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Los días en la finca mariposa iban de forma tranquila, con los tres recuperándose

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Los días en la finca mariposa iban de forma tranquila, con los tres recuperándose.

Senjuro ya pudo ir a rehabilitación con sus otros dos compañeros de hospital. Después el presenció con sus propios ojos a Nezuko caminar bajo el sol, el cual no dudo en ir a abrazarla y alegrarse de verla después de la batalla.

En las noches, el peli-rojo y el peli-dorado se acostaban a dormir juntos. Si no podían consiliar el sueño hablaban en voz baja de cosas, como la familia, los gustos y lo que no gustaban.

Si se emocionaban demasiado y alzaban la voz, eran reprendidos por una grosería por parte del rapado.
Lo cual hacía que terminaran riendo bajo para tratar de domir.

Otras veces solo se miraban mutuamente, sin más palabras solo era un momento para ellos. Si la luna era generosa esa noche podían mirar más sus facciones con la luz azul que emanaba.

Cuando ambos dormían, Tanjiro era quien despertaba horas después, con esos sueños de unas posturas con  nombres relacionados con el sol, que por alguna razón tiene en su memoria y en aquel niño de ropa violeta. Despertaba de forma forzada y rempetina, pasaba un rato para volver en sí a su realidad. Buscando calmarse con sólo ver a su rubio para consiliar el sueño nuevamente.

Este momento de recuperación era su zona segura de ambos. Nadie se los podía arrebatar hasta que una mañana, cuando Tanjiro empezó a tener mas mejoría en su cuerpo. La bomba de su realidad volvió a caerle a ambos en una mañana.

-CAZADOR TANJIRO.-Gritaba Lignito el cuervo por la habitación.

Los tres chicos despiertan por el ruido, mientras que el cuervo dicta la nueva misión del peli-rojo.

-CALLA MIERDA.-Le avienta su almohada, el malhumorado rapado al ave.

Esta le esquiva.

Tanjiro, se levanta, para mirar a Senjuro todavía medio despierto.-Debo irme de misión.-

El rubio solo asiente, mientras se talla los ojos.-Nos veremos pronto.-

-Es una promesa.-Le sonrie el peli-rojo para abrazarlo.

Tanjiro se separa, mirando al Senjuro.

El peli-dorado le besa la mejilla.

Los ojos del mayor brillan ante su gesto a la vez que se se sonroja.

El menor se pone como tomate.-Ten cuidado.-Le dice.

El otro asiente y se va antes de que a su cuervo se le ocurriera volver a graznar.

El día corrió normal para Senjuro y Genya hasta que callo la noche.

Kyojuro y Akaza se asoman hacia la habitación del menor.

Senjuro que estaba entretenido dibujando, nota la presencia en el umbral de la puerta.-Hola, hermanos.-Lo dice con mucha alegría.

Ambos entran.

-Ya estas mejor.-Se alegra el peli-rosa.

Ambos se sientan de un lado de su cama.

El menor asiente.-Sí, mucho mejor. Como están las misiones.-Les pregunta.

-Desde lo que paso en la villa de los herreros, los demonios han estado sueltos tratando de llamar la atención del rey demonio para ser lunas demoníacas.-Cuenta Kyojuro.

-Idiotas que sólo causan problemas, a estas alturas dudo que el quiera salir de la fortaleza.- Agrega Akaza.

-En estas semanas estuvimos tratando de rastrear la fortaleza pero no hemos tenido suerte alguna.-Termina el fénix.

Senjuro suspira. - Ya veo, entonces estamos cerca pero a la vez tan lejos.-

Ambos le dan palmadas en la cabeza del menor.

-Vamos a lograrlo.-Se pone positivo Kyojuro.

-Eso espero.-Le contesta Senjuro.

-Antes de venir a verte hablamos con Aoi, si quieres puedes seguir tu recuperación en casa.-Le sugiere Akaza.-Podemos pasar un tiempo contigo hasta nuestra siguiente misión.-

Senjuro sonrie, ya que los días de convivencia se habían vuelto lejanos.-Eso sería genial.-

Esa misma noche volvió a la finca de la llama, con sus hermanos.

Al día siguiente Senjuro despertó y el desayuno estaba listo.

-Buenos días.-Sentandose en la mesa, tomando un plato de arroz con huevo.

-Buenos días.-Se escucha desde la cocina por parta de Kyojuro.

Saliendo ambos para acompañar a su hermanito. Se sientan delante de él.

Senjuro prueba la comida.-Quedo muy bien.-Sonrie.

-Gracias, está vez no deje que Akaza tocará el arroz.-Comenta Kyojuro.

-Solo se me quemo un poco la ultima vez.-Reclama el peli-rosa.

Senjuro ríe también. -Solo no toques la comida hermano Akaza, tu consuelo es que cuando sean humanos Kyojuro cocinara para ti.-

El fénix cruza los brazos.-Y será la mejor comida que hayas probado.-Le declara.

El peli-rosa se sonroja.

-Por cierto Senjuro supe lo de Tanjiro.-Cambia el tema Kyojuro.

Senjuro se ahoga con el bocado, tose para sacar un seco.-Que cosa.-Se recupera, acaso Aoi comentó esa situación cuando el mayor iba a domir a su lado.

-Sí se recuperó bastante rápido y ya está en misiones.-Cuenta el mayor.

Sonrie, aliviandose. -Espero volver a verlo.-Se pone muy nervioso.-Digo volver a misiones.-Rie nervioso.

Ambos mayores sabían lo que el menor sentía por el peli-rojo. No se han entrometido en todo este tiempo, sólo no quieren que el corazón del menor se rompa.

-A él.-Empieza a decir Kyojuro.-Tambien le gustaría volver a verte.-Le pregunta.

El menor baja la cabeza todo rojo de la cara.-S...i prometió que no volveríamos a ver.-Le contesta.

Akaza cruza los brazos.-Mas le vale que si lo haga.-Mostrando su sobre protección.

A lo que el fénix solo le da un codaso.

Senjuro deja su pena, para seguir comiendo. Continuando el día con normalida, hasta que por fin el menor logró un tiempo en su estudio.

Todos los bocetos que hizo, los empezó a ver uno por uno hasta que miro uno de Tanjiro que hizo en la finca mariposa, estas emociones que sentía por el le daba una nueva inspiración.

Así que decidió tomar un lienzo limpio, para comenzar una nueva pintura.

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Luna RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora