XXXIII

44 11 4
                                    

Tokito lee el nombre de la luna

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tokito lee el nombre de la luna.
-Quinta Creciente.-Diciendolo con su voz algo apagada y sería.

-Te gustan mis peces, yo mismo los hize.- Sonrie con ambas bocas que tiene por ojos.

Tokito no le contesta y se lanza para atacarlo. Guiado por una extraña ira en su pecho, en sus memorias y también en como su deber como pilar.

La villa estaba bajo ataque, Tanjiro y Senjuro iban acabando con cada pez que se topaban.

Genya los iba detrás de ellos para paralizarlos con sus balas y que ambos chicos con katanas se encargan de rematarlos.

Todos los herreros estaba ocupados en proteger a sus familias y desalojarlos lo más rápido que pudieran.

A excepción de Hotaru quien corría contra el mar de gente con una katana envuelta en una tela.-Los demonios tienen más de 150 años sin atacarnos, que es lo que traman ahora.-

La pistola del rapado queda sin balas una vez más al apretar el gatillo.-CARAJO.-Aventando su arma.

Senjuro se percata.-DESCUDIA QUEDATE DETRÁS DE NOSOTROS.-

-TSSS, NO SOY UN INÚTIL.-Pasa corriendo a través del Peli-rojo y el Peli-dorado.

-QUE HACES.-Le grita Tanjiro.

Corre hacia un pez, brinca desde una de las ruinas que deja.

-El tiene algo especial.-Comienza a decir Senjuro.

Tanjiro le dirige su atención.

-Puede absorber la habilidad de un demonio con solo comer su carne.-Continua.

El rapado llega hasta el pez para darle una gran mordida.

-Pero no se si sea un buena idea que lo haga.-Se nota preocupado.

-Porque, que puede pasar.-

Genya lo suleta, para caer al suelo, masticando su bocado. Este comienza a hacer una cara de asco, trata de escupir lo que tiene.

-GENYA.-Grita el menor.

Este termina de tragar, volteando hacia los dos chicos. Sus ojos carmesí de demonio y sus colmillos salieron para dejar salir gruñidos.

Algo que había dejado a Senjuro inquieto y a un Tanjiro impresionado.

Hasta que sus orejas se hacen aletas y algunas escamas le salen en el rostro.

Ambos chicos quitan sus emociones para abrir paso a una mueca de decepción.

Genya se toca la cara notando su cambio, mirando como ambos cazadores tenían ganas de soltarse a reír.-NO SE ATREVAN.-Los mira con cara asesina.

Ambos se tapan el rostro con su brazo libre de la katana.-Lo sentimos.-Dicen al mismo tiempo.

-Este pez tiene algo diferente,su energía demoníaca es muy densa.-Comenta el rapado.

Luna RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora