XXXVI

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El demonio se perdió de la vista de ambos

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El demonio se perdió de la vista de ambos.

-Tiene a civiles.-Comenta Senjuro.

-Al niño, lo vi esta mañana. Tengo su olor vamos.-Corre para seguirle el rastro, mientras que el menor lo sigue.

En su camino siguiéndolo, se encuentran con Genya.

Los tres se detienen para mirarse.

Agitado por correr.-El último demonio que salió, es la auténtica luna.-Comenta el rapado.

Los otros dos se sorprende con su comentario.

-Además los otros dos que iban detrás mío se fueron de mi vista.-Termina el rapado.

-La luna se acaba de llevar a unos civiles no sabemos para qué pero no podemos perder el tiempo.-Comenta el peli-dorado.

-ES POR AQUÍ.-Comenta Tanjiro para correr primero, seguido del resto.

-NO OLVIDEN LO QUE LES HABÍA DICHO.-Reclama el rapado,corriendo a la par de ambos.

Los dos asienten como afirmación.

Las chicas lograron alcanzar a los tres demonios. Ellos no tuvieron otra opción tenían que proteger a su superior así que volvieron a pelear, para su benecifico la pilar ya estaba con heridas considerables y la demonio estaba llegando a su límite.

De un golpe propiciado por dos de los demonios la pilar salió volando, rodo unos cuantos metros hasta que se detuvo entre polvo está ya no tenía fuerza alguna. Su cuerpo ya estaba temblando, trató de levantar pero sus brazos se hicieron como espaguetis y volvió a caer al suelo.

El de blanco lanza hacia una casa a la oji-rosa. Quedándose entre los escombros, su regeneración estaba ya lenta, sacaba pequeñas flamas que lentamente le iban regenerado su cuerpo. Respiraba agitada esforzándose por hacerlo más rápido, dejando salir un grito por el dolor que sentía, su apariencia demoníaca igual estaba disminuyendo.

-ENCARGATE.-Grita el de rojo, mientras que huye con el de azul.

El de blanco camina hacia la pilar, ella solo le mira con una cara cansada y una lagrima salió deslizándose por su mejilla. Había aceptado su destino, el demonio estaba a punto de atacarle pero está es empujado. Se deslizó en el suelo de pie casi perdiendo el equilibrio, mira fastidiado a quien le ataco.

Nezuko se pone enfrente de la pilar, gruñendole al demonio blanco.-NO HAS ACABADO CONMIGO.-Le grita.

La pilar mira a la demonio con los ojos vidriosos.

Los cuatro demonios que escaparon, llegaron a una finca en pie. El de rojo y azul se pusieron a la entrada. Mientras que el de verde y amarillo estaban detrás en el patio.

El demonio corrió, con sus victimas en brazos. Tirandolos al patio de una finca, el hombre se acerca a su hijo y este lo abraza con intenciones de protegerle.

Luna RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora