014|Mamá Seo y Papá Seo

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—¿que haces aquí corazón?—preguntó changbin al ver el bonito rostro de su novio asomarse por la puerta de su oficina.

Hyunjin formó un puchero mientras se adentraba.

—vine a verte, la recepcionista me dejó pasar con la identificación que me diste—anuncio.

Changbin se levanto de su asiento con una gran sonrisa para tomar entre sus brazos a su chico quien enrollo sus brazos por su cuello.

—además vine a dejarte algo para que puedas comer, ayer cuando llegaste del trabajo no comiste y no debes dejar pasar tus horas de comida—regaño el pelirrojo.

Sus manos le extendieron un bolso el cual contenía unos tuppers con comida y una botella.

—¿me trajiste comida?—cuestiono sonriente—no debiste haberte molestado jinnie—.

Nuevamente tomo asiento detrás de su escritorio invitando a hyunjin a sentarse en sus muslos, cosa que hwang hizo con una gran sonrojo en sus mejillas.

—claro que me molestó tonto, no quiero que te me desmayes cuando tengamos sexo por qué tus defensas están bajas, ¡no te me puedes caer en medio acto!—rió al ver el rostro indignado de su pareja.

—osea ¿que solo me quieres para eso? me dueles hyunnie, creí que teníamos algo—fingió llorar.

Hyunjin se acomodó mejor en su regazo, sus manos abrieron uno de los tuppers y de el saco una pequeña fresa la cuál coloco en su boca acercando su rostro al de su novio.

Seo acercó sus labios también, amaba esa faceta de hyunjin, le gustaba que se preocupara por el, le gustaba hwang hyunjin.

Y así, sus labios se unieron, el pelinegro tomo la fresa haciendo que sus dientes la mordieran para poder probar su dulce sabor que se extendió entre su cavidad bucal, los trozos de está bajaron por su garganta y el siguió con el beso que compartía con el pelirrojo, sus manos acariciaron su cintura y poco a poco descendieron hasta su culo donde amasó las grandes mejillas del chico.

Sus lenguas jugaban entre si, las caricias calientes hicieron acto de presencia junto a las respiraciones agitadas, en la gran oficina solo se podían escuchar los suaves jadeos que se escapaban de entre sus belfos.

—¡por dios santo changbin!—grito una voz femenina.

Ante el grito, hyunjin calló al suelo mientras changbin se levantaba de golpe por el susto y para auxiliar a su lindo novio.

—¡mamá me vas a matar de un susto! ¡no entres sin tocar!—tambien grito después de haber levanto al pelirrojo.

Hyunjin sintió sus mejillas arder al ver a la mujer.

—uhm, y-yo debería irme—dijo listo para irse.

Pero Hyejin lo detuvo antes de que saliera por la puerta.

—haber muchachito ya es la segunda vez que te veo y aún no nos hemos presentado formalmente, supongo que eres el amante de mi hijo por qué si no, no estarías aquí comiéndole la boca encima suyo—hablo la mujer.

—¡mamá!—chillo avergonzado seo.

—callate—sentenció la mujer.

—uhm, yo lo lamento señora seo, ¡le juro que esto no volverá a pasar! quiero decir no en su presencia, ¡digo, no! ¡es decir!—tartamudeaba hyunjin.

Hyejin se soltó a reír a carcajadas bajo las miradas de los jóvenes.

Changbin se acercó hasta su pareja para abrazarlo sintiendo como este escondía su rostro entre su pecho.

𝐋O̸𝐕𝐄𝐑𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora