso a ti qué.- Lo mira con el ceño fruncido.

El chico respira hondo.-Dime algo, ¿acaso tu gustas de Senjuro?-

El otro se sonroja pero no por qué guste del menor si no por la pregunta incomoda que le hizo.-QUE CARAJO, NO.-

-No pero tu lo invitaste, te vi.-Ahora el se empieza a avergonzar.

-Me agrada, pero no de esa forma, ademas ha estado entrenando con mi hermano.-Continúa.-Por qué acaso te gusta o que.-

Tanjiro se pone como tomate.

-Es eso, Tss.-Se va caminando para salir del agua.-Si es eso, en vez de estarme confrontando a mi por cosas que tu malinterpretas.-Busca su bata.-Deverias ir a aclarar lo que sientes con él.-Se coloca su bata, para voltear a verle una vez más.-MADURA QUIERES.-Se va todo fastiado de no tener un momento de paz.

El otro deja salir un grito, para luego meterse al agua para callarlo. Estaba aún más avergonzado por la situación, además de dar una primer mala impresión a un desconocido. Queriendo desaparecer en ese instante.

Tokito sale de su habitación, tenía mucho en mente ahora. Teniendo una migraña por lo mismo sale a caminar un rato, mientras que el cielo se empieza a tornar de colores naranjas, este tiene flash backs de su vida cuando era un niño. Camina sin rumbo por el pueblo, tocandose la cabeza, hasta que se detiene en los límites de la misma, Respirando agitado se recarga en un árbol.

Senjuro estaba perfeccionando unos bocetos que hizo del pueblo en su habitación, disfrutando del tiempo libre que tenía para esperar su nueva katana. Sentado con su traje de cazador puesto estaba muy emocionado, los paisajes de la villa de los herreros era algo digno de plasmar, miró hacia su ventana el atardecer estaba llegando.

Así que se levanta con su libreta para salir y ver que tanto puede seguir plasmando.

Tanjiro se había cambiado, notando el atardecer quería ir a buscar a su hermana que llevaba medio día en el bosque. Con una nueva katana su propósito de estar en la villa había terminado, así que solo iría por ella para volver a la cede. Saliendo para disponerse a salir del pueblo.

Senjuro cierra la puerta detrás de él, caminando hacia la salida de la más cercana. Estaba distraído mirando sus bocetos hasta que se detiene al oír unos pasos adelante de él.

-Senjuro.-Le reconoce quien estaba delante de él.

El menor baja sus bocetos para ver al peli-rojo.-Tanjiro.-

La noche ya se estaba dejando caer, para abrirle paso a la oscuridad. Tokito seguía donde había acabado respirando agitado, su atención es desviada a unos extraños peces dorados nadando hacia la villa.

Genya había llegado por coincidencia detrás de Senjuro, pero este rápido se da la vuelta. No quería involucrarse en lo que sea que tengan ellos dos más por el comportamiento del peli-rojo. Dobló la esquina de un pasillo hasta que se detiene al sentir una extraña presencia.

Ambos se quedaron viendo hasta que su atención se desvía al oír como crujían las paredes del lugar.

Peces gigantes comenzaron a romper casas. Y estaban atravesando este lugar igual.

Tanjiro y Senjuro empieza a correr en una dirección para evitar que les caigan escombros. Topandose con Genya quien igual corría del desastre.

-SENJURO.-Le ofrece su espada el rapado.

Senjuro asiente para tomarla y salta, con el impulso de una respiración del viento para cortar al pez que destruia el lugar.

Tanjiro le sigue detrás, ambos rebanan al gran animal en tres partes.    Notando que se desintegran como demonios.

-¿Qué son estas cosas? -Se pregunta el rapado.

Tokito no se había movido ni un milímetro de dónde estaba. Golpeteaba su cabeza queriendo callar su mente.

-Niño que pasa, estas perdido.-Le dice alguien en la oscuridad.

Tokito voltea hacia dónde viene la voz. Observando dos ojos deformes, que se van acercando a él.

Este va hacia atrás sin dejar de verlos, sacando su katana. Hasta que la luna superior cinco se deja ver a la luz de  la luna menguante que se abre paso en el este.