Luna Rosa

XLV

Senjuro lleva a Tanjiro a su estudio personal, al cual el cabezón nunca había entrado.

Al pasar por la puerta, sus ojos brillan al ver los colores de las obras del menor.

Pasando mas hacia ella, Tanjiro ve a su alrededor. Todos los lienzos puestos de una forma armoniosa y a la vez apilados. Bocetos pegados en su solo lado.

Tanjiro no dudo en curosear por el lugar, Senjuro lo seguía.

Retratos de sus hermanos, compañeros cazadores, paisajes de sus misiones algunas en bocetos u cuadros. Senjuro había hecho una retrato muy bueno de la vida de un cazador.

Este camino mas hacia el fondo de la habitación, guiado por su material de pintura. Con manchas, en los pinceles, godetes y muchas salpicaduras en la tela que puso en el piso.

Tanjiro curioso en sus pinceles tocando las puntas con sus dedos, estaban tan limpias las cerdas, a excepción de su resto que reflejaba todo el trabajo del menor.

-Lo que has hecho aqui es muy hermoso Senjuro.-Levanta la mirada para verlo y sonreirle.

Senjuro le devuelve la sonrisa.-Lose todo esto es maravilloso, me alegra no haber dejado de hacerlo aun cuando ser un cazador es un dever muy duro.-

Tanjiro sigue curoseando, hasta que topa una pintura que hace que se asombre.

Esta pintura era un espíritu del fuego, en un bosque de noche. El espíritu parecia que danzaba en la pintura, llenando gran parte del lienzo de una hermosa luz naranja. Tanjiro lo ve más a detalle, récordo a su padre cuando bailaba en la montaña, para pasar a su madre y hermanos.

Senjuro se acerca.-La hize para ti, crei que este era el momento para que lo vieras.-

Tanjiro suelta una lagrima y volte a verlo para sonreírle.-Me gusta mucho.-

Senjuro mira que llora.-Pero porque lloras.-

-Solo me recorde a mi familia y la montaña donde naci.- Se limpia.

Senjuro lo toma de la mejilla.-Eso es lo que hace el arte. Refleja recuerdos o emociones.-Mira a la pintura.-Yo la hize pensando en ti en cambio tu viste a tu familia, lo que se genera es lo que en cada quien es muy valioso.-

Tanjiro toma su mano,escuchando lo que dice que es tan inspirador. Se preguntaba como alguien tan joven podria hablar con tanta sabiduría.

-Si muero en la batalla, jamas me ire estaré en estas pinturas.-Mira a su alrededor.-Todas ellas alguien mas las vera y creara un recuerdo.-

Tanjiro las mira.-Si te pasara algo prometo cuidarlas, pero si sobrevivimos las cuidaremos juntos y pintaras hasta tus ultimos días.-

-Eso espero, me emociona pintar una vida más allá de un cazador.-

-Y lo haras, te lo prometo.-Promesa que llevo hasta el limite en la batalla final alejandolo cuando se convierte en demonio.

Ambos siguen sujetados de las manos, sus corazones lantian rápido. Quizas mas impulsos mas sentimientos encontrados pero se dieron cuenta que después de mucho tiempo alfin tenian su espacio.

Volvieron a unirse en un beso, que se volvió más profundo. Tanjiro se pego mas hacia su cuerpo, buscando un tacto aun mas personal.

Senjuro sintió eso asi, que lo abrazo por el cuello y este le tomo de la cintura con fuerza.

Al dejar de besarse estos, Senjuro callo en cuenta del fotón qué tenia detrás del librero.

Senjuro toma al Tanjiro de la muñeca para llevarlo ahi. Voltea a verlo y este suelta su cabello amarillo, largo el cual hace que caiga por sua hombros y espalda.

-Estas segura de querer hacerlo.-Se sonroja el mayor como nunca, ya que estaba entendiendo la situación.

El menor se ruboriza también, asiente con la cabeza. Empezando a desabotonar su traje de cazador.

Tanjiro también empieza a hacer lo mismo.

Dejando ambos una pila de ropa que marcaba la ruta hacia el fotón que era ya corta.

Senjuro se recuesta en el, Tanjiro se pone arriba de el. El cabello dorado del chico se regaba en la almohada.

Tanjiro lo miraba, el cuerpo del menor no era tan fornido como el de el, era algo delicado con marcas leves de sus batallas pero tan palida y suave al tacto que alcanzaba a sentir.

-Eres hermoso, Senjuro.-Le comenta el peli-rojo, ruborizado por la situación.

El otro igual de sonjorado, sus ojos brillan como nunca. Mientras Tanjiro se acerca pegandose a el aun mas para besarlo.

Los besos pasaron a caricias que el Mayor hacia sobre el otro.

La inexperiencia por parte ambos hizo que por el calor de momento. Tanjiro entrara en el de una manera algo brusca, el mayor jadeo ante la sensación.

En cuanto a Senjuro no pudo evitar sacar un quejido por el dolor algo repentino que hizo que sus ojos se humedecieran.

-Lo lamento, estas bien.-Se preocupa.-Podemos parar.-

Senjuro toma una gran estocada de aire.-Por favor no lo hagas.-

Tanjiro sigue, moviendo su cadera hacía delante y hacia atras.

La sensación que tenia el menor era de su agrado.-Tan..ji...ro.-Rodeando su dorso con las piernas.

Tanjiro acelero un poco mas, mientras buscaba los labios del menor una vez más. Para apretar hacer las rapido el ritmo.

Ambos jadeaban con desesperación, hasta que llegan al orgasmo.

Tanjiro lo mira, ahora el podia notar algo el aroma de ambos se convino por un momento. Algo que era nuevo y agradable para el, solo pudo notar algo parecido hace muchos años y era cuando sus padres estaban juntos.

Se recostaron en ese fotón, viendose mutuamente acostados de lado.

Tomando sus manos, jugaban con sus dedos.

Senjuro solto una pequeña risa, la cual se desvanecio un poco para poner una seria.

-¿Qué pasa?-Le pregunta Tanjiro.

-No quiero que este momento termine.-Le comenta sabiendo que en unas horas tienen que ir a un destino incierto.-En otras circunstancias te hubiera pedido que escaparamos, quizas mis hermanos lo hubieran entendido, pero es muy difícil cuando las cosas que tienes enfrente sin querer afectan a quienes quieres. Eso te hace querer hacer algo al respecto.-Apreta la mano del otro.-Es por esa razón que me volvi cazador, aunque siempre tube la opción de no serlo.-

-Yo creo que por eso hacemos esto para poder tener mas opciones, para tener paz y momentos como este.-Besa su mano.-Tendremos mas lo prometo.-Le dice Tanjiro.

-Gracias.-

Los chicos volvieron a vestirse, Tanjiro se habia adelantado.

Senjuro se detuvo a escribir algo detrás de su cuadro de la luna rosa.

-Senjuro, tenemos que irnos.-Grita el Mayor.

-Si ya voy.-Le contesta ta para dejar su cuadro donde estaba.